Primera Marcha LGBT+ de México
La Primera Marcha LGBT+ de México se vivió en el año 1979, sin embargo era una protesta que se venía gestando años atrás. Este evento es uno de los 49 Acontecimientos Inolvidables en la Ciudad de México.
Datos
Historia[editar | editar código]
En México el movimiento surge a principios de los años setentas en un contexto que mostraba de una manera muy clara los excesos del autoritarismo de la época. Eran recientes los sucesos del movimiento estudiantil de 1968 y la herida de la matanza de los estudiantes en Tlaltelolco aún estaba abierta.
En Estados Unidos se consolidaba la nueva izquierda, el movimiento civil, y eran constantes las manifestaciones de rechazo a la guerra en Vietnam. En medio de estos acontecimientos comienzan a surgir brotes de inconformidad entre los homosexuales politizados, en abril de 1969 en la ciudad de San Francisco grupos de gays y lesbianas protestan durante varias semanas frente a los astilleros de un puerto por el despido de varios trabajadores por ser homosexuales. Después el 28 de junio del mismo año en Nueva York la policía irrumpe violentamente en el bar Stonewall Inn ubicado en la zona de Greenwich Village, pretendiendo hacer más redadas de homosexuales, por primera vez no se dejan atropellar e inician protestas que se prolongaron durante tres días. De esta movilización surgió el Gay Liberation Front, primer grupo organizado que reivindicó los derechos de la población lésbica-gay. Estos sucesos influyeron en gran medida en los trabajos que realizaban algunos grupos mexicanos, entre 1970 y 1972 se comienzan a tener las primeras reuniones de emancipación gay en la cuales se discutían y debatían escritos que provenían de Nueva York y Londres, así como también influyeron en su incipiente activismo las noticias de las primeras marchas que empezaban a realizarse en esas dos ciudades.[1]
La consolidación de esos trabajos se vio reflejada en la primera organización homosexual que aparece en México y en América Latina, que fue el Frente de Liberación Homosexual FLH en 1971, a éste le siguieron el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria FHAR y el grupo Lambda de Liberación Homosexual los cuales se dieron a conocer en 1978. Asimismo, en 1977 nace la primera agrupación de lesbianas denominada Lesbos y al siguiente año aparece el segundo grupo Oikabeth, ambas organizaciones se originaron dentro del movimiento feminista mexicano pero manteniendo su independencia política. [1]
Estas manifestaciones son consideradas precursoras del orgullo en nuestro país.
Los contextos históricos, sociales y políticos de cada país han hecho que la lucha política de la diversidad sexual tenga sus propias narrativas, tal es el caso de México, donde el primer arribo de la homosexualidad a la mirada pública mediática fue en 1901 con la aprehensión de 41 hombres homosexuales en una casa ubicada en la Ciudad de México. La mitad de los participantes vestía ropas consideradas culturalmente propias de las mujeres. Se cuenta que entre ellos se encontraba Ignacio de la Torre, yerno de Porfirio Díaz, quien fue exento de ser apresado.
Setenta años después de este hecho, en 1971 –en medio de un contexto social que demandaba acción política– se configuró en México la primera asociación a favor de los derechos de las personas LGBT+, el cual llevó por nombre Frente de Liberación Homosexual de México (FLH). Este grupo, que tomó forma como resultado de un acto de discriminación en contra de un hombre despedido por una tienda departamental en la Ciudad de México al creer que era homosexual, fue el parte aguas para otras agrupaciones de su tipo. El despido movilizó a estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, los cuales se reunieron para protestar; entre los participantes se encontraban el escritor Carlos Monsiváis y la dramaturga Nancy Cárdenas.[2]
Algunas de las primeras organizaciones civiles de personas LGBT+ que surgieron en México y en las cuales se germinó el movimiento de liberación homosexual son SEXPOL, un grupo creado por el activista Antonio Cué en 1975 y dedicado a los estudios en torno a la sexualidad y la política; para 1978 surge el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), el cual basaba su trabajo en la disidencia y su apartidismo político y que tenía entre sus filas a activistas como Juan Jacobo Hernández.
Algunos grupos conformados por mujeres lesbianas fueron Ákratas (1975), Lesbos (1977) y Oikabeth (1978), considerada la primera organización pública de mujeres lésbianas. Los dos últimos grupos fueron formados por la activista lesbofeminista Yan María Yaoyólotl Castro.
Finalmente, el Grupo Lambda de Liberación Homosexual, el cual tenía una posición feminista, nació en 1978 y fue fundado por la escritora Claudia Hinojosa.
Cada una de estas agrupaciones mantuvieron discusiones sobre el contexto político en el país y fraguaron estrategias para su labor militante que tenía por meta visibilizar y desestigmatizar a las personas homosexuales; asimismo, además de estos objetivos, las agrupaciones de mujeres lesbianas tenían en su agenda la liberación de la mujer y la lucha contra el patriarcado.
La visibilización de las personas de la diversidad sexual –impensable fuera de los códigos de la prensa amarillista que estigmatizaba a homosexuales y travestis–, la persecución policiaca, las razzias y la constante discriminación fueron el contexto en el que estas agrupaciones vieron la luz y establecieron alianzas con la izquierda y el feminismo.[2]
La marcha
El 26 de julio de 1978 marcha por primera vez un contingente pequeño de homosexuales del FHAR en apoyo a la Revolución Cubana y el 2 de octubre, provistos de bases científicas y legales para cada uno de sus planteamientos, grupos como el FLH, Lesbos, Oikabeth, Lambda de Liberación Homosexual y Sex-Pol, así como diversos activistas que ya se encontraban trabajando en el movimiento harían su aparición pública en la marcha que conmemoraba el décimo aniversario del movimiento estudiantil popular de 19686 . Posteriormente, a principios de junio de 1979 el FHAR participa en una manifestación masiva en apoyo a la Revolución Nicaragüense y a finales del mismo mes, junto con los grupos ya mencionados, sale a las calles para manifestarse por la liberación homosexual, su marcha coincide con las conmemoraciones masivas de la rebelión del Stonewall que se realizaban en los Estados Unidos y en otros países; ésta es la primera marcha que exalta el orgullo homosexual, lo que significó el inicio de un persistente trabajo colectivo por legitimar su presencia frente a la sociedad. Las principales demandas del movimiento estuvieron dirigidas a desprejuiciar la homosexualidad, “¡no es delito, no es una enfermedad, no es producto de la inmadurez emocional!, conceptos que la ley, la medicina y la religión se habían encargado de difundir desde finales del siglo XVIII”[1]
Un grupo de jóvenes con la terca esperanza de cambiar el mundo y acabar con los abusos a los que se enfrentaban las personas homosexuales partieron de la columna de la Independencia y caminaron por la calle de Lerma desviados por la Policía para no transitar por el Paseo de la Reforma.Desafiantes y entre adrenalina, carteles y consignas como “¡No hay libertad política si no hay libertad sexual!” y “¡Sin libertad sexual no habrá liberación social!” las y los asistentes avanzaban y, quizá sin saber, con sus pasos escribían un nuevo episodio en la vida pública de nuestro país y en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales e intersexuales (LGBTTTI+).
Los contingentes, que juntaban a alrededor de mil personas, llegaron a la hoy extinta Plaza Carlos Finlay y con su recorrido culminaron la primera Marcha del Orgullo Homosexual de México, la cual tuvo lugar en la Ciudad de México en junio 1979. Si bien no es la primera manifestación pública de un grupo de personas homosexuales, sí se trató de la primera identificada como tal en nuestro país. Este proyecto tenía como principal estratagema enunciar con orgullo y dignidad la existencia de las personas LGBT+, existencia que era criminalizada, estigmatizada y satanizada. Precisamente esta estrategia buscaba darle un vuelco radical a las ideas satanizadoras y acabar con ellas.[2]
Cada año a finales del mes de junio en la explanada de Los Leones en Chapultepec y ahora en la glorieta del Ángel de la Independencia, grupos de gays, lesbianas, heterosexuales, bisexuales, transgéneros y transexuales del Distrito Federal y de otras partes de la República se reúnen para recorrer con algarabía la avenida Reforma, que se convierte ese día en un espacio público donde se reivindica el cuerpo y la sexualidad, su sola presencia le da una dimensión pública a la vida privada y el cuerpo se percibe de otra manera, “único y numeroso, orgánico y visible, biológico y cultural, verdadero y simbólico, cuerpo de todos los hombres y mujeres que han hecho posible ese vivo organismo que es nuestra sociedad humana”.[1]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 González Pérez, María de Jesús Marcha del orgullo por la diversidad sexual. Manifestación colectiva que desafía las políticas del cuerpo El Cotidiano, núm. 131, mayo-junio, 2005, pp. 90-97 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco Distrito Federal, México. Consultado en la página: https://www.redalyc.org/pdf/325/32513111.pdf
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Tomado de: https://www.gob.mx/cultura/articulos/breve-historia-de-la-primera-marcha-lgbttti-de-mexico Fecha de consulta 12/05/2020