La Casa de las Brujas
Datos
La Casa de las Brujas forma parte de las 49 Leyendas impactantes de la Ciudad de México y se encuentra dentro de la Colonia Roma Norte en la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México. En la esquina que forman las calles Río de Janeiro y Durango, identificado con el número 56, se encuentra un pintoresco edificio de departamentos. Se llama Río de Janeiro pero también se conoce como la Casa de la Brujas.[1]
Historia[editar | editar código]
La Leyenda de Pachita y las Brujas[editar | editar código]
El famoso edificio conocido como La Casa de las Brujas, fue construido en el año 1908, cuando el entonces Presidente Porfirio Díaz con motivo del centenario de la Independencia de México lo mandó edificar. El encargado de llevar a cabo el proyecto fue el Ingeniero británico Regis A. Pigeon, quien en su afán de realizar algo diferente decidió construir un edificio tipo inglés. A la fecha, la construcción ha sufrido diversas modificaciones, sin embargo desde un principio la forma de la fachada es lo que ha llamado la atención de la gente, pues en la parte superior se puede ver lo que sería un sombrero de bruja y algunas ventanas asemejan lo que serían los ojos.
Debido a la forma del edificio, surgió una leyenda que con el paso del tiempo se ha hecho famosa, cuentan que a mediados del siglo XX, en un cuarto de azotea vivía Bárbara Guerrero mejor conocida como Pachita, la famosa bruja que con la ayuda de espíritus hacía trabajos para gente muy importante de la vida pública que querían conseguir fama, salud y dinero. La gente cuenta que inclusive “Pachita” podía realizar cirugías sin la necesidad de utilizar ningún objeto quirúrgico, ayudaba a la gente sin ningún costo.[2]
Ella operaba a corazón abierto con un solo cuchillo como instrumento quirúrgico, transplantaba órganos, extirpaba tumores con sus manos y mantenía con vida a enfermos terminales. Esta bruja de frente abombada y un ojo velado por una membrana blanca, fue una de las curanderas más famosas de la Ciudad de México. Pachita, era conicida como una "cirujana psíquica", también fue acusada de varios asesinatos y señalada como una bruja que sólo torturaba a sus pacientes. La chamana, quien realmente se llamaba nació en Chihuahua en 1900 y murió en el 1979 en la Ciudad de México, pero el rastro de sangre, gritos y dolor que dejó es inolvidable. Algunos creen que salvó más vidas que cualquier cirujano certificado y que al operar con sólo la luz de unas velas y sin ningún tipo de equipo médico, se trataba de una mujer extraordinaria. Otros afirman que se trató de una charlatana que lo único que logró fue convencer a los otros de que los curaría y, finalmente, los más supersticiosos aseguran que se trató de una de las brujas más poderosas de la historia de la Ciudad de México.[3]
Arquitectura[editar | editar código]
La razón por la que esta casa pareciera estar conformada de más de un estilo arquitectónico, es porque el gran castillo ha sufrido de diversas remodelaciones: en 1942 el reconocido arquitecto mexicano, Francisco J. Serrano, se encargó de trasladar la corriente decó a los interiores del edificio. Estas modificaciones convirtieron La Casa de las Brujas en una extraordinaria muestra de arquitectura que desentona con el resto de la colonia Roma, misma que, en su mayoría, se fue edificando a partir del estilo afrancesado que caracterizó a la época.[1]
Además de la combinación de varias tendencias, pasadas y relativamente modernas, esta mansión cuenta con diversos palcos desde los que se puede apreciar el parque frente a ella. Estos balcones pertenecen a los distintos departamentos que ahora se rentan. De hecho, el edificio es uno de los más cotizados y codiciados de la colonia Roma, pues fusiona una fachada de tabiques –clásica de los suburbios ingleses durante la Revolución Industrial– con la irrepetible forma cónica de una de las columnas de su techo.
Las ventanas le dan un aire onírico al edificio, pareciera que éstas son varios ojos que vigilan al transeúnte. Sin duda alguna, es el techo de dos aguas y, por supuesto, las leyendas alrededor de la mansión, lo que creó el terror alrededor de "La casa de las Brujas". Su torre principal es famosa por parecer el mismísimo sombrero de una bruja lista para lanzar su hechizo sobre el que se atreva a mirarla.[3]
En el libro "Vivir en la Roma", escrito por el arquitecto André Tavares, se comprueba que el edificio fue construido por orden de Porfirio Díaz para celebrar el Centenario de la Independencia. Los majestuosos acabados de su interior fueron pensados para que el lugar fungiera como un hotel de lujo donde se hospedaron visitantes del extranjero. Eran sólo cuatro departamentos, todos tenían chimenea y, en ese entonces, las carretas con caballo ingresaban al recinto por lo que hoy conocemos como la calle de Durango.
La realidad es que el único sufrimiento que se vivió dentro de esta joya arquitectónica, fue el que sus inquilinos pasaron cuando el terremoto del 85 obligó a algunos a abandonar el edificio. Las grietas que afectaron el exterior de la construcción devaluó el inmueble identificado con el número 56. Sin embargo, "La casa de las Brujas" hoy sigue siendo uno de los misterios de la colonia Roma mejor conservados y, por supuesto, una de las reliquias que la misma vegetación resguarda por su grandeza intacta y sus increíbles leyendas.[4]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 Tomado de: https://www.metroscubicos.com/articulo/consejos/2013/10/29/la-casa-de-las-brujas-en-la-colonia-roma
- ↑ Tomado de: https://elfonografo.mx/blogs/la-casa-de-las-brujas.html
- ↑ 3,0 3,1 Tomado de: https://culturacolectiva.com/diseno/la-casa-de-las-brujas-en-la-roma
- ↑ Tomado de: https://mxcity.mx/2018/11/la-leyenda-acecha-rincon-en-la-casa-las-brujas/