Museo de Sitio de Cuicuilco
Datos
El Museo de Sitio de Cuicuilco esta ubicado en la Colonia Isidrio Fabela en la Alcaldía Tlalpan en la Ciudad de México. El museo difunde, la que podría ser una de las ciudades más antiguas de la Cuenca de México y, hasta donde se sabe, el primer gran centro cívico religioso del Altiplano Mexicano, este importante sitio mesoamericano del periodo preclásico (800 a.C. a 150 d.C.)
Historia[editar | editar código]
Fecha de fundación: 1 de enero de 1970.
Cuicuilco fue una población en el suroeste de la cuenca de México, cuyo desarrollo cultural se considera uno de los primeros y más significativos en esta región antes del surgimiento de Teotihuacán. Con la construcción de uno de sus principales edificios, el llamado Gran Basamento, una estructura circular de grandes dimensiones (22 m de altura por 100 m de diámetro), en Cuicuilco se comienza a erigir, por primera vez en la historia de este territorio, una arquitectura a gran escala que, junto con otros edificios (por lo menos 14 más), hizo destacar la importancia la población a nivel regional, con lo que comenzó una era de planificación y desarrollo de grandes urbes.
Para el 200 a.C., Cuicuilco alcanzó su máximo desarrollo, al explotar sierras, pies de monte, planos aluviales, lagos manantiales y arroyos. Toda esta variedad favoreció a una población en crecimiento que pudo alcanzar los 20,000 habitantes. Cuicuilco llegó a extenderse sobre unas las 400 hectáreas.
Hacia 250 representaba, junto con Teotihuacán, una de las principales poblaciones de la cuenca de México; se especula que ambas llegaron a competir por la hegemonía regional. Pero un volcán en las estribaciones de la Sierra del Ajusco, conocido hoy como Xitle (“ombligo”), terminó con esta cultura. Sus emanaciones y erupción también alteró gran parte del ecosistema del suroeste de la cuenca de México, y cambió el paisaje en un área de alrededor de 70 km2. La constante lluvia de ceniza y piroclastos, primero, quemó en gran parte las construcciones de la ciudad (hechas en muchos casos de material perecedero) y sus campos de cultivo, además de ahuyentar la fauna y cambiar los cursos de los arroyos. Después, cinco de los siete flujos de lava emanados del volcán fueron cubriendo Cuicuilco. La mayoría de los edificios y casas fueron cubiertos por ceniza y por gruesas capas de lava, y algunas otras construcciones, aunque tapadas parcialmente como el Gran Basamento, con el paso del tiempo quedaron también ocultas por la tierra, la vegetación e incluso el olvido. Sólo algunos vestigios permanecieron como mudos testigos de la grandeza de Cuicuilco, entre ellos los Montículos de Peña Pobre y Tenantongo, fantasmas entre la penumbra del bosque de Tlalpan y la modernidad de la ciudad de México. Así, la primera gran urbe de la cuenca de México, que se desarrolló a lo largo de 1,000 años, en un lapso de sólo 20 fue arrasada por las fuerzas de la naturaleza.[1]
Arquitectura[editar | editar código]
El sitio está dividido en Cuicuilco A, que comprende el Gran Basamento, Kiva, Edificio E1 y la Estela; además de un recorrido por la reserva ecológica. Incluye otros tres sectores fuera de la zona arqueológica: Cuicuilco B (Villa Olímpica), Peña Pobre y Cuicuilco D; también comprende el montículo de Tenantongo en el Bosque de Tlalpan.
Colecciones[editar | editar código]
En este espacio se muestran los objetos arqueológicos descubiertos durante las excavaciones realizadas en la zona, consistentes en cráneos con deformación, piezas estéticas de uso personal, herramientas, la religión que se profesaba, forma de enterrar a los muertos y modo de vida cotidiana.[2]
Temáticas[editar | editar código]
Se difunden aspectos culturales de los habitantes de Cuicuilco, como sus prácticas funerarias, religión y vida cotidiana.
Los temas que incluye el discurso son: mesoamérica, eje neovolcánico, flora y fauna, otros grupos del preclásico, cronologías, tipo físico, indumentaria, cronología cerámica, actividades cotidianas, objetos y materias primas de importación, herramientas, implementos y tecnologías, mapa de ubicación del sitio y extensión del derrame lávico, disposición arquitectónica de altares del gran basamento, religión y escultura, ofrendas, ritos y disposición de restos mortuorios, la vida cotidiana a través de las figurillas y otros objetos, se exhibe una pintura de Jorge González Camarena “La erupción del Xitle”, así como fotos aéreas de la zona de diversas épocas.[2]