Templo de San Felipe de Jesús
Datos
El Templo de San Felipe de Jesús se encuentra en la Calle Madero número 11 en la Colonia Centro - Centro Histórico de la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México. Este templo se caracteriza por ser el único de la corriente neorromántica en la Capital mexicana y fue dedicado al Pirmer Santo mexicano Felipe de Jésus. Se inauguró en 1886 y fue obra del arquitecto Emilio Dondé por orden de Antoni Plancarte y Labastida. Este emblemático lugar se erigio sobre los restos de la Capilla de Nuestra Señora de Aranzazú que perteneció al Convento de San Francisco.
Historia[editar | editar código]
Antecedentes
El templo de San Felipe de Jesús fue construido en un lugar que tenía fama desde la época prehispánica, ya que ahí se encontraba el gran zoológico de Moctezuma. A la llegada de los españoles, los franciscanos eligieron este terreno para fundar su iglesia y convento.
En donde estaba el templo principal de San Francisco se levantó también la capilla de los Servitas, el templo de San José de los Naturales, el primer templo para indígenas, la capilla de Nuestra Señora de Aránzazu, la de Balvanera, la de la Tercera Orden, la de la Inmaculada y la de San Antonio.[1]
Siglo XIX
El templo de San Felipe de Jesús se construyó en el sitio en el que estuvo la capilla de Nuestra Señora de Aránzazu, fundada gracias a la comunidad de navarros y vizcaínos en 1683. Dicha capilla fue cerrada al culto como consecuencia de las Leyes de Reforma y estuvo ocupada por una cobraría hasta 1886.
El abad de la Villa de Guadalupe, José Antonio Plancarte y Labastida, sobrino del arzobispo de México, Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, tuvo el interés de levantar un templo de carácter expiatorio para pedir perdón a Dios por la profanación de los lugares sagrados durante el periodo de 1857 a 1860. En 1881 Rafael Dondé adquirió uno de los lotes en que se había fragmentado el convento de San Francisco. El abad eligió este lugar para levantar el templo y recibió para ello el apoyo de Carmen Romero Rubio de Díaz, esposa del presidente Porfirio Díaz. [2]
El templo se dedicó a San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano. Se empezó a construir el 2 de agosto de 1886 y se terminó el 3 de febrero de 1897. Dos días después se celebró la primera vigilia solemne de la Adoración Nocturna Mexicana.
Siglo XX
El padre Plancarte encomendó el templo a los Padres Operarios Diocesanos, pero tuvieron problemas en la persecución religiosa de 1921. Más tarde el arzobispo de México, monseñor José Mora y del Río autorizó a la Congregación de Misioneros del Espíritu Santo para tomar posesión del templo, resolución que tomó junto con el fundador de la congregación, Félix de Jesús Rougier. El 31 de diciembre de 1931 los misioneros del Espíritu Santo comenzaron su ministerio en el Templo Expiatorio Nacional.[1]
Siglo XXI
El arquitecto Jaime Ortíz Lajous, de largo curriculum como restaurador, realizó diversos trabajos en este monumento.
Historia eclesiástica[editar | editar código]
En el centro histórico de la ciudad, en la conocida y concurrida calle de Madero, a escasas cuadras del Zócalo capitalino, se encuentra el Templo expiatorio nacional de San Felipe de Jesús, que es atendido por los Misioneros del Espíritu Santo desde 1931.
Por ser el Templo Expiatorio Nacional de la República, es un centro de profunda espiritualidad eucarística y lugar de peregrinación y referencia para la Iglesia mexicana.
Se caracteriza por la adoración al Santísimo las 24 horas del día, todo el año, por sus numerosas eucaristías y por la atención en el confesionario.
También es lugar de peregrinación por encontrarse en el Templo los restos mortales del Venerable Félix de Jesús Rougier.[3]
Proceso de construcción[editar | editar código]
El estilo de la iglesia es gótico francés que sobresale de los otros templos del Centro Histórico donde predomina el barroco. Debido a la tierra arcillosa que hay en el suelo de la zona, se requirió toda una obra de ingeniería ya que sus cimientos son en forma de arco invertidos que reposan sobre pilotes clavados a fuerza de golpes en mazos de acero. [4]
Descripción del templo[editar | editar código]
Los elementos decorativos de sus muros, columnas y altares están realizados al gusto europeo de la época, algunos de ellos como los recubrimientos de mosaicos. Los mármoles y los vitrales, fueron traídos de Europa.
En el interior, en uno de los altares laterales, se puede observar la escultura de Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, a cuyo cargo está el templo. Por sus características, este monumento es el único ejemplo neorrománico dentro de la arquitectura religiosa del Centro Histórico.
La fachada está construida en cantera chiluca; su interior es de planta basilical, la nave central se usa para los fieles y las laterales como deambulatorios. [2]
Arquitectura[editar | editar código]
La fachada advierte la planta basilical de tres naves. La portada está formada por dos cuerpos y tres entrecalles; el primer cuerpo alberga tres vanos de acceso, dos laterales y uno central, este último de mayores dimensiones, los tres vanos adintelados con tímpanos resaltados con frontones triangulares. El vano central está flanqueado por pilastras y columnas decoradas en tapiz. Los portones de los accesos son de madera con herrajes.
El primer cuerpo se delimita del segundo a través de un entablamento. El segundo cuerpo expone tres ventanales coronados por un solo enmarcamiento resaltado con un arco de medio punto. Se observa una torre aguja como remate.
Al interior la planta es basilical con la nave principal de mayores dimensiones que las laterales.
La nave central cuenta con arcos formeros que se coronan por seis ventanas superiores laterales formadas por arcos de medio punto, enmarcados y resaltados con cantería gris. Éstos se unen por listel perimetral. El edificio deja que desear en planta, porque los apoyos son tan multiplicados que impiden la vista fácil del altar desde las naves laterales, el interior impresiona y es digno de elogio en su conjunto.
Nave central: en este elemento el espacio central en el interior tiene cubierta propia y está delimitada por pilares.
Naves laterales: estos son espacios longitudinales a ambos lados de la nave central separados de ella por medio de pilares.
Transepto: es un símbolo de los brazos de la cruz, pero también proporciona espacio para la congregación y para disponer más capillas. Las capillas del transepto están a menudo dedicadas a un santo en particular.
Altar: es la mesa en donde se celebra la misa y junto a la cual se dirige las plegarias a la divinidad. [1]
La fachada occidental[editar | editar código]
Interior[editar | editar código]
El órgano[editar | editar código]
Disposición[editar | editar código]
Campanas[editar | editar código]
Equipo constructor[editar | editar código]
Otras observaciones[editar | editar código]
Notas[editar | editar código]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Tomado de: https://espacioarquitectonicoenmexico.wordpress.com/iglesia-san-felipe-de-jesus/
- ↑ 2,0 2,1 Tomado de: Javier Villalobos Jaramillo. Los 100 Sitios y Monumentos más importantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. En coordinación con la Delegación Cuauhtémoc y el Gobierno de la Ciudad de México.
- ↑ Tomado de: https://mspsprovinciamexico.org/templo-de-san-felipe-de-jesus/
- ↑ Tomado de: http://cdmxtravel.com/es/lugares/iglesia-de-san-felipe-de-jesus.html
- ↑ Tomado de: http://cdmxtravel.com/es/lugares/iglesia-de-san-felipe-de-jesus.html