Calle de Donceles
La Calle de Donceles se encuentra ubicada en la colonia Centro dentro la Alcaldía Cuauhtémoc y forma parte de las 49 Calles adoquinadas más bellas de la Ciudad de México es una de las calles que atraviesan la parte Norte del Centro Histórico de la Ciudad de México. Cada calle que recorre los cuatro puntos cardinales de la Ciudad de México esconde historias y sobre todo guarda secretos que el paso del tiempo ha sabido conservar. En esta ocasión haremos un viaje por una de las arterias más enigmáticas de la capital.
Caminar por el Centro Histórico y en especial por la calle Donceles, significa más que ir a buscar libros o a revelar fotografías (Si, todavía hay quien lo hace). Es una calle con tanta historia que nos transporta a la época virreinal, cuando se le conocía bajo los nombres de La Canoa, Montealegre, Chavarria, entre otras. Pero es Calle Donceles, el nombre que sigue vigente desde que se le dio en 1524.
Datos
Orígenes[editar | editar código]
Este camino es, en realidad, uno de los más antiguos de la ciudad, pues se cree que data de 1524. Después de la Conquista, los españoles optaron por deshacerse de la distribución lacustre que reinaba Tenochtitlán para dar cabida a las calles de la Nueva España. El centro fue lo primero que acondicionaron, y como resultado de esta nueva infraestructura nació la calle de Donceles.
Historia[editar | editar código]
Época Colonial[editar | editar código]
La calle de Donceles se trazó en 1524.
La afamada calle de Donceles es una de las arterias que atraviesan la llamada parte norte del Centro Histórico de la capital. Va de poniente a oriente, es decir, que empieza a la altura de Eje Central y culmina en la calle de República de Argentina. Cabe mencionar, que a partir de este tramo continúa, pero con el nombre de Justo Sierra.
En aquella época, la avenida estaba compuesta por cuatro partes: Chavarría, de Montealegre, la Puerta Falsa de San Andrés y de Cordobanes. Este último topónimo hacía referencia a los artesanos de este oficio que durante el virreinato habitaron este tramo de la calle.[1]
Los primeros habitantes de la Ciudad de México que venían provenientes de España tras la Conquista se asentaron en las calles cercanas a lo que hoy es el Zócalo, mientras que a gran parte de los pobladores originales los desplazaron hacia las zonas marginales del norte, que para ese entonces estaban por los rumbos de lo que hoy es Tepito o La Lagunilla (aunque ya desde la altura de Garibaldi los españoles no solían llegar).
Entre los primeros españoles que llegaron a México había un grupo de jóvenes nobles, conocidos como “donceles”, es decir (y para que se entienda mejor), la versión masculina de las “doncellas”. Eran jóvenes de cierta alcurnia, pero que todavía no alcanzaban a ser nombrados caballeros.
Estos donceles llegaron a vivir a las primeras construcciones que se levantaron en esas calles, por lo que la gente solía decir que era “la calle de los donceles”.
SIglo XX[editar | editar código]
Sin embargo, esa calle se bautizó oficialmente como “Donceles” hasta después de 1910, cuando casi se terminó el trazado y nomenclatura que actualmente conocemos en el Centro Histórico.[2]
Si algo destaca de este camino es su arquitectura. A lo largo de Donceles se desdoblan edificaciones que evocan el estilo colonial, pues se aprecian conventos y palacios que fueron construidos en el siglo XVIII. Sin embargo, también hay ejemplos del barroco, el neoclásico y hasta el moderno que hablan de la diversidad artística que siempre ha caracterizado a esta urbe.
Siglo XXI[editar | editar código]
A esta calle la frecuentan estudiantes y empedernidos de las letras, pues aquí se ubican varias librerías de viejo que ofrecen toda clase de literatura en ejemplares antiguos y usados. Así, Donceles se vuelve un destino imperdible para todo capitalino, un camino por el que se descubre la historia, la arquitectura y el arte de esta magnífica capital.
Monumentos[editar | editar código]
Lugares de interés[editar | editar código]
Hospital del Divino Salvador.
El Teatro Fru Fru.
Un lugar reconocido por su excéntrica decoración y por haber sido sede de espectáculos controversiales y atrevidos, además de ser hogar de numerosos fantasmas y leyendas. En 1900 abrió sus puertas el Teatro Renacimiento (hoy Teatro Fru Fru), donde anteriormente se ubicaba el Gran Teatro Nacional, demolido por aquella época. En su inauguración se encontraba el presidente Porfirio Díaz; se trató de un foro especialmente novedoso por ser el primer teatro en México que tenía iluminación eléctrica.
El Palacio de los Condes Heras y Soto.
Este Palacio fue mandado construir hacia 1760 por el capitán sevillano Adrián Ximénez de Alendral, maestro, patrón y veedor en el arte de platería y de su segunda esposa María Antonia Azorín. La obra se atribuye al arquitecto Lorenzo Rodríguez. En esta construcción se puede apreciar una pequeña placa que dice: "Aquí nació en 1780 el Conde Don Manuel de Heras y Soto, uno de los que firmaron el acta de la Independencia Nacional".
El Antiguo Colegio de Cristo / Museo de la Caricatura.
En este edificio barroco se creó, a principios del siglo XVII, el Real Colegio de Cristo. Fue voluntad de don Cristóbal Vargas Valadez, un noble afiliado a los circuitos crediticios en la Nueva España, que al morir, parte de sus bienes fuera destinada a la educación cristiana, como era costumbre entre ciertos aristócratas. Para el último tercio del siglo XVIII, el colegio, en declive, pasó a manos de los jesuitas y después a distintos propietarios. Su actual construcción, los arcos desvanecidos en las columnas, las estípites, los detalles vegetales o el Cristo crucificado en relieve datan del siglo XVIII. Luego de haber estado casi en ruinas, el inmueble se convirtió en un recinto que resguarda alrededor de mil quinientas obras de caricaturistas mexicanos.
A partir del siglo XVII se empieza a escribir una historia distinta, la de la Caricatura Política Mexicana, la que permite a todos aquellos que no saben leer, observar una imagen, en la que pueden darse cuenta por vez primera, de la crueldad, la ignorancia, y por ende de los errores cometidos por sus gobernantes.
El Teatro de la Ciudad de México.
El Teatro de la Ciudad abrió sus puertas el 25 de mayo de 1918. En ese entonces se llamaba Teatro Esperanza Iris en homenaje a una cantante, actriz y vedette de origen mexicano. Cabe señalar que este edificio ha logrado sobrevivir a incendios y constantes cierres y reaperturas. Sin duda, el Teatro de la Ciudad es uno de los recintos culturales más bellos y con mucha historia del país,
La Antigua Cámara de Diputados.
El edificio ubicado en Donceles y Allende data inicialmente de 1856. Fue construido e inaugurado como Teatro Iturbide (homónimo del queretano) por el empresario Francisco Arbeu. El proyecto del arquitecto Santiago Méndez no deja de tener gran parecido con el de Querétaro, y no debe confundirse con el Teatro Arbeu que existió en calle República de El Salvador. Méndez diseñó una fachada ochavada de tres niveles dividida en cinco segmentos, aspecto que conservó por décadas.
Cuando el recinto legislativo de Palacio Nacional se incendió en 1872, las labores prosiguieron en el Iturbide que poco a poco se transformó en Cámara de Diputados. El exterior del teatro no fue modificado, salvo por un águila de bronce en su punto más alto y un rótulo de identificación que oficializaron la sede. Luego de 37 años de servicio, el 23 de marzo de 1909 un incendio la devastó.
El presidente Porfirio Díaz encargó la reedificación y conversión del lugar a Mauricio de María Campos, quien remetió la fachada y dejó tres arcos de acceso en vez de los cinco originales. Le dio jerarquía agregando una escalinata, seis columnas de capitel jónico, y el característico frontón con un grupo escultórico que corona la portada. También revistió los muros con ‘almohadillados’.
En la sala de sesiones logró una vistosa cúpula y colocó un gran candil. El propio Díaz inauguró la nueva Cámara el 1 de abril de 1911 para enviar su renuncia a la misma 40 días después. A su vez, Francisco I. Madero fue investido aquí en noviembre de ese año.
En 1988 la ocupó la Asamblea de Representantes del Distrito Federal y desde 1997 lo hace la Asamblea Legislativa. Se encuentra en el polígono que la UNESCO declaró Patrimonio Mundial.
El Palacio del Marqués del Apartado.
Guarda uno de los retablos más llamativos del Centro Histórico, bañado en oro y, además, es custodio de la principal imagen del ex convento: Nuestra Señora del Pilar. Fue fundado por la Madre María Ignacia Alzor con la finalidad de educar y formar a las niñas de la Nueva España. Su construcción corrió a cargo de Francisco Antonio Guerrero y Torres, reconocido arquitecto de la época y posible causante de que la ciudad fuera llamada, por Charles La Trobe, “La Ciudad de los Palacios”. Fue consagrado en 1754 y recibió del Virrey un nudillo del índice de San Juan Nepomuceno, para conservar como reliquia.[3]
El Centro Cultural España en México.
Centro Cultural de España (CCE) planteó la mejora y consolidación de los espacios que utilizaba el CCE para una diversidad de eventos y exposiciones. La dinámica y propuesta cultural que tenía el CCE fue potenciada mediante espacios que permitan modos, formas o formatos de actividades artísticas que antes no se podían realizar en el CCE, y de generar espacios que hagan más eficientes y/o atractivas estas actividades.
Plaza de Loreto
Está la discreta entrada a la primera sinagoga ashkenazim de México, nombrada Nidje Israel. Ésta abrió sus puertas en 1941 y su diseño arquitectónico es copia de una sinagoga en Lituania.[3]
La Casa más Antigua de la Calle[editar | editar código]
El Establecimiento más Antiguo de la Calle[editar | editar código]
Bibliografía[editar | editar código]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Tomado de: https://mxcity.mx/2017/11/la-historia-de-la-calle-de-donceles-una-de-las-mas-antiguas-de-la-ciudad/ Fecha de Consulta 04/06/2020
- ↑ ¿De dónde viene el nombre de la calle de Donceles? (2018, mayo 24). Recuperado 4 de junio de 2020, de https://lopezdoriga.com/vida-y-estilo/de-donde-viene-el-nombre-de-la-calle-de-donceles/
- ↑ 3,0 3,1 Editorial. (2017, julio 14). Vive la historia de México en una calle: Donceles. Recuperado 4 de junio de 2020, de https://www.revistamira.com.mx/2016/08/01/vive-la-historia-de-mexico-en-una-calle-donceles/