Tianguis Cultural del Chopo
Datos
El Chopo
El Tianguis Cultural del Chopo es uno de los 49 Mercados o Tianguis con mayor número de visitantes. Todos los sábados se instalan los puestos en la calle Aldama, atrás de la Biblioteca Vasconcelos y de la Estación Metro Buenavista, para llevar a la Colonia Buenavista un ambiente alternativo, donde grupos de amigos se reúnen para comprar, escuchar música o sólo caminar entre puestos. Se fundó en 1980, con iniciativa de Ángeles Mastretta y Jorge Pantoja, como un proyecto temporal, que consistía en montar un tianguis con perfil cultural, en torno a la música alternativa de aquellos años: el rock, principalmente. Desde 1995, el tianguis se establece cada semana en la calle Aldama, que, además de albergar productos como ropa, música, prensa independiente, posee un escenario al final de la calle, cuyas bandas reconocidas o recientes hacen temblar las bocinas y los oídos de los asistentes.
Historia[editar | editar código]
1980[editar | editar código]
El 4 de octubre de 1980, el Museo Universitario del Chopo albergó el primer tianguis de música. Originalmente estaba programado para durar un mes, sin embargo, fue tal el éxito, que duró dos años. En esa época su directora era Ángeles Mastretta, quien impulsó el proyecto y lo mantuvo los siguientes años. Durante algunos años estuvo instalado en la acera del museo, hasta el 85. Después en la colonia San Rafael, para quedar definitivamente cerca de la estación de trenes de Buenavista, hoy Biblioteca Vasconcelos.[1]
Ángeles Mastretta y Jorge Pantoja, coordinador de difusión de la institución y la Organización Pro-Música y Arte, organizaron el tianguis y perfilaron los criterios iniciales a partir de una idea de un melómano Antonio Pantoja, acerca de congregar en un espacio a coleccionistas, productores, músicos y público interesado en las producciones discográficas y hemerográficas descatalogadas, antiguas o de tiraje limitado. En un principio, la propuesta se consideraba un intento para enfrentar al mercado negro creado en torno a los materiales de colección, y convocaba al público en general a establecer un espacio de intercambio informativo y de diversos materiales relacionados con la música. También se ofrecía como un lugar para apoyar el trabajo de las disqueras independientes y la promoción de acetatos y creadores ajenos a la línea comercial imperante.
La importancia del espacio radicaba en lo original y pertinente de su convocatoria, en juntar a camaradas dispersos y proponerles un mercado radicalmente diferente, por lo específico de su llamado: el gusto por la música, más allá de cualquier etiqueta.[2]
1995[editar | editar código]
Después de haber sido itinerante por casi un quinquenio, el Chopo inició su esplendor cuando llegó a la calle de Aldama, entre Sol y Luna, en el costado oriente de la entonces terminal de ferrocarril de Buenavista. En ese sitio se establecieron formalmente las actividades culturales. El trabajo de Cultura Visual, a cargo de Enrique Rivera, fue espléndido; la instauración de Radio Chopo le dio identidad rocanrolera y se convirtió en el foro de expresión para las bandas independientes y en escaparate de las consagradas. Las galerías Juantxo Sillero, la de artes visuales y el cinematógrafo El Topo consiguieron dar un perfil contracultural al Chopo; también los comerciantes tuvieron su época de auge durante un buen tiempo, bonanza que duró hasta la llegada de Internet. Con la cibercultura, el Chopo perdió la exclusividad de ofertar novedades discográficas de muchas partes del mundo –había choperos que viajaban a Sudamérica y a Europa por material–, igualmente las publicaciones –libros, revistas– fueron acaparadas por la red. Pero no sólo eso padeció el Tianguis, también hubo amagos de reubicación, deserciones de gente importante, ausencias irreparables y cambios de propuestas mercantiles.[3]
2000[editar | editar código]
El tianguis del Chopo se ha ido transformando y adaptando para mantenerse vigente y al margen de la ley, cuando en un principio eran rechazados y perseguidos ya que al lugar se dan cita los personajes más excluidos de la urbe como los punks, darks, metaleros, urbanos, rockabillies, rastas. Hasta la fecha El Chopo ha funcionado como un colectivo dando espacio a conciertos en vivo, exposiciones de arte y la venta de música así como toda la parafernalia relacionada al rock y sus diferentes manifestaciones. En este lugar conviven muchas culturas y estilos que al final forman un mosaico abigarrado de sonidos y esencias de la underground.[4]
Conformación[editar | editar código]
Giros[editar | editar código]
- Ropa y accesorios, en su mayoría con temática de rock y sus subgéneros
- Discos de rock y sus subgéneros: metal, progresivo, reggae, punk, etc.
- Botas y tenis
- Patinetas
- Bebidas dulces
- Prensa alternativa
Escenario[editar | editar código]
El Chopo es, sin duda, un centro ceremonial en el que rituales sonoros, escénicos, plásticas, de vanguardia, de retrospectiva y de performance tienen cabida. Sábado a sábado en sus pasillos es posible observar a cientos de personas visitar puestos y foros que han subsistido, con gran orgullo y compromiso, desde hace ya 30 años con la única intención de seguir el estilo de vida, e incluso filosofía, que parte del rock.[5]
Al final del tianguis, se encuentra un gran escenario, en donde se han presentado artístas y agrupaciones diversos, desde El Haragán, Rockdrigo y El Tri, hasta Café Tacvba y Julieta Venegas. También bandas independientes, poco conocidas, que asimismo comparten el sitio con otras agrupaciones de renombre, en un plano horizontal, de camaradería y compañerismo.
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Tomado de: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/hector-escalante-1980-nace-el-tianguis-cultural-del-chopo/.
- ↑ Tomado de: https://tianguiselchopo.wordpress.com/about/.
- ↑ Tomado de: https://www.jornada.com.mx/2014/10/04/opinion/a09o1esp.
- ↑ Tomado de: https://www.espacioalternativo.com/el-tianguis-del-chopo-celebra-38-anos/.
- ↑ Tomado de: https://www.chilango.com/general/santa-maria-la-ribera/tianguis-cultural-del-chopo.