Cementerio Ashkenazita
Datos
El Cementerio Ashkenazita está ubicado en la Colonia 16 de Septiembre en la Alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México. El 18 de agosto de 1912, en el Templo Masónico de Donceles, Jacobo Granat, un inmigrante ashkenazí de origen austriaco, quien trajo el cine a México, acompañado de la Mesa Directiva de Alianza Monte Sinaí, tuvo a bien fundar el primer Panteón judío.
Historia[editar | editar código]
Siglo XX
Ubicado en la calle de Constituyentes frente al Panteón Civil de Dolores, el panteón Ashkenazita se fundó en 1928. La comunidad judía de México quedó constituida en 1912, pero las culturas, costumbres, valores y modelos de organización de los diferentes sectores (ashkenazitas, sefaraditas y originarios de países árabes) diferían tanto entre sí, que en un principio fueron las difíciles circunstancias de la reciente inmigración, y la necesidad de enfrentar unidos los problemas comunes, lo que influyó para posponer, por un lapso muy corto, el shock cultural que provocó el encuentro de grupos tan disímbolos que si bien compartían una tradición milenaria, las variadas geografías en las que el pueblo judío ha radicado, los había dotado de características totalmente diversas.
La pequeña comunidad de judíos árabes ya se había organizado alrededor de instituciones religiosas y sinagogas en las cuales se rezaba según el rito oriental. Los recién llegados ashkenazitas, se unieron a sus correligionarios de habla árabe que rezaban en el Callejón de 5 de Mayo 38. Constantemente se presentaban diferencias por la forma de llevar a cabo los rezos. En 1922 ocurrió una ruptura. Decidieron separarse de Monte Sinaí y crear sus propias instituciones comunitarias y religiosas que incluían también un cementerio aparte, porque los entierros eran otra fuente de conflictos constantes. La nueva comunidad se llamó “Nidje Israel” que quiere decir “los desterrados de Israel”. El panteón se estableció hasta 1927, cuando un judío húngaro llamado Mauricio Menzer, donó un terreno de mil metros cuadrados ubicado frente al panteón de Dolores sobre Constituyentes.
Poetas, escritores, músicos, actores, masones, socialistas, comunistas, sionistas, yidishistas y todas las variantes de judíos yidishófonos que formaron parte del panorama cotidiano de los recién llegados, en su lucha por adaptarse y adaptar su visión de mundo, quedaron registrados en las matzeivot (lápidas) que a base de insignias y símbolos consignan orgullosamente su participación en los diferentes grupos, asociaciones académicas, militares, ideológicas y universitarias, así como su origen y sus idiomas natales. Banderas de Israel ondean en algunas lápidas de sionistas, la hoz y el martillo de los comunistas, compases y escuadras de los masones, máscaras y liras distinguen a los actores de teatro yidish, libros de mármol perpetúan la memoria de los escritores o candelabros para las mujeres que tienen asignada la responsabilidad de encender las velas del sábado. Las lápidas rescatan la iconografía y los símbolos que han caracterizado al arte judío.
Las criptas son conocidas como nefesh (alma). El término parece provenir de los cabalistas que creían que el alma flota sobre la tumba, y la construcción le provee un área donde pueda residir. Las fotografías han sido un tema polémico porque las imágenes han sido proscritas para los judíos ya que violan el segundo mandamiento: “No harás para ti escultura ni imagen”. Sin embargo han sido de uso recurrente en las lápidas. Los estatutos actuales de las diferentes comunidades han decidido prohibirlas.
Arquitectos destacados como Vladimir Kaspé han dejado su huella en el diseño de algunas criptas o lápidas.
En 1947 se contrató al escritor y pintor Yona Fain para realizar en el interior de la capilla un mural alusivo al Holocausto y al levantamiento del ghetto de Varsovia del cual él mismo era sobreviviente. El tema que eligió fue sobre la visión de Ezequiel, el profeta de los huesos, de la redención y del futuro. Nacido en Polonia, después de la guerra se fue a Shangai. En la prensa china leyó sobre los muralistas mexicanos, que plasmaban la historia de México en los muros expresando su ideología de izquierda. Se enamoró de este proyecto artístico y consiguió un trabajo de maestro en México para acercarse a ellos. Se hizo amigo de Anita Brenner y Diego Rivera. Los dos pintores conversaban en ruso y compartían su visión de mundo. Fain recibió ecos del arte público y nacional mexicano, el muralismo, con el énfasis de acercar el arte al público, proyectando una iconografía social de identidad con el pueblo hebreo.
Características[editar | editar código]
La entrada antigua al cementerio no tiene nombre ni muestra nada hacia el exterior. Este dato puede indicarnos la necesidad de mantener un perfil discreto. Al entrar a mano izquierda hay una capilla que es el monumento a la Shoá (Holocausto) en memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis, en la cual se llevaron a cabo por muchos años las ceremonias luctuosas en su memoria. La gran mayoría de las familias ashkenazitas asentadas en México procedentes de Europa quedaron enlutadas; sus familias, los pueblos y los cementerios fueron exterminados.[1]
Personajes Ilustres[editar | editar código]
- Jacobo Zabludovsky
- Rabino Rafalin
- Sam Rozen
- El matrimonio Sirotski,
- Entre otros.
Referencias[editar | editar código]
- ↑ Consultado en: Patrimonio Tangible de la Miguel Hidalgo, 17/07/20.