La Armella, Zona de Conservación Ecológica
Datos
La Armella, Zona de Conservación Ecológica se encuentra dentro de la Alcaldía Gustavo A. Madero se ubica en el extremo noreste de la Ciudad de México; colinda con Tultitlán, Coacalco, Ecatepec y Tlalnepantla, todos municipios del estado de México. En algunos tramos es la continuación de la Sierra de Guadalupe; hacia el sur, la zona de Cuautepec. Las principales vías de acceso, partiendo del centro de la Ciudad de México, son Avenida Insurgentes Norte, Calzada Ticomán, Acueducto de Guadalupe y Avenida Politécnico Nacional.
Historia[editar | editar código]
La Sierra de Guadalupe se ubica en la provincia fisiográfica Faja Volcánica Transmexicana, antes Eje Neovolcánico Transversal, uno de los rasgos geológicos más característicos del centro del país, constituido por cerca de 8 000 estructuras volcánicas y algunos cuerpos intrusivos que se extiende desde el Pacífico, en Nayarit y Jalisco, hasta las costas del Golfo de México, en Veracruz (Demant, 1978). La Faja, que tiene aproximadamente 1000 km de longitud y una amplitud irregular de 80 a 230 km, se distribuye en dirección este-oeste en su parte central y oriental; oeste-noroeste y este-sureste en su parte occidental, formando un ángulo cercano a los 16° con respecto a la Trinchera Mesoamericana (Gómez-Tuena, et al. 2005). La Faja Volcánica Transmexicana muestra una distribución transversal con respecto a las grandes provincias geológicas mexicanas que corren con una orientación preferencial norte-noroeste y sur-sureste (Ortega-Gutiérrez et al., 1992). En este sistema montañoso discontinuo, situado entre los paralelos 19° y 20° de latitud norte, se localizan las mayores elevaciones de México (Rzedowski, 1978). Dentro de ésta, se ubica la Sierra de Guadalupe que pertenece a la subprovincia de Lagos y Volcanes de Anáhuac y al Sistema de Topoformas, Lomerío. La Sierra de Guadalupe se ubica en la parte central de la cuenca y su contorno se asemeja a una herradura abierta hacia el sur-suroeste, ocupando una superficie de 6 mil 503 hectáreas, de las cuales la mayoría (82 %) se localiza en el estado de México y el resto en el Distrito Federal (Méndez-de la Cruz, 1992). Constituye un sistema montañoso con elevaciones de origen volcánico inmersa en el altiplano central, con altitudes que van desde los 2,250 hasta los 3,050 m (INEGI, 1998). Las elevaciones principales son los Cerros Tlalayote, Puerto El Panal, Picacho Grande. Picacho El Fraile, Punto Vinguineros y El Chiquihuite.
Localización[editar | editar código]
El Área Natural Protegida la Armella se localiza en la Sierra de Guadalupe en el extremo norte de la Alcaldía Gustavo A. Madero, colinda al sur con el Área Natural Protegida “Sierra de Guadalupe”, al Norte con el Estado de México y el Municipio de Tultitlán, al Noreste con los municipios de Tlalnepantla y Ecatepec, y al noroeste con el municipio de Tlalnepantla; esta integrada por dos polígonos, el polígono I con una superficie de 156.43 hreectáas y el polígono II con 36.95 hectáreas, ambos suman una superficie total de 193.38 hectáreas. La poligonal del área se ubica entre las coordenadas geográficas extremas: 19°35’32’’ latitud Norte, 99°08’18’’ longitud Oeste y 19°34’44’’ latitud Norte, 99°06’52’’ longitud Oeste.
Importancia Ambiental[editar | editar código]
Vegetación y flora
La Armella se encuentra dentro de la Región Mesoamericana de Montaña, formando parte de la Provincia Florística de las serranías meridionales, la cual se adscribe a la Faja Volcánica Transmexicana. Esta provincia incluye las elevaciones más altas de México, así como muchas áreas montañosas aisladas, cuya presencia propicia el desarrollo de numerosos endemismos. Localmente, el Área Natural Protegida se localiza dentro de la Cuenca de México. Con base en recorridos de campo y análisis de fotografías aéreas, se describen los siguientes tipos de vegetación:
- Matorral xerófilo: cubre la mayor parte de la superficie del Área Natural Protegida; las especies características son palo dulce (Eysenhardtia polystachya), uña de gato (Mimosa biuncifera), Acaciella angustissima, tuna mansa (Opuntia streptacantha), Havardia leptophylla, Buddleja parviflora y Brongniartia intermedia. También es común encontrar a Dahlia coccinea, Tradescantia crassifolia, Milla biflora, Cardiospermum halicacabum, Bouvardia ternifolia, Ruellia lactea, Thalictrum pubigerum, Ipomoea stans, Mirabilis longiflora, Tagetes lucida y Cologania angustifolia, entre muchas otras especies herbáceas.
- Bosque de encino: en las cañadas más conservadas se distribuyen remanentes de encinares donde predominan las especies Q. rugosa y Q. castanea, mezcladas principalmente con madroño (Arbutus xalapensis), tepozán (Buddleja cordata) y otros arbustos como el palo loco (Pittocaulon praecox), trompetilla (Bouvardia ternifolia), perlilla (Symphoricarpos microphyllus), Calliandra grandiflora y Salvia microphylla, entre otros. Entre las herbáceas se encuentran Sedum oxypetalum, Phytolacca icosandra, Arracacia tolucensis, Begonia gracilis, Stachys coccinea, Phaseolus coccineus, Passiflora exsudans, Metastelma angustifolia y Tillandsia recurvata, entre otras.
- Matorral de encino: se trata de una comunidad arbustiva baja dominada por Quercus frutex, especie que forma una cubierta muy densa. Convive con el Agave salmiana, Nolina parviflora y Havardia leptophylla, entre otros. También es común encontrar a Ipomoea capillacea, Bouvardia ternifolia, Opuntia streptacantha, Lithospermum strictum, Manfreda pringlei, Loeselia mexicana y Echeandia mexicana, entre otras.
- Plantaciones forestales: se distribuyen en manchones irregulares, en áreas donde aún existe el matorral xerófilo. La composición de la vegetación es muy diversa, destacando la presencia de eucalipto (Eucalyptus camaldulensis y E. globulus), pino (Pinus halepensis y P. radiata), retama de tierra caliente (Senna multiglandulosa), cedro blanco (Cupressus lusitanica) y casuarina (Casuarina equisetifolia), entre otras. A partir de colectas realizadas en el área y de revisión bibliográfica, se obtuvo una lista florística, hasta el momento representada por 301 especies, distribuidas en 222 géneros y 79 familias. La familia mejor representada es Asteraceae, con 49 especies.
Fauna
Los datos sobre fauna se describen a partir de un listado faunístico elaborado por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco en 2002, para el proyecto del programa de manejo del área natural protegida Sierra de Guadalupe, así como de recorridos de campo y por el análisis de la distribución del hábitat y evidencias de los efectos adversos de la actividad humana. Para el área se estiman 97 especies de vertebrados, distribuidas en 5 especies de anfibios, 17 de reptiles, 51 de aves y 24 de mamíferos. En el caso de anfibios y reptiles, la mayoría de los trabajos realizados en la Cuenca de México hacen referencia a la zona sur, dándole poca o nula atención al centro y norte. Existen pocos registros de anfibios y sólo uno formal de un reptil. El trabajo más reciente y confiable es el de Méndez de la Cruz, quien registra un total de 24 especies de anfibios y reptiles para la Sierra de Guadalupe y analiza su distribución por ambiente. A partir de la lista de anfibios y reptiles obtenida, una revisión bibliográfica, la reducción de la superficie en la sierra y considerando las condiciones actuales del sitio, se estima la presencia de 22 especies; en el caso de los anfibios, los registros de salamandra y la ranita de Tláloc son poco probables, las otras cinco especies se localizan en los arroyos temporales de las cañadas y, a pesar de su escasez, ninguna especie se encuentra bajo protección legal. En el grupo de los reptiles, de 17 especies registradas 11 (65 %) son endémicas y nueve (53%) se encuentran en alguna categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2001. En el caso de las aves, se registran 51 especies, y de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2001, la aguililla rojinegra (Parabuteo unicinctus) y el vencejo nuca blanca (Streptoprocne semicollaris) están dentro de la categoría Sujeta a Protección especial. Asimismo, de acuerdo con González y Gómez de Silva (2003), existen otras nueve especies que presentan patrones especiales de distribución y diferente grado de endemismo por lo que les asignan las siguientes categorías. En cuanto a mamíferos, en la Sierra de Guadalupe existen pocos registros; a partir de revisiones bibliográficas y recorridos de campo, se estima que existen 24 especies; el orden más representativo es el de roedores con nueve especies y le sigue el de los murciélagos con cuatro especies. Del total de especies, tres se reportan como endémicas, una especie de ratón de campo (Peromyscus difficilis), la tuza (Cratogeomys tylorhinus) y la musaraña (Sorex oreopolus). Otras especies presentes son el armadillo (Dasypus novemcinctus), conejo castellano (Sylvilagus floridanus), zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), comadreja (Mustela frenata) y cacomixtle (Bassariscus astutus). En las zonas cercanas a poblaciones humanas es común la presencia de vacas, caballos, perros domésticos, y en los sitios donde se acumula la basura, ratas y ratones domésticos. Durante la temporada de lluvias se observa una gran cantidad de invertebrados, principalmente insectos y moluscos gasterópodos.