Colonia Villa Coyoacán

La Colonia Villa Coyoacán está ubicada al noroeste de la Alcaldía Coyoacán. Su nombre proviene ser una de las primeras Villas que se instauraron en la época Virreinal y Coyoacán del náhuatl coyō: coyotes, hua: indicativo de posesión y cān: lugar, por lo tanto lugar de Coyotes. Esta colonia es una de las favoritas de toda la Ciudad de México, pues guarda en sus fachadas el encanto de la vida pública durante la época porfiriana. Este espacio tiene, por su ubicación, muchos lugares emblemáticos muy importantes en la historia del país.

Historia[editar | editar código]

Época Prehispánica[editar | editar código]

La historia de este lugar, al igual que el de la Colonia Barrio La Concepción (Coyoacán), empezó cuando llegaron a poblar el territorio de Coyoacán en el año 1300 aproximadamente. Este grupo de pobladores fue sometido en 1410 debido a que el rey tepaneca de Azcapotzalco otorgó a su hijo Maxtla el gobierno de esas tierras. Para 1430 se había formado la triple alianza entre los señoríos de Texcoco, Tenochtitlan y Tlacopan, quienes construyeron un imperio y dominaron los territorios sometiendo a los tepanecas, por lo que los pobladores de Coyoacán también tuvieron que rendir tributo a Tenochtitlan. Fue así que cuando llegaron los españoles a conquistar México, se encontraron con grupos que se aliaron debido a que no querían seguir bajo el mando de Tenochtitlan.^[1]

Época Colonial[editar | editar código]

Cuando Hernán Cortés derrota al Imperio Mesoamericano, en el año 1521, decide irse a Coyoacán mientras habilitaban la zona de los enfrentamientos. Es ahí donde ordena que se construya la Capilla de la Inmaculada Concepción, también ordena construir la Casa Colorada para Malitzin. Decide establecer en los territorios de lo que hoy es en el centro de Coyoacán el primer Ayuntamiento de la Cuenca de México, que se instaló en lo que era el cuartel general del conquistador. Desde aquí se hicieron las primeras actividades de gobierno. Por lo tanto Coyoacan fue designada como la primer Ciudad Capital del Nuevo Mundo.

Hernán Cortés gobernó desde Coyoacan de 1521 a 1523, durante este tiempo donó los terrenos donde se construyó la Parroquia San Juan Bautista y se inició el sistema de encomiendas.^[1]

Siglo XIX[editar | editar código]

A inicios del siglo XIX varios grupos ya se habían conformado con intenciones de derrocar al imperio e independizarse de España, en Coyoacán se organizaban para un movimiento, encabezada por Ignacio Manuel Altamirano, llamadp "Conspiración de Coyoacán", sin embargo luego se detuvo por el movimiento de la Independencia.^[1]

Durante el gobierno de Porfirio Díaz, Coyoacan tuvo mucho alce, se utilizaron los terrenos de la Hacienda de San Pedro Martir para trazar la colonia colindante Del Carmen, además de apostar por plazas públicas y predios con fachadas afrancesadas, del gusto del presidente.

Siglo XX[editar | editar código]

En 1910, poco antes de la Revolución Mexicana, Porfirio Díaz inaugura el Kiosco que aun se conserva en la plaza principal de la Colonia Villa Coyoacan. Se dan diferentes enfrentamientos, durante la Revolución las fuerzas de Venustiano Carranza se alojaron en la Iglesia de San Juan Bautista, mientras que las fuerzas de Emiliano Zapata en la Hacienda de San Pedro Martir. En 1934 frente a la Parroquia sucede la batalla de los Camisas Rojas.^[2]

Siglo XXI[editar | editar código]

La Colonia Villa Coyoacán ha vivido transformaciones en la estructura social, sin embargo en las plazas públicas y las fachadas de sus casas o edificios gubernamentales se puede sentir el pasar de los años. Es un centro histórico que se disfruta caminar y se ha convertido en un lugar turístico muy importante para la Ciudad de México.

Arco Atrial

Análisis Urbano Arquitectónico[editar | editar código]

Colonia Villa Coyoacán

La colonia tiene una traza regular reticulada con algunas calles en diagonal que cruzan a su vez calles en sentido perpendicular, el recorrido por esta colonia puede iniciarse por el el Jardín Hidalgo, o bien por la Plaza Centenario donde se alberga la fuente de los coyotes que desde tempranas horas del día ya está activa. Por su alta concentración de población flotante el centro de la colonia está rodeada de puestos ambulantes, restaurantes, bares y cantinas, donde un gran número de turistas caminan y toman fotografías a la plaza y a la Parroquia de San Juan Bautista. Sus pavimentos adoquinados y sus construcciones con bardas decoradas, colores vibrantes, árboles y plantas coloridas dotan a la colonia de una sensación muy particular donde los habitantes de la CDMX ponen a esta colonia como uno de los centros más visitados en la ciudad, donde se realizan varias actividades, desde caminar, tours turísticos, cartelera cultural como exposiciones al aire libre, comer, teatros callejeros, y un sin fin de cosas que la colonia ofrece diariamente a sus huéspedes. La cartera gastronómica es muy amplia que va desde los puestos en la calle que ofrecen papas, chicharrones preparados, brochetas de carne, crepas, churros, y en los establecimientos no puede faltar pasar a comprar a el Café “El Jarocho” y sentarse en una de sus bancas y disfrutar de un café y un churro. También ofrece productos artesanales, que se venden en las calles y en el mercado de artesanías que se ubica a un costado de Jardín Centenario. A pesar de toda las cartera de actividades que proporciona la colonia, no es necesario ir a realizar alguna de estas cosas, se puede sencillamente sentarse en algunas de las bancas de las plazas y disfrutar la brisa de los árboles, ver a los niños jugar, ver a los globeros, comer un helado o simplemente disfrutar de la convivencia que se genera a partir de las personas que disfrutan del lugar. En sus calles puede disfrutarse las visuales que las casas crean con sus colores llamativos, sus ventanas decoradas o ya sean bardas, la vegetación que sale de ellas que casi siempre son bugambilias que dejan caer sus flores a las banquetas creando tapetes coloridos en el andar de los habitantes, algunas casas aún conservan sus fachadas originales de mampostería de piedra volcánica que abunda en la región, donde algunas banquetas son de este rico material que dota de un color único y textura.