Drenaje Profundo

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49 Maravillas de la Ciudad de México

Ciudad

Ciudad de México

El Drenaje Profundo es una de las 49 Maravillas de la Ciudad de México. Fue inaugurado en 1975 y ese año la obra fue considerada más grande de México. Este proyecto se unió a un sistema de desagüe complejo: el tajo de Nochistongo, la primera salida artificial de agua de la urbe, que se inauguró en 1789; la segunda red fue la primera etapa del Gran Canal y se terminó en 1900, bajo el Gobierno de Porfirio Díaz; la segunda etapa de esa obra ha estado en uso desde 1954. Y culmina con el Gran Canal, que ha sido la parte más efectiva para los problemas de inundaciones.

Orígenes

Concebida en una cuenca cerrada sobre cinco lagos planos e impermeables, la capital ha hecho esfuerzos sobrehumanos para desahogar las presiones hídricas desde el reinado de Nezahualcóyotl en el siglo XV hasta ahora. Las inundaciones en la Ciudad de México han sido uno de los mayores problemas a lo largo de su historia; desde la fundación misma de Tenochtitlán, pasando por la Conquista y la Época Virreinal, hasta el México moderno, donde los problemas no sólo no se resuelven, sino que por el contrario, cada día fueron más graves. El fenómeno de los hundimientos del suelo en la Ciudad de México, ha sido provocado por la sobreextracción de agua del acuífero y que ha llegado a cifras alarmantes, como ocurre en el oriente de la capital del país, donde se han registrado de 20 cm a 40 cm por año de hundimiento.

Por esa razón se decidió, hasta el siglo XXI, crear este sistema de drenaje profundo para reducir los problemas de inundaciones causadas por los antecedentes de la ciudad construida sobre un lago.

Historia

1960

Aunque la idea de un sistema de drenaje profundo se empezó a analizar desde 1959, en la entonces Dirección General de Obras Hidráulicas, fue hasta 1967 que los trabajos de construcción fueron iniciados y, debido a un gran esfuerzo de trabajadores, en un tiempo récord el sistema fue construido e inaugurado siete años después, que consistiría en el Túnel Emisor Central y dos túneles interceptores.

1970

El 9 de junio de 1975 se inauguró el drenaje profundo de la Ciudad de México, obra que -en su momento- fue considerada como la más grande llevada a cabo. En su construcción laboraron 11 mil 500 trabajadores, se emplearon un millón 310 mil metros cúbicos de concreto y se excavaron 3.5 millones de metros cúbicos de tierra y piedra, equivalentes a 3.5 veces la pirámide del sol.

1990

Durante casi 20 años, el sistema manejaba aguas pluviales y en temporada de estiaje, cada año, se cerraba para su inspección y mantenimiento. Sin embargo, a mediados de los noventa se empezó a utilizar para el manejo de aguas negras, debido a esta pérdida de capacidad de los principales canales y drenajes superciales. A partir de entonces, este importante sistema profundo opera todo el tiempo conduciendo aguas negras.

2000

Ante el problema de las inundaciones y los riesgos que generaban, se realizó, durante la segunda mitad de 2007, obras de emergencia: la construcción de cuatro grandes plantas de bombeo para desalojar hasta 30 metros cúbicos por segundo, por el Gran Canal y el Emisor Poniente. Esta parcial recuperación de la capacidad de conducción del Gran Canal del Desagüe permitió inspeccionar el interior del Emisor Central y realizar reparaciones urgentes.

Características de la Instalación

• Por este túnel de 12 mil 500 kilómetros de tuberías, diariamente salen millones de litros de agua que es descargada en el estado de Hidalgo.

• Son nueve los interceptores que llevan el agua residual y pluvial de la capital hacia el emisor central, el alma del drenaje, que corre a una profundidad de 50 y hasta 237 metros.