Cerro Cuahilama
El Cerro Cuahilama es una zona arqueológica que abarca casi 3 kilómetros, desde los pueblos de Santa Cruz Acalpixca y San Gregorio Atlapulco, hasta San Bartolomé Xicomulco en la Alcaldía Xochimilco y los límites de la Alcaldía Milpa Alta. Piedra Larga, como también es llamada, es un área monumental el área central central ocupa poco más de 400 hectáreas y su última ocupación fue por el pueblo mexica. El sitio se conforma por un extenso espacio habitacional que alterna con espacios cívico-ceremoniales y administrativos por la monumentalidad de sus edificios.
Datos
Historia[editar | editar código]
Este sitio arqueológico cuenta con una gran historia que data desde tiempos milenarios, ya que según las crónicas, fueron los xochimilcas los primeros de siete tribus nahuatlacas en abandonar su lugar de origen, la legendaria Chicomoztoc. “Los xochimilcas fueron guiados por Huetzalin, quien murió cuando estos se encontraban en Tula. Al llegar a la cuenca de México vivieron en un lugar llamado Ahuilazco, después se fueron a Tlaltenco, Santa Ana y Milpa Alta hasta asentarse en el cerro de Cuahilama, ubicado en Santa Cruz Acalpixca, en donde erradicaron por un largo período”. Cuahilama que significa “Cabeza de Anciana” o “la Vieja del Bosque”, nombre que deriva de la forma que tiene un afloramiento de piedra que visto desde uno de los petroglifos parece el perfil de una anciana.[1]
Entre 1420 y 1521, cuando los antiguos xochimilcas dirigían su mirada a uno de sus espacios más venerados, el Cerro Cuahilama, se hallaban frente al enemigo, los mexicas, que habían convertido el área de Piedra Larga en su bastión. El INAH ha registrado la existencia de importantes labrados asociados a estructuras arquitectónicas, correspondientes al horizonte Posclásico tardío (1200-1521 d.n.e). Dichos monumentos correspondientes a la cultura xochimilca-mexica son muestras de gran valor para la arqueología y la historia del sur de la Cuenca de México.
Los vestigios gráfico-rupestres del sitio fueron dados a conocer por el Lic. Nicolás Islas y Bustamante en 1894, a través de una serie de tomas fotográficas que fueron enviadas al Museo Nacional de México.
La importancia arqueológica y cultural de este amplio asentamiento, inicia hacia el Posclásico Temprano (900-1200 d.n.e.), cuando la población que se ubicaba en el sur de la Cuenca se agrupa en los centros regionales urbanizados de Culhuacan, Xochimilco, Tláhuac, Xico y Chalco, que se desarrollaron en las márgenes de los lagos poco profundos y pantanos. Las evidencias arqueológicas contrastadas entre la cerámica y el patrón de asentamiento parecen señalar que la región de Chalco-Xochimilco tuvo presencia multiétnica en algún momento, sobre todo a principios de este horizonte. Por primera vez se hicieron esfuerzos por drenar los pantanos, dando origen a la agricultura chinampera altamente productiva, que se masificó bajo el dominio mexica. Más tarde, Tláhuac y Mízquic se consolidaron como centros regionales durante el Posclásico Tardío (1200-1521 d.n.e.) y Xochimilco se establece como sede un altépetl altamente complejo y ambicionado por sus vecinos. Hacia 1428 los mexicas emprendieron una serie de conquistas en la Cuenca de México, siendo uno de sus primeros objetivos, el sometimiento de la población tepaneca de Azcapotzalco, bajo cuyo yugo estaban. El aumento de la población y el establecimiento de gente de filiación mexica dieron como resultado la formación de complejos cuerpos político-territoriales para la defensa de sus dominios. Sin embargo, los xochimilcas sucumbieron ante el poderío tenochca en ascenso. Es en este último momento, al que podemos adscribir la ubicación cronológica principal de los sitios.
Piedra Larga es un área monumental cuya área central ocupa poco más de 400 hectáreas, cuya última ocupación fue mexica; el sitio se conforma por un extenso espacio habitacional que alterna con espacios cívico-ceremoniales y administrativos por la monumentalidad de sus edificios. Otra parte del sitio se utilizó para construir terrazas defensivas y de contención junto a miradores con fines militares. Dentro de su entorno inmediato, Cuahilama fue un importante sitio de referencia, localizado casi al centro de una ensenada que se forma por la intrusión de dos grandes derrames volcánicos en el lago de Xochimilco: al poniente el cerro Tlacualleli y al oriente el derrame de Piedra Larga. Esta localidad arqueológica, desafortunadamente hoy cercada por la mancha urbana, se extiende en un área de cerca de 8 Ha. Las secciones abiertas a la vista pública en este lugar se componen por un grupo de petrograbados, elaborados entre 1430-1521 d.n.e., que se ubican en las laderas norponiente y nororiente del cerro Cuahilama. Las manifestaciones gráfico-rupestres más relevantes representan a Itzcóatl, Huey Tlatoani que emprendió la conquista mexica en Xochimilco en conjunto con el Océlotl, “jaguar”, símbolo de la guerra; la fecha calendárica Cipactli, “uno lagarto”, primer signo del calendario nahua; el Xonecuilli, báculo de Quetzalcóatl que representa la Vía Láctea; el Itzcuintli, “perro”, décimo día del calendario nahua; la Papálotl, “mariposa”, en asociación con la Huacalxóchitl, planta sagrada para los xochimilcas; el Ollin, “cuatro movimiento”, símbolo de los cuatro rumbos cardinales y del Quinto Sol. También existe una “Piedra Mapa”, en que se registran esquemáticamente ojos de agua, arroyos, varios edificios con escalinatas y posibles caminos que los conectan.
Al parecer la cúspide de este accidente geográfico fue un espacio habitacional y cívico-ceremonial en el área, vinculado a festividades agrícolas, astronómicas y calendáricas, que tenía un acceso controlado a través de una calzada que circundaba el cerro por su costado poniente y una serie de terrazas ubicadas al norte. En la parte alta se tiene reportada la presencia de viviendas asociadas a talleres de lítica, diseminadas en por lo menos 400 m2. En total se ha registrado la existencia de 14 estructuras arqueológicas y 4 zonas con terrazas habitacionales, de cultivo y contención asociadas a 18 monumentos arqueológicos, entre los que se cuentan 10 petrograbados, 6 maquetas, 1 marcador solar y 1 piedra con pocitas o “xicallis”. Los estudios arqueológicos ejecutados durante nuestra intervención, en conjunto con las evidencias ya conocidas, nos permiten dar una ubicación cronológica principal del sitio, desde el Posclásico Tardío hasta la época del Contacto hispano (1403-1521 d.n.e.).
Cuahilama formó parte significativa de un asentamiento mucho más complejo en términos arqueológicos, ubicado entre la zona cerril xochimilca y milpaaltense, junto a los sitios de Piedra Larga, La Palma, La Malinche, Tlacualleli II y Xicomulco, que conformaban un amplio asentamiento humano con una doble función: el control socio-político de la población xochimilca y el aseguramiento de las rutas comerciales y la tributación de los pueblos de Tierra Caliente hacia los mexicas. En este sentido, Acalpixca (“lugar de los vigilantes de canoas”), debió funcionar como un puerto lacustre donde se embarcaban los productos colectados, de donde partía un ruta de comunicación que tocaba la importante cabecera de Xochimilco, continuando hacia la Península de Ixtapalapa arribando a Culhuacan, bordeando toda la ribera hasta llegar a Mexicaltzingo, donde continuaba rumbo al norte en línea recta tocando los islotes de Ixtacalco, Zacatlalmanco e ingresando a la ciudad de México-Tenochtitlan por el suroeste, dentro de la parcialidad de Zoquiapan-Teopan.[2]
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Tomado de: http://www.gestioncultural.org.mx/revista/06/A-N6-Benavides-Severiano.pdf Fecha de consulta: 25/05/2020
- ↑ Tomado de la Nota de investigación arqueológica: Proyecto Cuahilama-Piedra Larga: salvaguarda e investigación de un sitio arqueológico en la Zona Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, Ciudad de México Del Arqlgo. Juan Carlos Campos-Varela. Públicada el 30 de Septiembre de 2019.