La Barranca del Muerto y el Vampiro

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La Leyenda de La Barranca del Muerto y el Vampiro es parte de las 49 Leyendas impactantes de la Ciudad de México.

Datos

Época
Porfiriato / 1900

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Relato[editar | editar código]

La historia de Barranca Muerto se construye leyenda sobre leyenda, desde heroicas batallas que parecen nunca haber sucedido hasta fantasmas y vampiros que acechan sedientos a los pasajeros del Metro. De cualquier modo la historia del lugar empieza con una barranca que alguna vez existió.

La barranca se formó por la actividad del volcán del Xitle, la tierra quedó estriada; pero se terminó de erosionar por el paso de un río que bajaba desde el Desierto de los Leones y que desembocaba en el lago de Texcoco.

El paisajista mexicano José María Velasco retrató en su pintura “Barranca del Muerto”, el lugar. Sobre el óleo quedó retratada la quebrada y un puente de madera provisto para el paso de carretas y caballos. En el fondo se aprecian cuatro sosegados árboles entre caminos de tierra, la vegetación típica del Valle de México; con su buen maguey y un cielo luminoso con nubes blancas.

Por desgracia ese cielo tan bonito y primaveral se acabó en el Valle de México, la barranca se convirtió en una calle y la pintura de Velasco está en la colección privada de un ricachón.

Si usted acude a la calle Barranca del Muerto no se lo creería, paraderos de autobuses, estación de Metro, puestos de tacos de tripa, tortas “hawaianas” y un desafiante arroyo –vehicular- en el que han muerto despanzurrados ciclistas, viejitos, estudiantes y amas de casa. El sitio es más bien lúgubre, el ícono del Metro no ayuda; dos zopilotes con las pezuñas abiertas (uno se imagina que a punto de arrancarle un cacho al muerto).

Puente de la Barranca del Muerto, 1898- Jose Mario Velasco





Pero los días en que José María Velasco pintaba serenos paisajes el país vivía el alboroto revolucionario. Y la capital mexicana fue escenario de diversos enfrentamientos.

Después de la huida del traidor Victoriano Huerta del país las facciones revolucionarias quedaron enfrentadas por el poder. Venustiano Carranza gobernó sin consenso entre los líderes de la Revolución, hasta que en la Convención de Aguascalientes se acordó que Eulalio Gutiérrez fuera presidente de la República. Carranza se fue a Veracruz acusando al Congreso de “espurio”.

Mientras el coahuilense se iba, las fuerzas de Emiliano Zapata y Francisco Villa entraron victoriosas a la capital con cerca de 60 mil hombres. Zapata llegó al centro de la ciudad, por la ahora avenida Revolución. Sus hombres pernoctaron en Mixcoac, en las haciendas de la élite porfirista.

Allí sus hombres saquearon casonas y robaron animales, el caudillo del sur se quejaría que los caballos de los hacendados estaban mejor alimentados que los campesinos de Morelos.

Los hombres de Zapata, vestidos con huarache, sombrero y calzón de manta se enfrentaron a algunos hacendados. Los muertos por los enfrentamientos fueron arrojados a una pequeña cañada cercana al lugar, con el tiempo la gente la nombraría Barranca del Muerto.

Desde entonces una serie de leyendas se han formado en el sitio, las almas en pena de los muertos tirados a la barranca se dedican a espantar a la gente, obviamente en la noche.

Versiones más modernas aseguran, también, que los pasajeros del Metro que se quedan dormidos en la estación Barranca del Muerto son mordidos por un vampiro; en distintos lugares advierten “no se quede dormido en el Metro”.

Varios entusiastas del Conde Drácula han hecho “investigaciones” y recorridos video-grabados en busca del vampiro, la información que uno encuentra en internet carece de sustento, pero es variadísima y a veces entretenida. En cambio la oferta historiográfica sobre Barranca del Muerto es paupérrima y aburrida.[1]


Una de los versiones más modernas[editar | editar código]


Cuenta la leyenda que al final de la noche, aborda el tren un hombre joven agotado después de una extensa jornada laboral. Este hombre tomó el último tren de la noche y debía bajarse en la estación terminal conocida como Barranca del Muerto, pero el cansancio pudo más y se quedó profundamente dormido, al despertar sería testigo de uno de los sucesos más aterradores de toda su vida.

El hombre, completamente agotado se quedó dormido y cuando despertó el tren estaba en la más absoluta oscuridad, había pasado la última estación terminal y estaba apagado en la profundidad del túnel. El joven no escuchó la llamada de llegada a la estación, así como tampoco el timbre que indica que las puertas del vagón están a punto de cerrarse.

Aunque un poco asustado, el hombre ya se había resignado a que debería pasar el resto de la madrugada en ese lugar y esperar hasta las 5:00 de la mañana cuando el sistema de metro vuelve a abrir sus puertas. Fue entonces cuando escuchó unos extraños ruidos que le helaron la sangre, rápidamente buscó su encendedor y trató de buscar de dónde provenía el ruido.

Con el encendedor en la mano pudo visualizar un forcejeo hacia el final del vagón, el hombre se acercó cauteloso en busca de respuestas, cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo observar como una criatura de unos dos metros de alto, delgado, de piel amarillenta, garras alargadas y ojos rojos se abalanzaba sobre otro hombre que parecía ser un indigente, mordiéndolo en el cuello y atacándolo como si de un cazador y su presa se tratara.

De repente, esta terrorífica criatura fija su mirada en el extraño que los observa. El hombre preso del pánico corre por su vida y sale por una de las ventanas del tren. Mientras corre a lo largo del oscuro túnel puede escuchar como la criatura intenta alcanzarlo, hasta que finalmente logra llegar a la estación y el ruido desaparece.


El personal de seguridad de la estación detiene al hombre y lo interroga, cuando éste cuenta lo sucedido nadie le creyó, excepto una mujer que intrigada por el estado de nerviosismo del sujeto decide ir a investigar. Cuando llega al tren puede observar como una de las ventanas de seguridad estaba abierta, al ingresar al vagón no ve absolutamente nada, salvo unas pequeñas gotas de sangre en el suelo.[2]

¿Mito o realidad?[editar | editar código]

Aunque no hay pruebas físicas que demuestren la existencia de esta criatura, muchos usuarios que han tomado el último tren de la noche y se han quedado dormidos en esta misteriosa estación aseguran haberlo visto. También el personal de limpieza, mantenimiento y seguridad de la estación afirma haber escuchado extraños ruidos provenientes del final del túnel.[2]

Referencia[editar | editar código]

  1. Alba, J. I. (12 de julio de 2019). Piedepagina. Obtenido de https://piedepagina.mx/la-barranca-del-muerto-y-el-vampiro/
  2. 2,0 2,1 Supercurioso. (29 de 05 de 2020). Obtenido de https://supercurioso.com/el-vampiro-de-la-estacion-barranca-del-muerto/