Templo de la Iglesia de Jesucristo (Ciudad de México)
El Templo de la Iglesia de Jesucristo (Ciudad de México) o coloquialmente conocido como Templo Mormón ubicado en la Colonia San Juan de Aragón en la Alcaldía Gustavo A. Madero, Cuya edificación dio inicio en 1979, y fue el primer Templo de la Iglesia de Jesucristo sobre las tierras Mexicanas, el arquitecto Emil B. Fetzer quien genero el diseño del proyecto recalco que la belleza de este templo se basaba en la arquitectura maya, y sin duda es una de los edificios más bonitos que posee la ciudad de México, y a cualquiera le roba la mirada al pasar por ahí. El templo esta compuesto por un conjunto de un Edificio Principal, cuyo acceso es restringido y determinado por las normas internas de la Iglesia, así como una edificio secundario, que se denomina Centro para Visitantes, el cual es de acceso libre y permite fomentar el conocimiento sobre todos los aspectos principales de la Iglesia de Jesucristo. A lo largo de su historia ha tenido etapas de mantenimiento y ha tenido diversas actividades espaciales, una en especial llamada "Puertas Abiertas" que permiten la entrada a todos los visitantes sin importar su Fe, así mismo ha sido dedicado diversas veces.
Datos
Historia[editar | editar código]
Siglo XX[editar | editar código]
“El 25 de Noviembre de 1979, quedará registrado en la historia de la Iglesia como un día memorable y glorioso para todos los lamanitas de México y Centroamérica…” Éstas fueron algunas de las palabras que se mencionaron por parte del Pdte. de la estaca Aragón, Isaías Lozano Herrera el día de la primera palada del Templo de la Ciudad de México.
Para poder entender un poco más la historia, las promesas y cada una de las pruebas y circunstancias que se enfrentaron para poder erigir el primer recinto religioso mormón en México; tendremos que remontarnos varios años atrás. Pasaron diez años antes de su dedicación, cuando se comenzó a gestionar la posibilidad de poder construir el primer Templo en México, y no fue hasta el apostolado del presidente Spencer W. Kimball cuando dicha gestión tuvo éxito.
Para que la Iglesia tuviera autorización de comenzar la construcción del Templo y todo lo que ello implicaba, diferentes autoridades de gobierno fueron invitadas para visitar las instalaciones de un Templo Mormón en Washington y notaran como son sus construcciones. Los planos para la edificación del primer Templo mormón en México y el Centro para Visitantes fueron presentados para su aprobación ante la Secretaria de Asentamientos Humanos y Obras, en Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (en ese entonces).
La presencia del primer Templo mormón a construir en la Ciudad de México generó una gran atención por parte de dicha Secretaria y en respuesta a esto se designaron a veintidós personas entre arquitectos, ingenieros y dibujantes; para dedicarse únicamente al trabajo y revisión de esta obra.
Durante este periodo, se sostuvieron varias pláticas con el director del ramo de la Secretaria, quien concede los permisos de apertura al culto público en cuanto al Templo; poco después, al abogado consultor de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Martínez Báez, se le otorgó el nombramiento de asesor legal del Ministro de esa Secretaria de Estado. Cuando al Presidente de la Iglesia Spencer W. Kimball se le informó dicho acontecimiento exclamó: “parece increíble como el Señor va abriendo caminos para que se abran las puertas de un Templo en México para los Santos de esa región”
Se habló de igual forma sobre ciertos costos económicos y se les preguntó a los presentes si estarían dispuestos a apoyar financieramente la obra. Era una cantidad cercana a los ochenta y cinco millones de pesos para un costo total, considerando además una posible inflación; por lo que los cálculos podrían aumentar. Y ya que esta reunión era “de consulta” se pidió la opinión de los diferentes presidentes de estaca y presidentes de misión, para dar a conocer sus sentimientos y pensamientos de esta nueva obra en México.
Entre algunas de las experiencias que se pudieron apreciar en los inicios de la apertura de un nuevo centro religioso en México, es sobresaliente la admiración que manifestó el ministro encargado del culto público, por el diseño prehispánico que tendría el Templo, con el fin de no perder sus raíces ancestrales mexicanas. No se parecía en nada a la arquitectura de todas las demás denominaciones religiosas dijó y es destacable mencionar que dicho director de la oficina del ramo de Cultos, siempre tuvo en su oficina, una fotografía del Templo hasta el día en que fue relevado.
Siglo XXI[editar | editar código]
Luego de haber prestado servicio religioso ininterrumpido por 25 años, el templo cerró sus puertas para su primera remodelación en marzo del 2007, abriéndolas de nuevo en octubre del 2008. Se cerraron otra vez en enero del 2014 para una segunda remodelación que duró 19 meses.
El domingo 13 de septiembre del 2015 – 8 días después del último día de la casa abierta – el templo será rededicado formalmente, en una ceremonia de consagración; para lo cual, se llevarán a cabo tres sesiones dedicatorias que contarán con la asistencia de los Santos de los Últimos Días de la región. Otros miembros de la Iglesia participarán en la dedicación por transmisión satélite en centros de reuniones por todo el país.
Historia de Inauguración[editar | editar código]
El día veinticinco de noviembre de 1979, cerca de dieciocho mil miembros de la Iglesia de las estacas Veracruz-México, desde la cuatro de la mañana, acudieron a la ceremonia de la primera palada para el Templo de la Ciudad de México.
Asistieron también a esta ceremonia, el Apóstol Boyd K. Packer como representante de la Primera Presidencia y el Élder Scott quien dirigió el comité del primer Templo en México, a falta del presidente del Templo. Se contó con la asistencia de las Autoridades Generales supervisoras de Área, Élderes William R Bradford y Richard Gordon Scott; F. Burton Howard, Emil B. Fetzer, arquitecto diseñador del Templo y Centro de Visitantes, W. Gordon Christensen, Director de Asuntos Temporales en México, casi todos los Representantes Regionales de los Doce, los presidentes de Misión de México y Centroamérica, las presidencias de estaca, obispados y muchos funcionarios de la compañía constructora, entre miles de Santos de los Últimos Días.
Como crónica anecdótica de ese día, fue impresionante ver al personal de la Clínica 29 del Seguro Social, asomarse por las ventanas, escalinatas y el vestíbulo de ese edificio, que da al frente del Templo, durante las dos horas que duró la ceremonia. El Élder Richard G. Scott, uno de los oradores de esa mañana dijo: “Estamos sumamente agradecidos al Señor por este momento tan histórico en la Iglesia y en el País… cuando nuevamente tendremos un Templo, una “Casa del Señor” y un Centro de visitantes aquí, en este hermoso lugar”.
Proceso de Remodelación[editar | editar código]
Esta remodelación del Templo de la Ciudad de México se enfocó en nuevos acabados interiores, incluyendo mármol extraído de España y fabricado en China; talla nueva de la alfombra en el Salón celestial con diseño mesoamericano; otros diseños geométricos mesoamericanos por todo el interior; vitrales nuevos que coordinan con los mismos diseños mesoamericanos; puertas nuevas de roble y bronce fundido; y carpintería que incluye columnas talladas con el diseño de la cascada que tiene el exterior del templo y frisos con el mismo diseño cesta-teje que rodea el exterior del templo. Se hizo una limpieza exterior completa para mejorar su aspecto.
Arquitectura[editar | editar código]
La idea de que la arquitectura del templo tuviera un diseño maya llegó gracias al arquitecto Emil B. Fetzer (autor de los planos). Éste consideró que el diseño debería ser algo que representara la herencia ancestral mexicana y diera originalidad al proyecto; de igual forma, el autor del diseño prehispánico del Templo, mencionaba que dicha edificación es única en su género, ya que ningún otro edificio mormón está inspirado en la arquitectura nativa; la idea fue presentada ante el presidente Kimball quien aprobó el singular diseño arquitectónico. Es importante mencionar que este diseño maya que posee el Templo no alude a ningún simbolismo ritual; cada greca, línea o figura no representa sino sólo la sencilla belleza de la arquitectura mexicana, remontada a sus raíces.
El ingeniero Manuel González Flores participó en la construcción del templo, él inventó un sistema de cimentación flotante a más de 30 metros de profundidad y permite nivelar el edificio en caso de movimientos telúricos.
Fachada[editar | editar código]
En el exterior es común encontrar taludes y grecas prehispánicas.
El templo está constituido por un basamento, tres niveles y una torre que culmina con una escultura de bronce con cubierta dorada (Ángel Moroni).
El exterior[editar | editar código]
Si abundamos un poco más en la arquitectura que tiene este primer Templo en México, hablaremos sobre la forma como está construido el ángel Moroni y las singulares características que posee. A diferencia de otras efigies en los demás templos del mundo, el ángel está hecho de bronce, tiene una altura de 6.25 metros y su peso es de una tonelada y media. Una de las características especiales del ángel Moroni del Templo de México es que aparece con las planchas de bronce en una mano a diferencia de los otros.
El interior[editar | editar código]
Descripción del Templo[editar | editar código]
El área sobre el cual está construido el Templo es de veinte mil metros cuadrados aproximadamente; cuenta con cuatro salas de sesiones, el salón celestial, y doce salas de sellamientos con diferentes dimensiones.