La Casa de la Tía Toña
Datos
La Casa de la Tía Toña es una de las 49 Leyendas impactantes de la Ciudad de México.
Relato[editar | editar código]
La historia es de una casa situada en la 3ª sección del Bosque de Chapultepec. Para quienes no conocen México, Chapultepec es un bosque en medio del Distrito Federal dividido en varias secciones, la tercera sección es solo vegetación y barrancas.
La casa está en la parte trasera del bosque, es muy peligroso por que tienes que bajar a la barranca hasta encontrar una escalinata de piedra, muy empinada y resbalosa que te lleva a un caminito. Más adelante te encuentras con un puente desvencijado, bastante viejito, donde hace años había un río, ahora apenas hay un riachuelo en algunas estaciones del año y cruzando está la famosa casa abandonada de la tía Toña, el bosque da un aire de miedo asociado a la película de la bruja de Blair. Lo mejor comienza cuando llegas a la escalinata, por que muchos afirman que desde ese momento empiezan a escuchar el lamento de una anciana, otros escuchan gritos, como si los alertaran para alejarse. Cuando vas cruzando el puente, se oye como si piedras grandes o bultos cayeran en el río, se escuchan voces, susurros y ruidos desde el bosque y es frecuente tener la sensación de que te observan desde varios puntos, como si alguien te vigilara. Una de las cosas más extrañas es que, terminando de cruzar el puente se percibe una vaga niebla que comienza a circular por la zona, no importa la temperatura que haya[1]
Debido a su ubicación y su difícil acceso, se ha convertido en el escenario perfecto para los amantes de lo paranormal, por lo que ha originado una serie de mitos y leyendas urbanas. Doña Toña era una mujer mayor que decidió albergar niños pobres para ofrecerles comida, protección y un lugar en donde dormir.
Sin embargo, es este punto en donde se presentan dos vertientes en la historia que siguen vigentes en la actualidad. Gracias al misticismo y los involucrados de esta historia, la casa de la tía Toña es una referencia en la cultura de la ciudad.[2]
Primera versión[editar | editar código]
En su juventud, doña Toña se casó con un rico comerciante, para luego establecerse en la Ciudad de México. Sin embargo, ella enviudó y se quedó prácticamente sola.
Fue por ello que decidió prestar las instalaciones de su casa para dar albergue a niños y adolescentes que vivían en la calle. De esta manera, proveyó de alimento, ropa y casa a varios chicos, a la vez que estos la acompañaban.
Se rumoreaba que en la casa se guardaban grandes cantidades de dinero gracias a la herencia que le dejó el esposo de doña Toña. Es por ello que los chicos mostraron interés en saber en dónde se encontraba el botín.
Mientras se disponían a buscar por todas las instalaciones, la señora despertó de repente. Debido a la indignación y al calor del momento, decidió matar a golpes a los niños.
Luego de lo sucedido, la mujer se percató de lo que acababa de hacer, y el sentimiento de culpa fue tal que se encerró en una habitación y decidió suicidarse.[2]
Segunda versión[editar | editar código]
La otra versión de la leyenda no tiene demasiadas variaciones de la narrada anteriormente. En este caso, doña Toña más bien era pobre y tenía la costumbre de recibir a personas que necesitaban de cobijo y comida.
Entonces decidió ofrecer hospedaje a los niños de la calle, para además no sentirse sola en ese lugar tan espacioso. Incluso, se dice que gracias a esas acciones tan nobles varios miembros de la comunidad llegaron a decir que la anciana tenía ganado el cielo.
En primera instancia los niños se sentían cómodos y libres en donde se encontraban, pero luego comenzaron a dar señales de violencia, rebeldía y mal comportamiento. En ciertos casos muchos de los niños cobraron una actitud casi insoportable.
Debido a ello, doña Toña perdió la paciencia. Gracias a un estado alterado, mató a todos los niños por medio de los golpes.
Poco después, decidió arrojar los cuerpos en el río que se encontraba en las adyacencias de la casa. Sin embargo, el sentimiento de culpa que sufrió la anciana fue suficiente para hacer que ella se suicidara.[2]
¿Realidad o leyenda urbana?[editar | editar código]
Al parecer, existen registros históricos (fotografías y documentos) que prueban que realmente existió esta mujer y que, de hecho, sí trató de ayudar a los niños de la calle. Sin embargo, se presentan varios componentes que permiten nutrir el aura paranormal de la casa:
-A pesar de encontrarse en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, la casa es de difícil acceso. Se dice se forma una niebla espesa y extraña alrededor de la construcción, y que las personas que van allí para conocer más al respecto terminan muertas (aunque esto tiene que ver más bien con las condiciones peligrosas del terreno).
-Por otro lado, aquellos que se han aventurado a las adyacencias han manifestado que se escuchan las voces y risas de niños, y que también se ve la figura de una anciana que parece asomarse en las ventanas del lugar.
-Antes de llegar a la casa se encuentra un puente bastante viejo que ya no se usa debido al mal estado en el que se encuentra. En ese sitio algunas personas han experimentado mareos y pesadez en el ambiente.
Gracias a los rumores sobre las apariciones de la casa, así como una serie de trágicos accidentes y desapariciones, las autoridades iniciaron una búsqueda de la misma, así como cualquier otro indicio que estuviera relacionada con esta.
No obstante, se concluyó que la construcción no existe, al menos no según las descripciones de los testigos. Lo cierto es que la casa de la tía Toña forma parte de los mitos modernos más populares de la ciudad.
Referencia[editar | editar código]
- ↑ Alonso, J. (29 de septiembre de 2017). Travelreport. Obtenido de https://www.travelreport.mx/destinos/nacionales/leyenda-de-la-casa-de-la-tia-tona/
- ↑ 2,0 2,1 2,2 2,3 Ayala, A. M. (29 de 05 de 2020). Lifeder. Obtenido de https://www.lifeder.com/casa-tia-tona/
- ↑ Alonso, J. (29 de septiembre de 2017). Travelreport. Obtenido de https://www.travelreport.mx/destinos/nacionales/leyenda-de-la-casa-de-la-tia-tona/