Visita del Presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline
La Visita de John F. Kennedy y su esposa Jacqueline Kennedy ha sido uno de los 49 Acontecimientos Inolvidables en la Ciudad de México. El presidente Estadounidense llegó al país el 29 de Junio de 1962.
Datos
Historia[editar | editar código]
Entre el 29 de junio al 1 de julio de 1962, el presidente Kennedy y su esposa Jackie realizaron una visita oficial a la ciudad de México. Los Kennedy fueron recibidos por el entonces presidente, Adolfo López Mateos. Visitaron el Zócalo y La Villa, y recorrieron las calles en auto descubierto. La recepción popular organizada en la ciudad de México para recibir a los Kennedy a finales de junio de 1962, con la colaboración de autoridades gubernamentales y organismos privados, tuvo múltiples significados, desde dar por terminadas las fricciones que el problema cubano en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) había provocado entre México y Washington, hasta demostrar a la oposición conservadora mexicana el aval que daba Washington al gobierno del presidente Adolfo López Mateos.
Durante su estancia, ampliamente difundida por los medios de comunicación, los Kennedy visitaron el Museo de Antropología e Historia, almorzaron en Palacio Nacional, acudieron a depositar una ofrenda floral en los monumentos a la Independencia y de la Revolución, encabezaron un festival en la Unidad Independencia del IMSS, disfrutaron del ballet folclórico de Amalia Hernández en el Palacio de Bellas Artes y asistieron a la Basílica de Guadalupe.
En el banquete ofrecido por los visitantes en la embajada de los Estados Unidos, Jackie Kennedy pronunció un discurso en español, en el que resaltaba: “Este es mi tercer viaje a México. Mi segundo viaje, uno de los más memorables de mi vida, lo realicé en compañía de mi esposo al puerto de Acapulco, donde pasamos nuestra luna de miel. Entonces John y yo pensamos en todos los lugares que podíamos visitar para tan especial ocasión, y escogimos México”.[1]
Fueron motivos políticos los que propiciaron la visita. El Mundo vivía la tensión provocada por la ""guerra fría"" que enfrentaba al capitalismo, encabezado por Estados Unidos, contra el comunismo de la Unión Soviética. Con el triunfo de la revolución cubana en 1959, la isla caribeña se había erigido como el único régimen comunista en América, lo cual representaba una amenaza para Estados Unidos, ya que podía alentar a otros países latinoamericanos a seguir el mismo camino.
Frente a la presión estadounidense por erradicar el comunismo de América, México había enarbolado el principio de No intervención en la Organización de Estados Americanos (OEA); de hecho, en enero de 1962, cuando se votó la expulsión de Cuba del organismo regional, México votó en contra, lo cual causó malestar y preocupación en el gobierno de Estados Unidos.
En este contexto, a un mes y unos días de la llegada de Kennedy -el 21 de mayo-, Excélsior informó: ""Renace la confianza con el viaje de JFK"". Durante las semanas siguientes se preparó todo minuciosamente para la llegada del presidente estadounidense. ""El pueblo mexicano, amante de su independencia y respetuoso del derecho de los demás, prodiga de esta manera un entusiasta recibimiento al presidente John F. Kennedy y a su distinguida esposa, que llegarán al Aeropuerto Central a las once de la mañana de este viernes"". Así se evaporó el rumor de que México simpatizaba con el comunismo.
No era primera vez que la pareja presidencial visitaba México; contó Jacqueline que años atrás habían eligido el puerto de Acapulco como destino de luna de miel. El presidente estadounidense presentó a López Mateos el proyecto ""Alianza para el progreso"", que contemplaba la ayuda económica norteamericana a los países de América Latina como una contención frente al avance del comuismo. Ambos presidentes se comprometieron a fortalecer las instituciones democráticas y a no ceder ante regímenes totalitarios ni ante ideologías incompatibles con los principios que ambos países defendían.[2]
Referencias[editar | editar código]