Parroquia de Santa Ana
Datos
La Parroquia de Santa Ana es una iglesia ubicada en la Colonia Peralvillo en la Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México y fue construida a mediados del siglo XVIII. Su fiesta patronal se celebra el 26 de julio.
Historia[editar | editar código]
Fundación Franciscana en el siglo XVI con intervenciones en el siglo XVIII, XIX, XX.
Siglo XVI
La iglesia de Santa Ana se ubica en la esquina de las calles Peralvillo y Matamoros. El camino que hoy en día recibe el nombre de Peralvillo existió desde antes de la llegada de los españoles a América. Esta vía comunicaba a la ciudad con tierra firme hacia el norte; partiendo desde el centro y bifurcándose en dos vías que la vinculaban con Tlatelolco y el Tepeyac. Después de haberse establecido en México, los españoles les otorgaron el nombre de “Camino Real de Santiago” y “Camino Real de Santa Ana”; teniendo como punto nodal el lugar donde se asienta el templo de San Ana.
A la fecha no se cuenta con un documento que indique de manera exacta cuándo fue fundado; el registro iconográfico más antiguo en el que aparece es el plano atribuido a Alonso de Santa Cruz, de mediados del siglo XVI. Debido a su cercanía con Tlatelolco, es posible que hayan sido los franciscanos pertenecientes a este templo, los encargados de su construcción y administración.
Un escrito de 1583 elaborado por el Consejo de la Universidad de Santiago Tlatelolco da noticia de las relaciones entre este lugar y Santa Ana durante el siglo XVI; en él se solicitaba que se tomara cuenta de la limosna que se recogía en Santa Ana, debido a que los encargados la guardaban y no otorgaban nada al templo. Cabe destacar que el Consejo hace mención a incidentes ocurridos a más de cuarenta años antes de la elaboración del texto, lo que permite establecer la existencia de la iglesia en un punto anterior a 1543.
Si bien la edificación actual no corresponde a aquella construida en el siglo XVI, existen imágenes que pueden dar una idea de su apariencia en aquel entonces: los dos biombos titulados “La conquista de México y La muy noble y leal Ciudad de México”; ubicados en el Museo de Historia Nacional, Castillo de Chapultepec y el Museo Franz Mayer; en ellos se observa una construcción de planta cuadrangular con un vano de acceso principal en la parte sur y uno lateral hacia el poniente. De igual forma se representa una fachada dividida en dos cuerpos que en su parte superior está rematada con una espadaña colocada a la derecha.
Siglo XVIII
Esta primera edificación fue sustituida hacia mediados del siglo XVIII por otra de mayores dimensiones, lo que revela la importancia que había adquirido para ese entonces. Lauro E. Rosell señala que el fraile Lorenzo Vilchis, miembro del colegio de Tlatelolco, fue quien se dedicó a recolectar fondos en las cercanías de la parroquia con el fin de cubrir los gastos necesarios para la nueva edificación. De acuerdo a este mismo autor, el 16 de marzo de 1754 el Arzobispo Manuel Rubio y Salinas bendijo la nueva construcción. Respecto a los trabajos realizados para el nuevo templo, cabe mencionar que en el plano “La muy noble y leal Ciudad de México” elaborado por el taller de Pedro de Arrieta en 1737 se representó la parroquia de manera peculiar. A diferencia de las techumbres en otras edificaciones, señaladas con color rojo; Santa Ana pareciera no estar totalmente cubierta; incluso pueden verse estructuras que corresponden a los arcos torales que forman la bóveda actual de dicho inmueble; esto puede llevar a suponer que la imagen registrada representa al edificio en proceso de construcción.
Si bien el inmueble cambió su apariencia, no así su emplazamiento, pues mantiene la misma orientación que tenía la antigua capilla. La ubicación de la portada en la parte sur, es la misma que presenta la catedral, el Templo de Santo Domingo y la antigua Basílica de Santa María Guadalupe, que se encuentran sobre este antiguo camino, lo que marca el recorrido procesional que en múltiples ocasiones debió llevarse a cabo desde la capital de la Nueva España hasta el Tepeyac. Saliendo desde la Plaza Mayor de la capital novohispana, el último lugar de la procesión dentro de la ciudad, lo representaba este templo, dedicado a la madre de la Virgen, previo al recorrido extramuros que conducía hasta la morada de la madre de Cristo.
La portada del nuevo templo las representa a ambas en el nicho de la parte central: Santa Ana sostiene a la virgen niña, mientras un San Joaquín de menores dimensiones, ubicado en la clave del arco de acceso complementa el cuadro familiar, que es acompañado con la presencia de la Santísima Trinidad en la parte superior.
A pesar de que los franciscanos fueron los responsables de la reconstrucción del edificio, la administración permaneció bajo su control por pocos años. En el año de 1769 se realizó una nueva disposición de las parroquias que hasta entonces habían pertenecido al clero regular, siendo asignadas al clero secular. De este modo Santa Ana quedó bajo la tutela de Santa Catarina Mártir, tal como quedó consignado en el “Plano de la Imperial México con la nueva distribución de los territorios parroquiales” de 1772.
Bajo la nueva administración secular en el año de 1796, el entonces recién ordenado cura Mariano Matamoros, quien sería uno de los insurgentes que lucharon en la guerra de Independencia, fue asignado para decir misa en este lugar por un periodo de cuatro años. Se rememora este hecho a través de una placa colocada en la parte baja de la torre oriente del edificio.
Siglo XIX
Hacia 1884, como parte de las obras realizadas en la ciudad que comenzaba a crecer, y con la finalidad de tener una mejor comunicación vial, algunas calles fueron modificadas, entre ellas el antiguo Camino Real de Santiago que pasaba por la parte trasera del templo. Debido a los alineamientos, la planta de la parroquia tuvo que ser alterada. El templo de Santa Ana en ese entonces, estaba conformado por un atrio en forma de L; atrás de la iglesia se encontraban edificaciones anexas donde se albergaba en la planta baja una escuela de niños, un patio, una caballeriza y la entrada a la casa cural; la planta alta contaba con una sala y estudio, recamara, comedor y áreas comunes.
La ampliación de la calle requirió que se removieran parte de los anexos, dejando un muro testero en diagonal. Se propuso trasladar los espacios que serían eliminados a un costado del templo ocupando parte del atrio original, que de esta manera perdió la forma en L. Dentro del templo no habría modificación alguna; pero el atrio fue reducido, formando un espacio rectangular. Actualmente el conjunto mantiene una estructura similar al proyecto de ampliación de 1884, con algunos cambios que se mencionarán más adelante.
Siglo XX
En 1932 la parroquia de Santa Ana fue declarada monumento histórico por el Departamento de Monumentos Artísticos e Históricos. Por fotografías registradas en aquel momento, se puede observar que el templo en la parte exterior presentaba una apariencia muy similar a la actual; no así el interior, donde se aprecia que la iglesia contaba con pintura mural que obedecía a los gustos decimonónicos, al igual que el retablo principal, que Manuel Rivera Cambas denominaría como “de tipo ciprés”, el cual contaba con cuatro columnas sobre las que se encontraba un entablamento decorado con guirnaldas; en su interior existía un nicho con fanal formado por pilastras que precedían un arco de medio punto. Esta obra sería destruida dos años después.
Una serie de trece cartas entre Guillermo Palma Moreno, general de Álvaro Obregón durante la Revolución Mexicana, y Jorge Enciso, entonces Director de Monumentos Coloniales y de la República, relatan la situación por la que ese altar fue sustituido por el que observamos actualmente.
El nuevo altar, a diferencia de aquel que fuera destruido, más cercano al gusto neoclásico, presenta estípites y es dorado, más relacionado con el barroco dieciochesco de la ciudad de México, que nuevamente sería utilizado en lo que se ha denominado “estilo neocolonial”, en las primeras décadas del siglo XX.
Desde mediados del siglo XX la iglesia tuvo múltiples trabajos de conservación y restauración. En 1949 Obras Públicas solicitó la reparación de la fachada del templo; mientras que en 1965 Dominio Público, Oficina de Templos y Anexos, solicitó que se removiera un cobertizo con el fin de proteger la fachada.
Siglo XXI
Tras una serie de visitas realizadas en 2016 es posible observar que el conjunto conserva el partido arquitectónico que fue modificado a finales del siglo XIX; si bien el atrio ha disminuido su tamaño hasta abarcar únicamente el terreno al frente del templo, pues la parte restante contemplada por el proyecto de ampliación de 1884, actualmente es ocupada por un consultorio y parte de la casa cural. La sección dedicada en 1884 a la sacristía fue ampliada y actualmente resguarda nichos funerarios, mientras que las funciones de sacristía fueron trasladadas a la habitación al costado del presbiterio. El área de nichos funciona como un vínculo entre la nave del templo y el patio occidental del inmueble. Este patio mantiene las mismas dimensiones del proyecto de 1884; distribuye los espacios del anexo y funciona como vestíbulo para la casa cural, el patio de servicio y un acceso hacia la calle de Matamoros donde anteriormente se había proyectado una caballeriza y un corral. En el patio se abrieron más vanos que actualmente funcionan como accesos, así como vanos de iluminación que dan hacia la calle Santa Ana; en este muro destaca un acceso directo para la casa cural. La oficina parroquial se encuentra en los lugares previamente asignados como escuela para niños, un espacio común, la cocina y parte de la casa cural.
El templo de Santa Ana sigue siendo un referente urbano importante dentro de la región, a pesar de que el antiguo Camino Real, hoy Peralvillo, ha perdido importancia frente a la prolongación de Paseo de la Reforma, que conecta con la Calzada de Guadalupe en dirección al Tepeyac.
Arquitectura[editar | editar código]
En las placas ubicadas en la fachada del templo, se puede leer lo siguiente:
"En esta parroquia canto su
primera misa 1796
El Sr. cura de Jantetelco, Mor. Teniente General
Don Mariano Matamoros
heroe de la independencia nacional.
1770-1814/ Mex. D.F. 1974."
"Al Pbro. Teniente general
Mariano Matamoros
heroe de la independencia
en el CC Aniversario
del inicio de su ministerio
en la Parroquia de Santa Ana
MEXICO, D.F. SEPTIEMBRE 1996"
Placa ubicada en el anexo (oficinas parroquiales).
"AVE MARÍA PURÍSIMA/ Recuerdo del Año mariano 1954."
Fachada
La portada de la parroquia está orientada hacia el sur; está formada por dos cuerpos. El acceso se realiza mediante un arco de medio punto enmarcado por una arquivolta y jambas de cantera gris, a los extremos de la portada hay pilastras que sostienen un entablamento mixtilíneo; justo después de la cornisa comienza el segundo cuerpo a través de una estructura a manera de ático, sobre la que se encuentra una guardamalleta al centro, sobre la que se abre un nicho de forma avenerada en la que se resguarda la imagen de bulto de Santa Ana con la Virgen en brazos. A sus costados se ubican dos cariátides, ángeles con cuernos de la abundancia y florones pétreos. Una representación de la Santísima Trinidad remata el nicho. Dos ventanas molduradas de forma octogonal a la altura del coro, complementan el segundo cuerpo. Remata la fachada una estructura mixtilínea, en cuya parte central hay un blasón de forma elíptica.
Adosados a sus costados se exponen dos cuerpos prismáticos de sección cuadrada que corresponden a las torres campanario. Ambas se componen de un cuerpo. Este cuerpo es de forma rectangular, se delimita del paramento de fachada por cornisamentos en la parte inferior. Presenta arcos de medio punto en sus cuatro caras, donde se albergan las campanas, a sus lados hay pilastras y medias muestras de columnas de orden toscano que a su vez dan lugar a un entablamento mixtilíneo. Se finaliza con un cupulín con lucarnas; sobre ellas hay una cruz.
Conjunto
El conjunto se compone por el templo, que es de una nave de forma rectangular, con un atrio frontal en la parte sur, donde se ubica un local que funciona como consultorio dental. Al costado poniente de la nave hay una capilla y un cuerpo anexo que funciona como zona de resguardo de nichos funerarios, que conduce a un patio donde se encuentran las oficinas y la casa cural. El atrio es de forma rectangular, se delimita por una barda con herrería en los lados sur y oriente, por los que se encuentran accesos formados por arcos de medio punto sostenidos por columnas de sección cuadrada, el principal, ubicado al sur, cuenta con un orbe y una cruz como remate.
Interior
El interior de la nave está formado por una serie de arcos fajones que descargan hacia los contrafuertes. Estos arcos están decorados con molduras pintas en color dorado. Su cubierta corresponde a una bóveda de cañón corrido con lunetos; las nervaduras de la cubierta se resaltan con molduraciones. Bajo los lunetos se halla un cornisamento que divide el muro de la nave con la cubierta. Entre cada sección formada por los arcos fajones de la nave se dispone un nicho casetonado rematado con un arco de medio punto, al interior se encuentran esculturas, en la parte inferior del nicho está una repisa y peana decoradas con roleos y otros elementos orgánicos, bajo estos hay confesionarios. En la parte baja de los muros de la nave hay losetas de mármol que sirven como guardapolvo. Presenta una cúpula en el cuarto cuerpo de la nave, ésta descansa sobre pechinas, no posee tambor. El remate visual del interior consiste en el presbiterio en conjunto con el altar mayor en el ábside. Este espacio se encuentra dividido por un escalonamiento y una balaustrada de mármol. El altar mayor está formado por un retablo elaborado en el siglo XX que guarda semejanza al arte barroco, está dividido en una predela, dos cuerpos y tres calles. Al poniente del templo se encuentra una capilla y una habitación destinada como zona de nichos funerarios. Enseguida hay un patio que conduce a las oficinas de la parroquia, está cubierto con láminas de policarbonato color blanco, el tratamiento del piso consiste en el empleo de loseta vinílica. Los muros que rodean el patio tienen un aplanado de cal-arena, los vanos están enmarcados con azulejos. Las oficinas parroquiales cuentan con muros de adobe cuyo grosor es de 0.50 m, presenta un enladrillado apoyado sobre una estructura de vigas de madera, este sirve de cubierta. En la parte sur del patio hay un vano que accede a la casa cural, dentro hay un pasillo que distribuye a las habitaciones y al fondo hay un jardín. No se tuvo acceso a esta sección.
Partido Arquitectónico
Una nave
Materiales predominantes: piedra
Acabados: El arco de acceso se encuentra con piedra aparente, al igual que las esculturas del nicho central; el resto del templo presenta aplanado y está pintado en colores amarillo y blanco.
Estructura vertical/muros: Tezontle, anchura de 1.10 metros por 0.50 metros, las partes laterales del inmueble presentan los sillares de tezontle aparente. Los muros de la nave son de 1.10m, los del anexo son de 0.50m y los del atrio son de 0.58m.
Entrepisos: Piedra, altura aprox. 5.61 metros, corresponde al sotocoro de la parroquia.
Techumbre: piedra, abovedada, cañón con lunetos, altura aprox. 9.20 metros por 15.76 metros, la primera altura corresponde a la altura de la nave y la segunda es la altura total desde el suelo hasta la linternilla de la cúpula.
Elementos relevantes: Cuenta con retablos a sus costados, así como imágenes de arte sacro y un retablo en el presbiterio, el cual data de la década de los 1930's, pues fue el que remplazó al altar original.[1]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos. “Ficha del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles número I-09-00031 . -. Disponible en: http://catalogonacionalmhi.inah.gob.mx/consulta_publica/detalle/82146” , 30/07/20.