Hotel Continental Hilton (1955-1986)

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Datos

Época
Siglo XX / 1955-1986

Hotel continental.jpg

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Coordenadas
19° 25' 48.97" N, 99° 9' 34.67" W

El Hotel Continental Hilton (1955-1986) es uno de los 49 Inmuebles demolidos más recordados de la Ciudad de México. Se ubicaba dentro de la Colonia Juárez, dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc. Ya fuera por su ubicación o por el renombre de la cadena que lo construyó, El Continental rápidamente se convirtió en uno de los sitios preferidos para alojarse en la capital, como el caso de Marilyn Monroe, cuando lo seleccionó para hospedarse en una visita que realizó en los años sesenta. El edificio tuvo que ser demolido en 1986 por los daños estructurales que sufrió en 1985, terminando con las grandes historias que acontecían en sus salas y pasillos. En su terreno se encuentra ahora el Parque Jesús Reyes Heroles.

Historia[editar | editar código]

1957[1][editar | editar código]

Un evento que marcó a la ciudad fue el sismo que se produjo en 1957, en el que se cayó el “Ángel de la Independencia”. En ese entonces, el hotel sufrió daños en su estructura que requirieron de obras de restauración a lo largo de tres años, en los que se trabajaron el reforzamiento de muros, columnas, trabes y losas para que pudiese sostenerse en caso de sismo. Para mediados de los sesenta, el hotel estaba funcionando a la perfección y dos décadas después se seguían anunciando como un hotel que lo “tenía todo”: tarifas adecuadas, magnífica ubicación y espectáculos de calidad.

1985[1][editar | editar código]

Sin embargo, el sismo del 19 de septiembre 1985 cambió la historia de este sitio, pues pasó de ser uno de los hoteles con más prestigio, y luego a ocupar el número 10 del ranking internacional de ingeniería por la importancia y magnitud con la que fue demolido con base en la cantidad de explosivos, que una vez accionados arrasaron con los 30 mil metros cuadrados de construcción.

El impacto del sismo se reflejó en dos de los tres cuerpos que integraban al inmueble cuando se derrumbaron siete de los 12 niveles que tenía y se fracturaron muros, estructuras y cimentación. Tras una inspección por parte de las autoridades, se determinó que lo mejor para la ciudad era la demolición del hotel. Cabe mencionar que para ese entonces las demoliciones con explosivos estaban prohibidas en la capital, pero al ver la gravedad de la situación el gobierno del entonces Distrito Federal se asesoró con empresas estadounidenses dedicadas a ello y se alió con tres empresas mexicanas expertas en el tema: CID, COCONAL y CONECO.

1986[1][editar | editar código]

En el caso de El Continental, el único dilema era el sitio donde estaba ubicado, ya que el cruce de la Avenida de los Insurgentes con Reforma era sumamente transitado. La demolición requeriría de una perfecta planeación par a no afectar el paso vehicular ni el tránsito peatonal, también para que los escombros producto de los explosivos no contaminaran más de lo necesario y que no lastimaran a ninguna persona. Con este fin fueron contratadas Construcciones, Instalaciones y Demoliciones, S.A. de C.V. (CID) - propiedad de los mexicanos Arturo Olavarrieta y Arturo Ordóñez- y Controlled Demolition Inc., que tras un estudio minucioso de planos, materiales y estructuras iniciaron demoliciones en enero de 1986, con la participación de 10 ingenieros y 200 obreros especializados.

Los preparativos para la demolición de El Continental tomaron tres semanas, en las que los 200 obreros especializados quitaron todos los cables de servicio, perforaron, desmantelaron y removieron 10,000 metros cúbicos de escombros ocasionados por el sismo, colocaron 2,300 metros de cable de acero de 20 milímetros de diámetro en forma de tensores entre columnas, aplicaron 3,841 metros cuadrado de malla ciclónica y triplay en las zonas de barrenos y, por último, colocar los 600 kilogramos de explosivos Tovex -100 que se irían liberando en ciertos periodos de tiempo.

A las 16:00 horas del 16 de febrero de 1986 se escuchó la sirena y empezó la detonación. Así, en menos de una hora, 36 años de historia hotelera quedaron reducidos a escombros y una gigantesca nube de polvo. “El cálculo de la tronada fue magnfíco. Los edificios colindantes al oriente del terreno no sufrieron daño alguno a excepción de una lluvia de polvo. El punto neurálgico localizado en la esquina de Reforma e Insurgentes permaneció limpio de escombros, por lo que el tránsito citadino se vio afectado en lo absoluto. Seis niveles de la cara poniente del cuerpo III  se observaban recargados sobre la montaña de escombros resultante de la demolición de 16 pisos, habiéndose desparramado el grueso del material hacia la calle de Roma y un terreno baldío que ahí se encuentra”, explicaba el ingeniero Olavarrieta.

Durante veinticuatro horas se siguieron las labores de limpieza, remoción y acarreo de todo el material producido por los escombros. Operando turnos continuos de 24 horas se pudo remover y acarrear todas las vigas, columnas y cascajo que se produjo durante la explosión. El sismo dejó como enseñanza que la ciudad necesitaba de ingenieros especialistas en demoliciones.

Arquitectura[editar | editar código]

Arquitectos: Fernando Parra Hernández

Desarrollador: Miguel Alemán Valdés / Enrique Parra Hernández

Estructura de hormigón cubierta con fachada de cortina de vidrio y una pared de arte compuesto hecha con mosaicos venezolanos. El edificio fue dañado por los terremotos de julio de 1957 y septiembre de 1985, reparado en 1960 pero demolido en febrero de 1986 con explosivos.[2]

Eventos Memorables[editar | editar código]

  • Casi dos décadas después, entre finales de los años setenta y principios de los ochenta, el hotel fue sede de uno de los shows más importantes de la farándula nacional: el espectáculo de la violinista Olga Breeskin. Consistía en una presentación musical y dancística donde, la también actriz, se dejaba ver con los clásicos trajes de vedettes estilo Las Vegas, acompañada por animales (como víboras o tigres), además de bailarines y músicos[1]
  • Marilyn Monroe lo seleccionó para hospedarse en una visita que realizó en los años sesenta. Su presencia volcó a los medios, quienes atendieron la cita para conocerla esperándola en uno de los salones del hotel por casi una hora, al que Marilyn entró con la coquetería que la caracterizaba. Y no sólo la prensa quería estar cerca de ella, sino también sus admiradores que al igual que los artistas de hoy, acudieron a las inmediaciones del hotel con la esperanza de verla.[1]

Personajes Célebres[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Tomado de https://www.eluniversal.com.mx/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/los-grandes-hoteles-que-desaparecieron-con-el.
  2. Tomado de: https://skyscraperpage.com/cities/?buildingID=33535.