El Salón Rojo
El Salón Rojo que se ubicaba en la antigua Casa Borda fue la sede del primer cine en la Ciudad de México, esto lo une a la lista de las 49 Primeras veces en la Ciudad de México, su ubicación en la Colonia Centro - Centro Histórico de la Alcaldía Cuauhtémoc. Este lugar emblemático es uno de los más representativos del cambio de la época colonial a la modernidad que llegó con el Porfiriato y el boom que tuvo por ser uno de los principales atractivos en la primera mitad del siglo XX.
Datos
Historia[editar | editar código]
Antecedentes
Construcción de Casa Borda
Siglo XVIII
La Casa Borda fue construida en 1775 por el reconocido arquitecto barroco Francisco de Guerrero y Torres. El acaudalado minero del siglo XVIII don José de la Borda construyó la que sería la más grande de las mansiones de la capital novohispana. Con el propósito de emular la mansión del conquistador español Hernán Cortés, el Palacio de Axayácatl que abarcaba una manzana completa, don José se hizo de los predios suficientes para que su residencia rodeara las calles de Madero, Bolívar, 16 de Septiembre y Motolinía; sin embargo, debido a que murió en 1778 no pudo ver su terminada su gran obra.
A pesar de ello, logró dejar el palacio particular más grande de su época, cuyo solo balcón ocupa actualmente –a pesar de las múltiples transformaciones– un amplio espacio del tramo de Madero que hace esquina con Bolívar y continúa un muy largo trecho por esta última.
Tras la muerte de don José, la suntuosa mansión tuvo múltiples y variados usos. fue fragmentada a finales del siglo XIX en 5 predios que se utilizarían para viviendas y comercios. Durante algún tiempo, a fines del siglo XIX se instaló en los altos el Casino Español; más adelante se abrió en el patio una tienda de ropa. En los bajos, por el lado de lo que en los últimos años de dicha centuria se llamaba la 2ª de San Francisco, se estableció la afamada “doraduría” de Pellandini, donde lo mismo se encontraban espejos, marcos y vidrios biselados que vitrales, tapices, vitrinas, estatuas de mármol y alabastro, así como todo aquello relacionado con los espléndidos detalles ornamentales del art nouveau, característico de la época.
Pero tal vez las mayores modificaciones al lugar fueron las que se dispusieron para instalar, en los primeros años del siglo XX, al famosísimo Salón Rojo, un centro de diversión con amplias salas de cine, neverías, restaurante y la primera escalera eléctrica de la capital.[1]
Siglo XIX
El cine llegó a México casi un año después de su aparición en París. Los hermanos Auguste y Louis Jean Lumière habían patentado el cinematógrafo el 13 de febrero de 1895. Ese mismo año rodaron sus primeras películas como Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir, Llegada de un tren a la estación de la Ciotat y El regador regado, que más que películas eran fragmentos en movimiento que actuaban de testigo de la vida cotidiana, y que le dieron formalmente inicio a la historia del cine a modo de documental.
Los hermanos Lumière pensaban que el cine era un invención sin ningún futuro, pero aprovecharon todo lo que pudieron su nuevo invento para montar un negocio donde se pudiera lucrar. Por esta razón enviaban un cinematógrafo y un operador a donde fuera requerido. La historia del cine comienza en México; con una petición del entonces presidente de la República don Porfirio Díaz a los hermanos Lumière, de poder apreciar este maravilloso invento.
El presidente Porfirio Díaz debido a su interés en los avances tecnológicos recibe a Claude Ferdinand Von Bernard y a Gabriel Veyre, dos expertos proyeccionistas enviados por los hermanos Lumière, y el 6 de agosto de 1896 Díaz, su familia y miembros del gabinete presenciaron con sorpresa y fascinación por primera vez en el país, las imágenes en movimiento que se proyectaron en el Castillo de Chapultepec, llamadas vistas. El éxito fue inmediato.
Unos días después, el 14 de agosto para ser exactos, el cinematógrafo fue presentado al público en el sótano de la droguería Plateros, en el número 9 de la calle Madero. [3]
La función de estreno se abarrotó y el recinto quedó como sala de cine hasta que, al poco tiempo, fue demolida. En busca de una nueva sede, encontrarían un inmueble que pasaría a la historia como la primera sala de cine en la capital y como el primer establecimiento en presumir de unas escaleras eléctricas: El Salón Rojo.
México fue el primer país del continente en gozar las maravillas del cinematógrafo. Adquirió varios de estos aparatos y muchos creadores se dieron rienda suelta para comenzar a filmar. Entre ellos se encuentran Salvador Toscano, Enrique Rosas, Guillermo Becerril, los hermanos Alva, entre otros.
El primer Cine en la Ciudad de México
Siglo XX
Bajo la supervisión del cineasta tapatío Salvador Toscano, el Salón Rojo empezaría con sus primeras incursiones como sala cinematográca. Allí se exhibiría mucha de su incipiente obra como La inundación de Guanajuat o o Viaje a Y ucatán . No obstante, el lugar cerraría y se reabriría años después, en 1906, con un nuevo dueño: el austriaco Jacobo Granat.[4]
Granat era un vendedor de antigüedades, de origen judío, que había llegado a México en 1902, lleno de nostalgia por el hechizo de las salas de cine europeas. Compró el abandonado Salón Rojo y lo volvió el principal de la ciudad.
El Salón Rojo constaba de tres salones de proyección y varios más con espejos que deformaban la figura y otras pequeñas diversiones, así como uno destinado a mesas, donde se servían platillos y refrescos. Para subir al segundo piso había una escalera eléctrica, que se veía muy favorecida por la gente menuda. La imaginación de su propietario, Jacobo Granat, lo convirtió en uno de los sitios más elegantes, refinados y atractivos de la urbe. [5]
El Salón Rojo sirvió también como espacio político. Francisco I. Madero realizó mítines y conferencias en el lugar durante su campaña. Granat simpatizó con sus ideas y entablaron una gran amistad. Inclusive se rumoreó que uno de los motivos de su futura partida sería la decepción y la tristeza que le causó la destitución y asesinato del político.
Tras el inimaginable éxito del Salón Rojo, Granat amplió su oferta abriendo, en el mismo recinto en 1921, un salón de baile. Ahí se presentaron las más famosas orquestas del momento. Por tan sólo 25 centavos la entrada se podía acceder al recinto los lunes y jueves. Además celebraban concursos de baile de distintos géneros como danzón, tango o vals. Lo curioso fue que ciertos sectores de la población se escandalizaron por el giro que, según ellos, dio el salón: pasando de ser un lugar familiar a un cabaret , ya que se prestaba para que nuevos tipos de baile como el shimmy , calicados como “indecentes”, fueran adquiriendo popularidad en la ciudad.[4]
Las ganancias le permitieron fundar un emporio compuesto por cuarenta cines, entre ellos, los entrañables Lux, Palacio y Olimpia. No se sabe por qué, unos años más tarde el empresario decidió regresar a su patria. Sin embargo, se sabe que lo hizo justo poco antes de que Adolf Hitler desatara la Segunda Guerra Mundial. Jacobo Granat desapareció al lado de su esposa en las cámaras de gas de Auschwitz en 1943. [5]
Su imperio de entretenimiento se quedaría en manos del empresario William O. Jenkins, quien se caracterizaría por tener el monopolio del cine en México durante la década de los treinta y cuarenta. No obstante, el Salón Rojo cerraría para dar pasos a ocinas y joyerías. En 1938 vio nacer a la “Joyería Borda” de Don Raúl Hernández Arenas, que años más tarde se cambiaría a otro local en la misma calle de Madero. [4]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Tomado de: https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/casa-borda-la-mas-grande-mansion-de-la-capital-de-nueva-espana-en-el-siglo-xviii Fecha de consulta 01/06/2020
- ↑ Tomado de: https://mxcity.mx/2016/02/la-llegada-del-cine-la-ciudad-mexico/ Fecha de consulta 01/06/2020
- ↑ Tomado de: https://mxcity.mx/2016/02/la-llegada-del-cine-la-ciudad-mexico/ Fecha de consulta 01/06/2020
- ↑ 4,0 4,1 4,2 Tomado de: https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/2016/10/24/el-primer-cine#:~:text=El%20inmueble%20se%20conserva%20hasta,apenas%20quedan%20s%C3%B3lo%20los%20recuerdos.&text=La%20primera%20proyecci%C3%B3n%20de%20cine,y%20miembros%20de%20su%20gabinete. Fecha de consulta 01/06/2020
- ↑ 5,0 5,1 Tomado de: https://www.cdmx200lugares.com/salon-rojo/#.XtWlBDoza00 Fecha de consulta 01/06/2020