Colonia Barrio de Niño Jesús

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La Colonia Barrio de Niño Jesús se encuentra ubicada en el corazón de la Alcaldía Coyoacán, al poniente del Pueblo de Los Reyes, al oriente de la colonia Cuadrante de San Francisco y el Pedregal de San Francisco y al sur del Barrio de la Concepción y la Villa Coyoacán. Sus orígenes se remontan a la época colonial, aunque no se sabe con precisión el año de su fundación. Algunos registros históricos señalan que la ermita del Niño Jesús, que hoy es la Iglesia que da nombre al Barrio, fue edificada en el siglo XVI por la congregación de los franciscanos, con el mismo estilo arquitectónico que otras ermitas cercanas, como la de San Francisco de Asís, San Lucas, Los Reyes, Santa Catarina, La Concepción, así como la Catedral de San Juan Bautista en el centro de la Alcaldía, y que es la sede de los franciscanos hasta la actualidad.

Historia[editar | editar código]

Colonial[editar | editar código]

Durante los primeros años de la Conquista, en el siglo XVI, cuando Hernán Cortés se estableció en Coyoacán y fundó el primer ayuntamiento de la cuenca del valle de México, aprovechó la organización sociopolítica prehispánica que había regido al señorío de Coyohuacan. Antes de la llegada de los españoles, Coyoacán había sido un tlahtocáyotl, dependiente del señorío de Azcapotzalco, y que a su vez se encontraba conformado por varios calpulli.[1] Esta misma estructura fue utilizada por los españoles al fundar la Villa de Coyoacán, como centro político y administrativo sobre el cual se estableció la primera capital de la Nueva España.

Hernán Cortés mandó a construir el edificio de gobierno, y a la par se comenzó a edificar la Iglesia de San Juan Bautista, santo del cual era muy devoto Cortés. Esta primera urbanización de Coyoacán se replicó en sus localidades cercanas, las cuales evolucionaron de los calpulli al establecimiento de barrios, que fueron adquiriendo una personalidad propia, comenzando por la construcción de ermitas o pequeños templos, dedicados a un santo patrono en particular, como fue el caso de Santa Catarina Acolco, La Limpia Concepción, San Francisco Hueytetitla, San Gregorio Quauhtlacapan, Tochco, Los Reyes, La Trinidad y Niño Jesús Tehuitzco, nombre con el que se conoció al Barrio en sus orígenes.[1]

El Barrio del Niño Jesús Tehuitzco, recibe su nombre gracias a los frailes franciscanos, los cuales aprovecharon la existencia de un teocalli o adoratorio en el cual los indígenas realizaban diferentes celebraciones, en torno al año nuevo. De acuerdo con versiones de los nativos del barrio, los franciscanos construyeron una capilla en donde se encontraba el teocalli y dedicarlo al Niño Jesús, y a la vez aprovechar su imagen como elemento de evangelización, por lo cual su fiesta patronal se estableció el 31 de diciembre y 1 de enero de cada año, en sustitución de las antiguas celebraciones indígenas.

De acuerdo con el testimonio de Graciela Díaz de León Toussaint, escultora nativa del Barrio, la iglesia era un oratorio del siglo XVI y solo se abría para la fiesta de Nochebuena y la fiesta del santo patrono. Según cuenta en un testimonio recopilado para la revista "Los barrios de mi ciudad", en las obras de remodelación de la actual iglesia llevadas a cabo en 1948 aproximadamente, se hallaron entierros coloniales y prehispánicos, por lo cual se reafirma la teoría de que anteriormente era un teocalli.[2]

Orografía e hidrografía[editar | editar código]

Fragmento del mapa "México y sus cercanías" de Antonio García Cubas, que data de 1885 y donde se puede apreciar la ubicación del Barrio del Niño Jesús limítrofe con el Pedregal.[3]

El adjetivo náhuatl Tehuitzco significa literalmente "cerro formado de tres puntas de piedra", "pedregal de piedras agudas" o "en las espinas de piedra"[4], lo cual guarda relación con la naturaleza orográfica en la cual se encontraba el Barrio en sus orígenes, que se caracterizaba por la colindancia con el Pedregal de Santo Domingo, mismo que aportaba materiales necesarios para la construcción de los primeros asentamientos de la zona.

Una de las características más destacadas del Barrio del Niño Jesús Tehuitzco, y que permitió que se asentaran en esta localidad, era la presencia de recursos hídricos naturales en abundancia. De acuerdo con algunos estudios e investigaciones de Enrique Rivas Llanos, ex director del Museo de Sitio Arqueológico Hueytlilatl del Pueblo de Los Reyes Coyoacán, el cual conserva la evidencia histórica del Sistema Hidráulico Acuecuexco, el Barrio del Niño Jesús formaba parte de este sistema hidráulico de importancia para los pueblos circundantes a los pedregales.

En sus investigaciones en coordinación con la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) encontraron algunos documentos en el Archivo General de la Nación, los cuales datan de 1712, en los cuales el corregidor del Marquesado del Valle, Pedro Fernández Cacho, visitó el Barrio del Niño Jesús y dio fe de dos hechos históricos: primero, confirma que la ubicación del Barrio se encontraba en los límites del Pedregal, así como la ermita del Niño Jesús; y segundo, confirma la presencia de manantiales y ojos de agua en el Barrio, que los nativos llamaban Chichichihuapan (que en náhuatl quiere decir, lugar de la preciosa mujer que cría, asociado con la diosa de las aguas y la fertilidad Chalchitlicue), y se conectaba con el manantial de Tetepilocan, que recibía las aguas de los manantiales del Pueblo de los Reyes.[5]


Siglo XIX[editar | editar código]

Composición social[editar | editar código]

De acuerdo con algunos documentos históricos, a finales del siglo XVIII los habitantes del Barrio eran españoles, mestizos, castizos y pardos.[6] La estructura social del Barrio comenzó a moldearse en desde la época colonial, sin embargo, la rastreabilidad de los árboles genealógicos de las familias nativas del Barrio es compleja y solo se hace más clara hasta el siglo XIX. De acuerdo con los pobladores nativos del Barrio, existieron 6 familias fundadoras: Ledezma, Piña, Negrete, Hernández, Mendoza y Rodríguez, pero durante la segunda mitad del siglo, llegó al Barrio la familia Bautista, que se convirtió en protagonista fundamental para el desarrollo del Barrio.

Esta naturaleza mestiza, es la que le ha dado la identidad al Barrio, el cual ha sido receptivo de una gran cantidad de visitantes que se han quedado encantados con su tranquilidad desde siglos atrás. De acuerdo con la escultora Graciela Díaz de León Toussaint, al Barrio también llegaron familias extranjeras, por ejemplo, las familias Schrader, de origen alemán, y de origen francés los Proudom, Ritter y Toussaint, de la cual es descendiente.[2]

Algunos testimonios históricos señalan un ambiente muy cordial en el Barrio: "La gente del barrio del Niño Jesús eran silenciosas, amigables y estaban emparentadas entre sí. El oficio al que se dedicaban era el de torneros y fabricaban trompos, baleros, adornos artísticos."[7]

Primer trazo urbano[editar | editar código]

Desde la colonia hasta finales del siglo XIX, el Barrio del Niño Jesús no sufrió cambios significativos en su estructura urbana. El diseño bajo el cual se construyó el Barrio, se puede clasificar como de "plato roto", lo anterior debido a la naturaleza accidentada del terreno que impedía trazar calles con mayor orden, es decir, la distinción entre calles paralelas y perpendiculares de manera notoria.[8]

La calle principal del Barrio se llamaba Huixquiltenco, aunque hay otras versiones que apuntan que el nombre era calle Hidalgo. Sin embargo, a finales del siglo XIX la calle cambió su nombre a Fernández Leal, en honor al Secretario de Fomento del Gobierno de Porfirio Díaz, el Ing. Manuel Fernández Leal. Otra de las calles emblemáticas del Barrio, es la calle Espíritu Santo, que de acuerdo con las narraciones de los pobladores, antes tenía el nombre de Tepexpan (aunque la continuación de la calle, aún conserva el nombre Tepexpan), sin embargo debe su nombre a que la familia Ruiz Valdés, poseedora de algunos huertos frutales, mandó a hacer una escultura de una paloma blanca en la entrada del huerto, por lo que los vecinos la asociaron con el Espíritu Santo, lo cual rebautizó la calle con el nombre que conserva hasta la fecha.

Siglo XX[editar | editar código]

El nuevo siglo llegó al Barrio y trajo consigo varias transformaciones que cambiaron su estructura tanto urbana como social. Gracias a algunos escritos de Don Ricardo Hernández Tapia, habitante nativo del Barrio, es posible obtener una fuente primaria que explica en detalle cómo era el Barrio a principios del Siglo XX:

Nuestro barrio con sus tradiciones, la capilla del santo niño Jesús y la nostalgia por una época manuscrito elaborado por Don Ricardo Hernández Tapia

"En aquellos días de aquellos años veintes, nuestra niñez transcurría dentro de un pequeño mundo llamado Barrio del Niño Jesús. En nuestras familias había muchas limitaciones; las causas de los tiempos difíciles eran los estragos causados por la influenza española y el sufrimiento de nuestros padres y abuelos por la epidemia del hambre, como consecuencia de la prolongada Revolución. Sin embargo, ¡cómo no añorar aquellos tiempos!. Nos rodeaba un ambiente limpio, y sin tener abundancia, los alimentos eran sanos y nutritivos, nuestra casa de techos altos y amplias habitaciones, construida por mis bisabuelos sobre las rocas del pedregal, Sixto Tapia y Soledad Rivas quienes la dejaron a mis abuelos Filomeno Tapia y Tecla Belmont y que, gracias a Dios y a ellos, fue recibida en herencia por mi querida mamá Tere. [...] En relativo silencio nos dejaba oir a todas horas aquí el Barrio las campanadas del reloj de la Parroquia; en los meses de frío los extensos campos y alfalfares se cubrían de suave escarcha. Sentíamos que el tiempo se detenía para admirar lo grande de la naturaleza...para luego transcurrir lentamente."[9]

La vida rural del Barrio[editar | editar código]

El Barrio del Niño Jesús se caracterizaba por sus grandes extensiones de terrenos llanos, en los cuales se practicaba la agricultura y ganadería de pequeña escala, sembrando principalmente zacates y alfalfa que servía de alimento para el ganado bovino y porcino que se criaba en el Barrio. Pero también existía una gran cantidad de árboles frutales, como perales, manzanares, membrillos, así como cultivos de acelgas, espinacas, chícharos, fresas; también de flores como girasoles y rosas; y de igual forma, debido al pedregal, nopales y tunas en abundancia.

Hay testimonios como los de Graciela Díaz de León, que recuerdan cómo era el Barrio a principios del siglo: "En este predio, lo que abundaban eran las huertas y mis abuelos adquirieron esta tierra que era parte de una manzana, como en 1913. La delimitación de la huerta de mi abuelo eran grandes llantas de alcatraces y membrillos. Los dueños tenían nombres ancestrales como Temeztitla y Falalta. En esta propiedad había árboles frutales y mi abuela sembraba flores; se encontraban víboras y conejos salvajes que venían del Pedregal"[10]

Otro testimonio, de Antonio Mendoza Rodríguez señala lo siguiente: "Mi padre se llamaba Marcos Mendoza Piña y murió en 1911. Antes era un baldío. De la segunda a la tercera cerrada de Heliotropo, era propiedad de mi papá. Allá sembrábamos maíz y frijol. Yo estudiaba y ayudaba a los peones que trabajaban en el campo"[10] Otra voz de la época es la Sra. Concepción López Piña, que señala: "Mi abuelita, la Sra. Lupita Piña, era dueña de todos los lotes que hoy abarcan la tercera cerrada de Heliotropo y que limitaban con el Pedregal de Santo Domingo, de hecho se podía caminar desde lo que hoy es Miguel Ángel de Quevedo hasta el Eje 10 caminando por los pedregales, aunque había que cuidarse de los cincuates, las víboras de cascabel y las tarántulas que salían a medio camino. Los terrenos de mi mamá eran prácticamente pedregal, que poco a poco los fuimos emparejando y construyendo nuestras casas con el paso de los años, por eso hay unas casas más arriba que otras, se fueron haciendo conforme se iba picando la piedra."[11]

La llegada de las mercedarias[editar | editar código]

En la década de los 30 del siglo XX, la religiosa María del Refugio Aguilar y Torres, viuda de Cancino, y fundadora de la orden religiosa de las Hermanas mercedarias del santísimo sacramento, decide establecer la sede de su congregación en el número 130 de la calle Fernández Leal, debido a diversos conflictos que tuvo la orden religiosa por la guerra cristera, y que las obligó a buscar un sitio más seguro para profesar la fe. La llegada de las mercedarias al Barrio del Niño Jesús no pasó desapercibida por sus habitantes, pues la congregación se convirtió en un protagonista más de la vida diaria del Barrio, conviviendo con los servicios eclesiásticos de la Iglesia del Niño Jesús, oficiando algunas misas, preparaciones para primera comunión, comuniones y bodas.

Otro aspecto que trajeron las mercedarias al Barrio del Niño Jesús, fue la instalación de la única escuela de la que se tiene registro en el Barrio, que fue la escuela "María Teresa Cancino" que operó como kinder, preprimaria y primaria desde mediados de los años 40, hasta el año 1998, cuando tuvo que cambiar su sede a un inmueble en el centro de Coyoacán.

Es precisamente la década de los años 40, cuando en el marco del desarrollo estabilizador, el Barrio comienza a vivir las transformaciones más importantes, que le dieron su identidad y sentido de pertenencia que perdura hasta nuestros días.

La transformación urbana del Barrio[editar | editar código]

Algunos testimonios como el de la escultora Graciela Díaz de León describen cómo era el Barrio en la primera mitad del siglo XX: "Eran puros callejones, no había calles. Era tan angosto que no cabía un automóvil, aquí solamente pasaban carretas con alfalfa para las vacas, porque aquí había muchas vacas. Todos tomábamos leche de vaca fresquísima."[12] Otro testimonio de la Sra. Elena Salazar Ortiz señala que: "Cuando tenía 10 años, mi mamá compró el terreno a 50 centavos el metro. Compró 300 m2. Antes se pagaba con monedas de oro y plata.[12]

Los años 40 fueron determinantes para Coyoacán, y en este proceso también se vio inmerso el Barrio del Niño Jesús. En esta década se inauguran las avenidas Miguel Ángel de Quevedo y Pacífico, que en otros tiempos no tenían un trazo tan claro como lo conocemos actualmente. Este proceso implicó la compra y expropiación de terrenos por causa de utilidad pública, lo cual provocó dos fenómenos: el desplazamiento de población nativa hacia otros sitios y el aumento de la población en los pueblos circundantes al Pedregal, los cuales empezaron a asentarse en las piedras y poco a poco irla transformando para construir sus viviendas.

Este proceso de crecimiento demográfico y urbano, aunado a la construcción de otras obras magnas como la edificación de Ciudad Universitaria, comenzaron a ejercer una presión sobre los recursos naturales de los que gozaba el Barrio.

Del apogeo del agua a la carestía[editar | editar código]

El avance de la urbanización en y alrededor del Barrio comenzó a hacerse notorio en la sobre explotación de los recursos que durante siglos habían conservado los nativos del Barrio. El agua fue el primer recurso que sucumbió ante esta situación. Los pobladores recuerdan cómo era la situación del agua en el Barrio antes del crecimiento urbano. Por ejemplo, el Sr. Vicente Negrete relata: "Nuestro barrio contaba con ojos de agua, así como sus características canales por las cuales corría el agua en forma de arroyos, lo que hacía bastante fértil el terreno de este lugar."[13] El Sr. Álvaro Rosas recuerda: "En donde está la capilla había una zanja de agua, un canal, agua corrediza, no estancada. El púlpito quedaba cerca de la cerrada de Heliotropo y daba agua muy limpia, plateada."[14] Esta situación cambió con el paso de los años, y los recursos hídricos con los que contaba el Barrio se agotaron, destinados a cubrir las necesidades de otras colonias cercanas.

Ante esta situación, la familia Bautista tomó un papel protagónico y de vital importancia para el Barrio. La Sra. María Elena Bautista recuerda este proceso histórico para la comunidad:

En 1944, me tocó ver cuando abrieron para el drenaje. Mi papá Francisco Bautista Romero, sus hermanos y los amigos Francisco Rodríguez, Alfredo Tenorio, Enrique Álvarez, Julián Hernández y otros, metieron el agua en todo el barrio. Se pusieron hidrantes en determinados lugares y luego la gente tomaba el agua de ahí. Ya después se metió agua en las casas y hasta se hizo un corrido, que se canta con la música de Rosita Álvarez. Se lo cantaron con mariachi a don Pancho Bautista en una fiesta sorpresa al final de la obra.[14]

De acuerdo con el testimonio de la Sra. María Elena Bautista, el "Corrido del agua" fue compuesto por Don Antonio Fernández en 1944, como agradecimiento a Don Francisco Bautista por introducir el agua potable al Barrio:

Placa conmemorativa en el domicilio de Don Francisco Bautista Romero en la calle de Tlalaxco

Corrido del agua[14]

Barrio del Niño Jesús, ¡Hay!, que se muere de sed,

quien nos consigue el permiso, quien nos hace la merced,

de darnos el agua a chorro en toda Fernández Leal o calle

de Heliotropo si no les parece mal...

...

Faltaba un hombre de empuje que surgiera en el momento

y se agarrará a trompadas con todo el Ayuntamiento

Ese soy yo dijo Pancho, lo juro por esta cruz

traeré el agua para mi pueblo y para mi Niño Jesús

12 de marzo de 1944, Antonio Fernández

Capilla del Niño Jesús en 1932. Foto de Lauro E. Rosell

De la ermita a la Iglesia del Niño Jesús[editar | editar código]

Sin lugar a dudas, el sitio emblemático y de identidad para los nativos del Niño Jesús es la Iglesia; sin embargo, no es la misma ermita que fue edificada por los franciscanos en el siglo XVI. En la década de los 40 vivió una serie de transformaciones realizadas por los mismos habitantes, con el fin de edificar un templo más grande, moderno y que diera cabida al creciente número de devotos del santo patrono.

Construcción de la Iglesia del Niño Jesús[editar | editar código]

Iglesia del Niño Jesús en la actualidad

La fiesta del Niño Jesús es sin duda el momento más álgido para los habitantes del Barrio y para los devotos del santo patrono. Por este motivo, y de acuerdo con las narraciones de Enrique Rivas Llanos, a finales de la década de los 30, la Junta de Mejoras del Barrio acordó la ampliación del templo, para lo cual los vecinos se organizaron y aportaron todos los fondos y mano de obra para la realización de la construcción. Las obras comenzaron aproximadamente en el año 1945, y comenzaron dinamitando la vieja ermita, en la cual se encontraron vestigios arqueológicos que datan de la época prehispánica y colonial. Algunos testimonios de la época señalan que lo único que se conservó intacto fue la cúpula, el arco y la torre del campanario, el presbítero de la capilla, Fray Emilio Salazar Mateos, lo relató así en una entrevista en 1997: "La parte más antigua de todo este edificio y de sus anexos, es la torre. Los estilos están encimados y se puede considerar colonial moderno en su conjunto."[6]

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Las nieves de la Siberia: del Niño Jesús para el mundo[editar | editar código]

La Sra. Concepción López Piña cuenta la historia de las famosas Nieves de la Siberia:

Mis tíos Luciano Robles e Inés Piña comenzaron el negocio de las nieves en sus barriles en el Barrio, primero como una actividad de gusto, pero cuando vieron que a la familia les gustaban mucho sus nieves, se decidieron a fundar un negocito en el centro de Coyoacán aproximadamente en el año 1945. El negocio fue muy exitoso y comenzaron a ampliar los locales con la ayuda de sus sobrinos Antonio, Pancho, Guillermo, Marcelino y Juana, todos de la familia Piña, debido a que mis tíos nunca pudieron tener hijos. Mi tío Luciano tenía la fórmula de las nieves. sabía hacerla muy bien, eran muy ricas. Cuando falleció el tío Luciano, les heredó el negocio a sus sobrinos, pero Antonio Piña es quien recibió la receta de cómo hacer las nieves, la receta de mi tío. Luego se la enseñó a su hermano Guillermo. Ya después los hijos de Pancho y Marcelino se separaron e hicieron cada quien su nevería. La Siberia sigue siendo manejada por los hijos de Memo Piña, y los hijos de Marcelino abrieron la nevería El portal del sabor, también en el centro de Coyoacán.[15]

La presencia de artistas era frecuente[editar | editar código]

Los pobladores del Barrio recuerdan con gran añoranza cuando en las décadas de los 40 y 50, en plena época de Oro del Cine mexicano, muchos artistas elegían el Barrio del Niño Jesús como lugar para sus filmaciones. Actores y actrices como Dolores del Río, Jorge Negrete, Gloria Marín, Silvia Pinal, María Félix, Luis Aguilar, e incluso actores como Carlos Navarro y Guillermo Murray vivieron en la calle de Fernández Leal y la actriz Blanca de Castejón tenía su residencia en la calle Espíritu Santo.

El Barrio moderno[editar | editar código]

En los años 80, recuerdan los habitantes, había una gran cohesión en torno a las tradiciones del barrio, las posadas, procesiones del Niño Jesús y demás festividades, eran celebradas con gran gusto y orgullo por todos sus habitantes. Esto no eximió al Barrio de los problemas clásicos en las urbanizaciones, como los temas de inseguridad. Dada la estructura urbana del Barrio, las únicas entradas son por la Calle Fernández Leal o Espíritu Santo, por lo cual a mucha gente le daba miedo meterse al Barrio, pues era constante que hubieran asaltos a transeúntes.

En los 90, también comenzaron algunos problemas por la escasez de agua potable, que debido a la gran urbanización de los pedregales, redujo el vital líquido en el Barrio. Las calles pequeñas dificultan el paso de vehículos grandes, por lo cual el camión de basura siempre se debe estacionar hasta la Iglesia, obligando a los habitantes a caminar con su basura algunos metros. A finales de los 90 también comenzaron problemas con la energía eléctrica, pues solo existía un transformador en todo el Barrio, ubicado en la Iglesia, y eran constantes las fallas eléctricas sobre todo en el callejón de Heliotropo.

Monumento histórico[editar | editar código]

El 24 de abril de 1982, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Declaratoria de nacionalización de bienes relativa al inmueble que ocupa la Capilla de Niño Jesús y anexos en la Delegación de Coyoacán, en la cual se reconocen algunos de los aspectos característicos de la Iglesia del Niño Jesús, pero esta declaratoria reconoce en su fracción "d" lo siguiente:

No existen datos sobre el avalúo estimativo del inmueble, en razón de que, en el caso, se trata de un monumento histórico por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, ya que data del siglo XVII y no se puede calcular el valor según se desprende del informe estadístico.[3]

Gracias a este documento, existe una protección por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la Iglesia del Niño Jesús, que es considerada como un monumento histórico.

Casa de la esquina del callejón de Heliotropo y la primera cerrada de Heliotropo, donde ocurrió la sustracción del posible prestanombres del Chapo Guzmán.

¿El Chapo en el Barrio?[editar | editar código]

En el año 1992 ocurrió un hecho sin precedentes en el Barrio, cuando de manera súbita e inesperada, una camioneta entró por la fuerza a un domicilio del callejón de Heliotropo, en la esquina con la primera cerrada. De la camioneta descendieron varios sujetos que dijeron ser agentes federales, y sacaron de la casa a un hombre, lo metieron a la camioneta y salieron huyendo. Los vecinos quedaron perplejos ante tal acontecimiento, incluso una doctora del Barrio dio apoyo a la esposa e hijos del plagiado, quienes se encontraban en estado de shock.

Más tarde se sabría gracias a un artículo de la Revista Letras Libres, que el plagiado del callejón de Heliotropo, respondía al nombre de Marco Antonio Solórzano Félix, quien de acuerdo con algunas investigaciones, era prestanombres del Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa.[16] Desde aquél entonces y hasta la fecha, para algunos vecinos la referencia del domicilio involucrado es "la casa de los narcos".

Siglo XXI[editar | editar código]

Ya entrado el nuevo Milenio, el Barrio continuó transformándose y creciendo gradualmente. Uno de los primeros hechos destacados ocurrió en el año 2002, cuando se instalaron medidores en las casas de la tercera cerrada de Heliotropo, lo anterior, debido a la petición sumaria de los vecinos y el Comité Vecinal. Aquí tenemos el fragmento de una carta publicada en el semanario Proceso en el año 2001:[17]

Visita de la delegada de Coyoacán, María Rojo, para la instalación de transformador y medidores en la tercera cerrada de Heliotropo. Recepción del Comité Vecinal encabezado por la Sra. Francisca Bautista y familias de la calle

Hace meses nos entrevistamos con la delegada de Coyoacán, María Rojo, para exponerle que en nuestro barrio no hay una electrificación adecuada, y ella se comprometió a resolver el problema Sólo falta instalar un par de postes de luz, un transformador, cable y otros implementos aislantes para que los medidores de luz puedan colocarse dentro de las casas y para prescindir de la maraña de alambres que cuelgan en la calle, así como de los tableros improvisados a la intemperie

Reiteradamente hemos vuelto a las oficinas de María Rojo, y los resultados siempre son los mismos: “Estamos analizando el caso conjuntamente” (con la Compañía de Luz y Fuerza del Centro), o “ya dimos instrucciones para que se atienda”, y nos remite con funcionarios de la Subdelegación de Obras y Servicios Públicos, quienes, al igual que su jefa, lo único que hacen es darle vueltas al asunto

Técnicos de la Compañía de Luz y de la propia Delegación ya confirmaron el grave peligro que corremos en esta zona de estrechos callejones —no hay salida por ningún lado—, porque el riesgo de un siniestro es elevado Pero funcionarios de la sucursal Álvaro Obregón de la Compañía de Luz han llegado al cinismo de decir que lo mejor es que nos colguemos con “diablitos”

Fragmento de carta enviada a la revista Proceso por la Sra. Silvia del Carmen Espinosa López, representante vecinal

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Gracias a la presión vecinal, llevada a cabo por el Comité vecinal representado por la Sra. Francisca Bautista, se logró que la delegada María Rojo, interviniera directamente y se gestionara la instalación de medidores en la tercera cerrada de Heliotropo.

Dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sobre los daños causados por el terremoto de 2017

En el año 2010, ocurrió una transformación urbanística del Barrio, mediante el cual se logró remodelar las fachadas de todas las calles, para armonizar el estilo de la pintura y lograr que hubiera cierta uniformidad en las calles. Posteriormente, gracias a la iniciativa vecinal y el ejercicio de los Presupuestos participativos, se ha logrado la instalación de luminarias, repavimentación y nivelación de calles, desazolve de drenajes y reconstrucción de banquetas, que hasta la fecha siguen en buen estado.

19 de septiembre de 2017[editar | editar código]

El terremoto del 19 de septiembre de 2017, tomó a todos los habitantes del Barrio desprevenidos. Hubo algunos daños estructurales menores en algunas casas del callejón de Heliotropo, y se cayó la barda del antiguo caserón donde vivió Manuel Álvarez Bravo, pero sin lugar a dudas, el sismo golpeó al emblema del Barrio: la Iglesia.

El movimiento telúrico fue muy fuerte, por lo cual, la iglesia sufrió diversos daños en su infraestructura, columnas cuarteadas, el campanario colonial se fracturó y corre el riesgo de derrumbarse. De acuerdo con un dictamen emitido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la iglesia tiene fracturas en la fachada, contrafuerte del arco, campanario base y arcos, motivo por el cual, la iglesia permanece cerrada al público desde entonces. Las misas y demás liturgias se han tenido que hacer en una carpa instalada en el atrio, como una solución temporal.

Arquitectura y estilo urbano[editar | editar código]

El Barrio del Niño Jesús a pesar de ser pequeño en sus dimensiones territoriales con aproximadamente 9 hectáreas y tener una traza de "plato roto" con sus estrechos callejones y cerradas, esto no ha sido impedimento para que se haya dado el proceso de urbanización. Al ser un Barrio originario de Coyoacán y estar ubicado en una alcaldía central de la Ciudad de México, el Barrio del Niño Jesús, de acuerdo con el INEGI está dentro del primer contorno urbano, por lo cual actualmente tiene una amplia cobertura de servicios y equipamiento urbano, esta cobertura se servicios urbanos ha sido gracias a la unión y lucha de los habitantes del Niño Jesús.

Para los originarios del Barrio como para los visitantes, éste se siente como un pequeño espacio de tranquilidad, inmerso en la gran urbe.  Recordando lo que un día fue, un Barrio con tintes campiranos. Las relaciones sociales que se dan, en este lugar de la ciudad, hacen sentir a sus habitantes un descanso de las ajetreadas e intensas situaciones de estrés que se dan en otros lugares de ésta.

Las interacciones sociales que se dan en el Barrio refuerzan el sentido de pertenencia y comunidad, las cuales sobreviven a pesar de los cambios externos de urbanización, que se han dado en la ciudad, los cuales también han reconfigurado arquitectónicamente las viviendas, pero no las relaciones entre sus habitantes. Es de resaltar, que el espacio público más recurrido para realizar actividades vecinales es el atrio de la Iglesia, ya que el Barrio del Niño Jesús, no cuenta con parques o jardines propios, sin embargo, su cercanía al primer cuadrante del centro histórico de Coyoacán, lo hacen un Barrio bien ubicado para poder acceder a bastantes a tracciones culturales, gastronómicas y de esparcimiento.

Arquitectura[editar | editar código]

Fachada típica del Barrio
Fachada típica del Barrio en calle Tlalaxco

Se destaca, que el proceso de urbanización que se ha dado en el Barrio del Niño Jesús es principalmente del siglo XX y lo que va del XXI. La reconfiguración arquitectónica, es donde se aprecia este cambio, aunque técnicamente el Barrio no ha pasado por un proceso de gentrificación, si se han construido durante los últimos 10 años, ciertas viviendas de tipo departamental, donde el diseño es moderno, ya que las construcciones se hacen por inmobiliarias. Esto rompe un poco con la dinámica que se tiene en el Barrio, ya que estos nuevos complejos se encierran, se amurallan con grandes puertas, lo cual los integra poco a la vida del Barrio.

En cuanto a las demás viviendas, que pertenecen a familias fundadoras del Barrio, lo que ha predominado es la vivienda de autoconstrucción, por lo tanto, las fachadas de éstas no tienen un estilo único, ya que, cada familia le ha dado su propio diseño construyendo en distintos momentos. Lo que, si es seguro, es que muchas de las viviendas fueron construidas con material del pedregal, por lo que es común ver que los cimientos son de este material, así como las bardas de las viviendas.

Casa-estudio de Graciela Iturbide, afamada fotógrafa

Arquitectónicamente hay viviendas con un estilo sencillo, que hacen recordar al campo. Suelen ser simples en su diseño, amplias con vigas de madera en los techos, ventanales en forma de arco y sin muros divisorios al interior, ejemplo de este tipo de estilo arquitectónico es la casa que habitó el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo.

Puerta de madera de la casa de los Bachstez

Se destaca que, en algunas viviendas, los materiales o algún detalle hacen que resalte el diseño de éstas, en el caso de las fachadas algunas suelen tener un pequeño arco sobre la puerta principal de acceso. Este tipo de detalles estéticos son usados para colocar alguna figura religiosa. También es usual, encontrar puertas de madera que son características de las casas más clásicas del Barrio.

Dentro de la diversidad de estilos que hay en las viviendas, uno resalta por su diseño, es el estudio de la fotógrafa Graciela Iturbide, diseñado por su hijo el arquitecto Mauricio Rocha Iturbide. El diseño de este estudio resalta, ya que, es una torre de ladrillos de tres pisos que sobresale alrededor de las demás casas que suelen ser de un piso o a lo mucho dos.

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Iglesias, Templos, Parroquias, Capillas, Conventos[editar | editar código]

Iglesia del Niño Jesús en 1930

La Iglesia del Niño Jesús, es sin duda uno de los puntos emblemáticos del Barrio y que lo dota de identidad tanto como a sus habitantes. La estructura inicial de la iglesia, data del siglo XVI, cuando se construyó una pequeña ermita en honor al Niño Jesús, edificada sobre un teocalli que los indígenas utilizaban como adoratorio. De acuerdo con estudios del Dr. Alberto Peralta de Legarreta, historiador e investigador de la Universidad Anáhuac, las primeras ermitas de la zona, correspondieron con un estilo austero, propiciado así por los mismos franciscanos y su voto de humildad. La estructura inicial de la ermita del Niño Jesús Tehuitzco, fue de tipo Capilla abierta o de patio:

Estas humildes y simples capillas aisladas contaron con un presbiterio elevado por gradas que generalmente estaba precedido por un amplio arco de piedra, que le servía tanto como elemento delimitador como de protector estructural, gracias a que permitía agregar un techo de viguería sobre el altar. Estos edificios carecieron en su mayor parte de sacristía y pudieron contar con pequeñas habitaciones para el alojamiento temporal de los frailes además de un reducido atrio, no siempre delimitado, que pudo o no poseer cruz atrial.[18]

Arcos de la iglesia del Niño Jesús, construidos en los años 40

La versión de que hubo un teocalli en donde se estableció la ermita, fue confirmado durante el proceso de reconstrucción que vivió la iglesia en el siglo XX. Sin embargo, había otras fuentes que fortalecían esta teoría, pues de acuerdo con el Dr. Peralta:

(...) las capillas abiertas y templos primitivos de Coyoacán es que fueron construidas sobre terrenos elevados y promontorios, en ocasiones sustituyendo a los antiguos Teocallis, y otras privilegiando la altitud para convertir al edificio y a la cruz en una especie de “faro” para los fieles que en ellas se reunían. Eso explica que tradicionalmente, y aún en la nomenclatura oficial de algunos de los barrios, los alrededores del templo cuenten con calles llamadas “Cerrito” o “del Cerrito” (La Candelaria, San Mateo Churubusco) o “Tepexpan” (“sobre el frente del cerro”), como en el Barrio del Niño Jesús y la Candelaria.[18]

La iglesia del Niño Jesús se construyó con la vista hacia el oriente, donde sale el sol, lo cual no es muy común y se asocia a dos motivos: el primero, es que se trató de acomodar a la costumbre indígena y la posible presencia de un ídolo en esa dirección; y segundo, es que debido a la complejidad del terreno, los franciscanos la edificaron en función de aprovechar los sitios más firmes del pedregal, de ahí que el adjetivo del santo sea Niño Jesús Tehuitzco, que en náhuatl quiere decir "pedregal de piedras afiladas".

Bóveda de la iglesia del Niño Jesús

En 1948 se terminaron las obras de reconstrucción de la Iglesia que existe hasta la actualidad. Los cambios más notorios fueron la ampliación de la fachada, que pasó de tener una puerta, a tener tres arcos, que de acuerdo con los pobladores representan a la santísima trinidad: "Padre, hijo y espíritu santo". La torre del campanario, el arco sostén y las escalinatas se respetaron y complementaron la obra con el toque colonial que las caracteriza.

De igual forma algunos pobladores aseguran que el atrio de la iglesia era mucho más grande de lo que es actualmente, sin embargo, la falta de certeza legal sobre la posesión de las tierras, así como el crecimiento de la mancha urbana, llevó a que se invadieran algunos terrenos que se consideraban como parte de la iglesia. Esta situación se frenó con la Declaratoria de nacionalización del templo, en 1982, gracias a la cual, la propiedad de la iglesia quedó bajo la tutela del Estado y por ende del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).


En el interior de la iglesia se construyó una bóveda más grande, así como la sacristía y se edificó una cúpula dividida en 12 secciones y adornadas con pinturas de santos como San Juan y San Mateo, y la frase en letras doradas en el arco central del altar "Gloria in excelsis deo" que significa "Gloria a Dios en las alturas".

Figura del Niño Jesús, santo patrono del Barrio
Cuadro pintado y donado por Doña Ofelia de Bautista


Como dato cultural de interés, la iglesia se encuentra adornada con una serie de pinturas al óleo que narran pasajes bíblicos, como Jesús en el templo, la adoración de los reyes o el nacimiento de Jesús, y todas las pinturas fueron realizadas por la Sra. Ofelia Garduño, quien donó las pinturas para el templo. De igual forma se encuentra un gran cuadro de la Virgen de Guadalupe que fue donado por Francisco Bautista Romero, quien además introdujo el agua potable al Barrio.


La escultura del santo patrono, el Niño Jesús, mide alrededor de 60 cm y es vestida con ropones hechos por los mismos pobladores, los cuales generalmente son color blanco para mantener la pureza de la imagen. No existe claridad sobre la antigüedad de la imagen, pues los pobladores más antiguos, como la Sra. Concepción López Piña de 84 años de edad, señala que desde que su mamá era niña, decía que ya existía la figura del Niño Jesús, por lo cual hace suponer que es una figura que data de la colonia.

La festividad el santo patrono se lleva a cabo todos los 31 de diciembre, 1 y 2 de enero, y en estos días el Niño Jesús es llevado a pasear por las calles del Barrio, acompañado por los habitantes, quienes bailan, cantan, regalan comida y organizan rezos para el santo patrono.

De igual forma, el Niño Jesús suele hacer diversas visitas a otros pueblos cercanos, como al de Los reyes, La candelaria, Santa Catarina, San Francisco y San Lucas. En estas visitas, un grupo de vecinos pertenecientes a la Comisión de festejos del barrio, suelen armar un andador para el Niño, generalmente adornado con flores de muchos colores y tipos.

Restaurantes, Cafeterías y Fondas[editar | editar código]

Café Victoria. Google.

El Barrio del Niño Jesús, cuenta con algunos comercios de comida, sin duda son pocos, pero excepcionales ya que son lugares muy acogedores con una buena atención al cliente y sobre todo la comida es deliciosa y económica. Al inicio de la calle de Fernández Leal se encuentra una lonchería llamada “La Esmeralda” ahí se venden antojitos típicos mexicanos como: tortas, tacos, flautas, quesadillas y gorditas. Sin duda la lonchería “La Esmeralda” es un lugar pequeño y cálido, que hace regresar en el tiempo a sus comensales y a los habitantes del Barrio.

Cremería Rancho Grande

Un comercio que comparten los habitantes del Barrio del Niño Jesús como los del Barrio de San Francisco es el “Café Victoria” pero identificado más por los habitantes de estos Barrios como “Café Jarocho”. En este lugar se encuentra sobre la Av. Miguel Ángel de Quevedo y casi esquina con la calle de Espíritu Santo, es sin duda un sitio de encuentro, significativo para los habitantes de estos dos Barrios, ya que, ahí podrás encontrar un excelente café a muy buen precio el cual puedes acompañar con algún pan de dulce.

Una tienda que es muy peculiar y que resalta por los productos que vende es la cremería “Rancho Grande” está ubicada en la Av. Miguel Ángel de Quevedo. Ahí se pueden encontrar productos lácteos fresco, los cuales se caracterizan por su excelente calidad natural.  De acuerdo con algunos habitantes del Barrio, los productos como la cecina, el queso Oaxaca y la nata son deliciosos.  

Lo que más abunda en el Barrio son los antojitos y comida callejera, la cual es posible encontrar sobre todo los fines de semana. Bajando las escalinatas de la Iglesia, la Sra. Josefina González Velasco, hija de Doña María Luisa Velasco Rivas, una de las habitantes mayores del Barrio, suele instalar un puesto de quesadillas y antojitos mexicanos, que siempre tiene una concurrencia elevada por su buen sabor y precios accesibles.

De igual forma, en la primera cerrada de Heliotropo, los fines de semana es posible encontrar puestos de tacos, quesadillas, garnachas y hasta pozole, a un precio accesible y con buen sazón. Más adelante en la segunda cerrada de Heliotropo, se instala un puesto de mariscos y garnachas, en el cual se puede ver mucha gente los viernes y sábados. Por último, en la tercera cerrada de Heliotropo, en la casa de Don Vicente Negrete, se suele abrir el portón para que la gente asista a comprar hamburguesas, papas y hot dogs.

Familias Fundadoras[editar | editar código]

Mapa de las propiedades de cada familia nativa del Barrio a principios del siglo XX. Elaboración con base en los testimonios de los nativos.

De acuerdo con las narraciones de pobladores del Barrio del Niño Jesús, el Barrio fue fundado por 6 familias: Piña, Negrete, Mendoza, Ledesma, Rodríguez y Hernández, y posteriormente se agregó durante la segunda mitad del siglo XIX la familia Bautista. Estas familias han sido protagonistas de la historia del Barrio, y se han relacionado entre ellas a lo largo de los siglos, conservando las tradiciones y costumbres del Barrio. En sus inicios el Barrio en su mayoría era ocupado por el pedregal, por lo cual no se parece a la actual distribución geográfica. Esto motivó a que las familias repartieran las tierras del Barrio para los fines que cada uno eligiera. Algunos lo dedicaron para construir sus caserones, otros prefirieron aprovechar los recursos hídricos para sembrar una gran cantidad de productos que se daban en la zona, y otros más prefirieron tener ganado, que establecieron algunos establos que duraron hasta muy entrado el siglo XX, incluso a finales del siglo XX aún era común ver puercos, borregos, gallinas y guajolotes rondar por el callejón de Heliotropo. En el mapa anexo se puede apreciar cómo se dio la distribución territorial desde principios del siglo XX, de acuerdo con las crónicas de sus habitantes.

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Árbol genealógico de la familia Piña

Familia Piña[editar | editar código]

Los Piña son la familia más numerosa del Barrio. Prácticamente en todas las calles hay un Piña, de primer o segundo grado, lo cual no es casual, pues siempre han sido familias extensas. El matrimonio entre José Piña y Guadalupe Vázquez, dio a cinco hijos, Hilario, Rosa, Carmen, Vicente y Ventura, los cuales a su vez extendieron la familia hasta nuestros días, en que aún se cuentan a sus tataranietos.

El Sr. Daniel Piña es uno de los miembros más visible, debido a su negocio de mudanzas, que suelen estacionar sus camiones en Fernández Leal, y donde se lee la publicidad característica "Mudanzas Piña".

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Árbol genealógico de la familia Bautista

Familia Bautista[editar | editar código]

La familia Bautista es otra de las familias importantes en el Barrio, y aunque no son considerados fundadores, sin lugar a dudas sus aportaciones han sido fundamentales para el Barrio como se le conoce actualmente. El origen de los Bautista se remonta al Sr. Felipe Bautista y la Sra. Francisca Romero, quienes tuvieron tres hijos, Nicolás, Francisco y Felipe.

Fue gracias a la intervención de los Bautista, en particular de Pancho Bautista, que se logró introducir el agua potable al Barrio, pero no fue la única obra. La señora Ofelia de Bautista pintó los cuadros que adornan con pasables bíblicos las paredes de la Iglesia del Niño Jesús, y Nicolás Bautista ayudaba siempre con el alumbrado de la Iglesia, particularmente en los días de fiesta. En años más recientes, la Profa. Francisca Bautista López ha sido protagonista constante en la exigencia de mejoras y mantenimiento del Barrio, siendo presidenta del Comité Vecinal.

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Árbol genealógico de la familia Negrete

Familia Negrete[editar | editar código]

Los Negrete también son una de las familias importantes del Barrio. Los hermanos Pascual, Eduardo, Felipe, e Ignacio fueron miembros conocidos por la comunidad, particularmente Eduardo, quien poseía establos lecheros a los que la gente del Barrio solía ir por leche. El Sr. Vicente Negrete también ha sido importante en las últimas décadas, como defensor de los derechos y servicios en el Barrio y también como fiel devoto del Niño Jesús.

Árbol genealógico de la familia Mendoza

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Familia Mendoza[editar | editar código]

Los Mendoza son la familia que ocupa la segunda cerrada de Heliotropo desde sus inicios y hasta la fecha. Los hermanos Felipe y Agustín Mendoza fueron miembros destacados de esta familia, en particular Agustín, quien cada año hacía el mejor nacimiento del Barrio para que la gente lo fuera a apreciar. Agustín tuvo 3 hijos, Yolanda, Carlos y Manuel.



Las familias en el Barrio del Niño Jesús llevan una relación intrínseca y cercana, pues es común identificar relaciones entre las 6 familias, así como otras que se han agregado al Barrio con el paso de los años, como es el caso de los López, Castro o Cañas. Las bodas y primeras comuniones eran muy comunes en la Iglesia del Niño Jesús, a las cuales se daban cita los miembros de las diferentes familias, muchas veces como padrinos, y muchas otras solo como espectadores. Hoy en día con la Iglesia cerrada, se extrañan estas escenas de celebraciones religiosas y la convivencia familiar.

Una cantidad considerable de los miembros del Barrio, trabajaron en la Fábrica de papel de Coyoacán y algunos de ellos formaron parte del equipo de beisbol de la fábrica, que solía jugar en los llanos cercanos.

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Personajes Célebres[editar | editar código]

La tranquilidad del Barrio, las tradiciones, el estilo clásico y apacible de sus calles y la fácil comunicación con el centro de Coyoacán, son factores que han motivado a que muchos personajes famosos hayan decidido establecer su residencia o permanecer durante algunas temporadas en el Barrio, y en muchos casos, aportando sus conocimientos y obra en beneficio de la comunidad.

Manuel Álvarez Bravo. Fotógrafo[editar | editar código]

Placa conmemorativa en el domicilio donde vivió Manuel Álvarez Bravo
Castillo en el Barrio del Niño Jesús. Manuel Álvarez Bravo. 1970.

Nativo de la Ciudad de México y residente del Barrio del Niño Jesús es considerado uno de los grandes fotógrafos del siglo XX y pionero de la fotografía artística en México. En 1937 su obra se expuso al lado del célebre fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, en el palacio de Bellas Artes; un año después conocería a André Breton. Fue una figura trascendental en la fotografía para el periodo después de la Revolución Mexicana, en búsqueda de una identidad con las raíces, mezclada con un afán del modernismo con el resto del mundo. Presentó más de 150 exposiciones individuales y participó en más de 200 exposiciones colectivas.

La casa donde vivió se encuentra en la calle de Fernández Leal frente a la Iglesia del Barrio, en su hogar, realizó uno de sus últimos trabajos titulado “Una tarde de 1989” el título del libro de acuerdo con Ortiz Monasterio: “refiere que precisamente una tarde de 1989 el maestro Álvarez Bravo lo llamó para invitarlo a hacer unas fotografías. No explicó qué fotos quería, pero fui feliz con mi cámara y un bonche de rollos rumbo al Barrio del Niño Jesús. Nos sentamos en los equipales del patio y me propuso fotografiar las cosas.”[19]

De acuerdo con el Sistema de Información Cultural, en 2015 la UNESCO declaró a la obra fotográfica de Manuel Álvarez Bravo como parte del patrimonio cultural de México, actualmente su archivo que data de 1920-1990 cuenta con alrededor de 33,695 negativos.   Su obra se encuentra resguardada y expuesta al público por la Asociación Manuel Álvarez Bravo, A.C, la cual esta ubicada en la calle Espíritu Santo 76, Barrio del Niño Jesús.  

José Chávez Morado. Muralista[editar | editar código]

Mural de José Chávez Morado en Ciudad Universitaria[20]

El afamado muralista oriundo de Silao, Guanajuato llegó alrededor del año de 1940 a residir al Barrio del Niño Jesús junto con su esposa la pintora Olga Kostakowsky Fabrikant, mejor conocida como Olga Costa. Su gusto por el paisajismo lo llevo al mundo de las Artes Plásticas es “considerado como exponente de la tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, junto con autores como Juan O'Gorman, Raúl Anguiano y Alfredo Zalce. Su obra se inscribe en el arte figurativo la cual se caracteriza por sus profundas inquietudes sociales, que plasmó tanto en su trabajo en el Taller de la Gráfica Popular, como en murales en diversas partes del país.”[21]

Dentro de sus obras más reconocidas se encuentran los murales de la Alhóndiga de Granaditas, la antigua Torre de Ciencias de Ciudad Universitaria, los relieves en la fachada de la Cámara de Diputados y la columna-paraguas del Museo Nacional de Antropología.

Actualmente la obra de “Los caballitos” de José Chávez Morado se encuentra en resguardo por la Colección Fundación Colmex, la cual se encuentra ubicada en el Callejón de las Flores 1, Barrio del Niño Jesús.[22]

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Litografía de la Iglesia del Niño Jesús realizada por Francisco Díaz de León
Placa conmemorativa en el domicilio de Francisco Díaz de León

Francisco Díaz de León. Pintor, grabador y fotógrafo[editar | editar código]

Oriundo de Aguascalientes, se consagro como editor, pintor, grabador, ilustrador y dibujante mexicano; sus estudios los inició en la Academia Nacional de Bellas Artes. Más tarde sería alumno de Alfredo Ramos Martínez en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Coyoacán, allí les enseñaba a sus alumnos las bases de la técnica impresionista que estaban en boga en Europa.

Su relación con Coyoacán lo haría llegar a vivir al Barrio del Niño Jesús, su casa se encuentra ubicada en la Calle Fernández Leal frente a la Iglesia y a pocos pasos de la casa que fuera de Nicolás Álvarez Bravo. Dentro de sus obras también se encuentra algunas litografías dedicas al paisaje del Barrio donde vivió.

Es importante destacar que “fue miembro fundador del Seminario de Cultura Mexicana, miembro de la Academia de Artes en el área de grabado por mencionar solo algunas de las instituciones en las que estuvo involucrado. Como pionero en el diseño gráfico sería importante mencionar que él diseñó el logo de la Academia de las Artes, en 1946 ganó el concurso para el diseño del escudo oficial de la ciudad de Aguascalientes y él fue el creador del logo del Fondo de Cultura Económica.[23]

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Placa conmemorativa en el domicilio donde vivió Manuel Toussaint

Manuel Toussaint. Historiador[editar | editar código]

Nativo de la Ciudad de México, fue un historiador que vivió parte de su vida en el Barrio del Niño Jesús, actualmente hay una calle de este Barrio que fue renombrada en su honor, debido a su destacada participación en la educación y en la investigación histórica. “Fue secretario particular de José Vasconcelos cuando éste fue rector de la Universidad Nacional, y pasó con él a la Secretaría de Educación Pública (1920); más tarde fue director de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1928-1929) y director del Instituto de Investigaciones Estéticas (1939-1955).”[24]

Por su paso en la UNAM fundó el Laboratorio de Arte de la UNAM, la cual después se convertiría en el Instituto de Investigaciones Estéticas en esta universidad. Entre sus obras destacan Las cien mejores poesías líticas mexicanas (1914, con Castro Leal y Vásquez del Mercado), Saturnino Herrán y su obra (1920), Viajes alucinados: rincones de España (1924), La pintura de México durante el siglo XVI (1936), Tasco (1928), Pátzcuaro (1942), La Catedral de México y el Sagrario Metropolitano: su historia, su tesoro, su arte (1948), El estilo mudéjar en Hispanoamérica y Paseos coloniales.[25]


Don Armando Quezada con la Virgen de la Roqueta, esculpida en su taller en el Barrio del Niño Jesús. Foto del Archivo Tomás Montero Torres.

Armando Quezada. Escultor[editar | editar código]

El afamado escultor chihuahuense, Armando Quezada Medrano, vivió en el Barrio del Niño Jesús a mediados del siglo XX. Estudio en la Academia de San Carlos y en Paris, donde conoció a su esposa, la pintora polaca Lee Bogu Mila Kopeyinski. Armando Quezada instaló su taller en la calle de Tepexpan en donde a mediados de los 50 comenzó la que sería su obra magna: la Virgen de la Roqueta, que se encuentra sumergida en la bahía de Acapulco. Según cuentan algunos de los habitantes del Barrio, fueron testigos de como en el año 1958 llegaron camiones de carga al taller de Quezada para sacar la pesada escultura de la Virgen de Guadalupe, con el fin de llevarla a la Basílica a ser bendecida, para después ser llevada al puerto de Acapulco, donde fue hundida para evocar la idea romántica de una Emperatriz de los mares. El sitio es uno de los más turísticos hasta la actualidad, frecuentado sobre todo por buzos. [26]

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Marcell Bachstez. Químico e investigador[editar | editar código]

Casa de la familia Bachstez en la calle de Tlalaxco

En 1939, arribó al Barrio la familia Bachstez, provenientes de Berlín, y se establecieron en la calle Fernández Leal, aunque posteriormente cambiaron su residencia a la calle de Tlalaxco. El Dr. Marcell Bachstez era químico y fue asesor de algunas tesis en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Se especializó en investigar las propiedades medicinales de algunas plantas y frutos nativos del Valle de México, y escribió algunos artículos para la Journal of the American Pharmaceutical Association[27], con estudios de las propiedades del ahuautli, la lucumina en el mamey, zapote y las propiedades del aceite del Lomboi. Trabajó para la empresa "Química Coyoacán, S. A." y en 1949 estableció la Bachstez Foundation en su domicilio.


Fidel Castro. Político[editar | editar código]

Fidel Castro. Fotografía del periódico Reforma.[1]

Una de las anécdotas más recordadas, fue cuando Fidel Castro frecuentaba el Barrio previo al estallido de la Revolución Cubana. El Sr. Antonio del Conde, vecino de la calle Cruz Verde, narró la presencia del político y guerrillero cubano: “Efectivamente Fidel practicó el tiro en Cruz Verde, yo le ofrecí mi casa, porque había mucha intimidad, es más, cuando él llegaba a la casa, a todos mis hijos no los dejaba salir para que el señor se sintiera a gusto”[28] De hecho complementa el Sr. Del Conde, que él fue quien les adquirió el afamado yate Granma en el cual Fidel y Raúl Castro, Che Guevara y los demás guerrilleros partieron hacia Cuba para liberarla de la dictadura de Batista.

Según cuentan algunas anécdotas de los vecinos, en el año 2010 durante algunas excavaciones para reparaciones de la calle Toussaint, hallaron diversas armas de fuego, que pertenecieron a los guerrilleros cuando estuvieron en el Barrio.

Enrique Dussel[29]

Enrique Dussel. Filósofo[editar | editar código]

El Dr. Enrique Dussel es un filósofo, fundador de la corriente de la filosofía de la Liberación. Es profesor emérito de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y doctorado honoris causa por diversas universidades de Sudamérica, Europa y Estados Unidos.[4] El Dr. Dussel es vecino del Barrio del Niño Jesús desde hace algunos años y se ha involucrado en la exigencia de mejoras para el Barrio.

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Graciela Iturbide [2]

Graciela Iturbide. Fotógrafa[editar | editar código]

Casa de Graciela Iturbide, la cual conserva el estilo arquitectónico del Barrio de principios del siglo XX

Es una afamada fotógrafa mexicana, graduada de cine por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo, fue en la UNAM donde conoció a Manuel Álvarez Bravo, quien era habitante del Barrio, y se apasionó por la fotografía. Es reconocida por sus famosas fotografías de pueblos indígenas del sureste del país, y ha sido expositora a nivel internacional.[5] Recientemente su hijo, el arquitecto Mauricio Rocha Iturbide, diseñó un edificio en un lote de la tercera cerrada de Heliotropo, con una fachada de tabique de estilo muy rústico, el cual alberga el taller de la Sra. Iturbide, y que es un punto de encuentro artístico constante en el Barrio, por lo que es común la presencia de pintores, fotógrafos y otros artistas tanto nacionales como internacionales.
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Mardonio Carballo

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Mardonio Carballo. Poeta y actor[editar | editar código]

Es un actor, periodista, poeta, traductor y activista nahua, originario del estado de Veracruz. En 2018 ganó la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana, también ha ganado en diversas ocasiones el Premio Nacional de Periodismo, otorgado por el Club de Periodistas de México, y en dos ediciones, del Premio Nacional de Periodismo Gilberto Rincón Gallardo-Rostros de la Discriminación. Actualmente se desempeña como Director General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura.[6]

José Carlos Rodríguez. Actor[30]

Mardonio Carballo llegó a la Ciudad de México a finales de los años 90, y vivió en la calle de Tlalaxco 19 con la familia Bautista López. En particular convivió de manera muy personal con la Sra. Georgina Jiménez, esposa del Sr. Rodolfo Bautista, con quienes vivió algunos años y llegaron a considerarlo un miembro más de la familia. La relación entre los Carballo y los Bautista sigue siendo muy cercana y suele frecuentar el Barrio de manera recurrente.

De hecho, los Bautista se pueden considerar una familia de mecenas del Barrio, pues ha sido receptora de una gran cantidad de artistas, como músicos, cantantes de ópera, actores y actrices, que hasta la fecha suelen habitar en el Barrio. Por ejemplo, también en su domicilio vivieron el actor mexicano José Carlos Rodríguez durante los años 80 y la actriz Catalina López a principios del siglo XXI.

Carlos Navarro

Carlos Navarro y Guillermo Murray. Actores[editar | editar código]

Guillermo Murray

El actor del cine mexicano, Carlos Navarro, vivió en la calle de Fernández Leal, casi esquina con Miguel Ángel de Quevedo hasta su repentina muerte en 1969. La misma casa fue ocupada posteriormente por el actor mexicano de origen argentino, Guillermo Murray, quien vivió hasta la década de los 80 en el Barrio.

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Antigua casa de Blanca de Castejón

Blanca de Castejón. Actriz[editar | editar código]

La actriz puertorriqueña vivió en el Barrio en la década de los 40, en la calle de Espíritu Santo, en una casa donde destacan hasta la fecha los arcos de piedra casi a la entrada del Barrio.

Pilar Boliver. Actriz y productora[editar | editar código]

Pilar Boliver[31]

La actriz, conductora y productora de televisión y teatro, vivió en el Barrio durante su juventud, junto con sus hermanos Rocío, Abril y Mauricio, en una casa ubicada en el callejón de Heliotropo, donde habitaron hasta el año 1984.
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Fiestas, Festivales y Ferias[editar | editar código]

Fiesta del Niño Jesús: 31 de diciembre, 1 y 2 de enero.


Exposiciones de altares del día de muertos: 1 y 2 de noviembre.

Posadas tradicionales: del 16 al 24 de diciembre.

Día de la virgen de Guadalupe: 12 de diciembre.

Calles[editar | editar código]

Calle Tlalaxco

Las calles principales del Barrio son las que dan acceso al mismo, es decir, la calle Fernández Leal y la calle Espíritu Santo, que se divide en dos, a la derecha Cantera y a la izquierda Tlalaxco. Esta última hace cruce con Fernández Leal en la Iglesia del Niño Jesús, y avanzando sobre Fernández Leal, se llega al Callejón de Heliotropo, el cual no tiene salidas y se divide en tres cerradas, en donde vive la mayoría de la población del Barrio.

Calle espíritu santo
Callejón de Heliotropo

En el lado oriente del Barrio se encuentran las calles de Tlalaxco, Tepexpan, Cantera y Las Flores, características por sus calles empedradas y adoquinadas que le dan un toque colonial al Barrio. Aunado a ello, es posible encontrar aún casas con estilo colonial o decimonónico.

Del lado Poniente del Barrio se encuentran las calles Toussaint, en honor al historiador Manuel Toussaint quien fue habitante del Barrio, y las calles Negrete y Cruz Verde, que marca el límite del Barrio con el Pueblo de los Reyes.

Tercera cerrada de Heliotropo



Tiendas de Autoservicio[editar | editar código]

El Barrio del Niño Jesús dado a su dimensión no tiene una vasta proliferación de tiendas de autoservicio. Actualmente hay dos, en la Av. De Miguel Ángel de Quevedo, cada una situada en una de las esquinas de la entrada de la calle de Fernández Leal. Una de estas tiendas es un minisúper, de la cadena 3B y la otra pertenece a la cadena de Oxxo.

Tiendas, Farmacias y Misceláneas[editar | editar código]

Los comercios que hay en el Barrio del Niño Jesús suelen ser pequeños negocios familiares de habitantes del Barrio, la mayoría de ellos se dedican a la venta minorista. Los negocios se encuentran principalmente en la Av. Miguel Ángel de Quevedo y solo tres tiendas de abarrotes están por algún callejón del Barrio.

La Escondida Tienda de abarrotes 3ª. Cerrada de Heliotropo
Karina Tienda de abarrotes Callejón Heliotropo
Mi Lucha Tienda de abarrotes y cremería 1ª. Cerrada de Heliotropo
Corre@HLM Café Internet Av. Miguel Ángel de Quevedo
Vulcanizadora Cruz Servicio automotriz Av. Miguel Ángel de Quevedo
Farmacia homeopática Tienda naturista Av. Miguel Ángel de Quevedo
Multi Farmacias Farmacia Av. Miguel Ángel de Quevedo
Citlali Tortillería Av. Miguel Ángel de Quevedo
Pensión Estacionamiento Público Av. Miguel Ángel de Quevedo
Podólogo Servicios médicos Av. Miguel Ángel de Quevedo

Unidades Habitacionales[editar | editar código]

Se tienen tres complejos habitacionales de mayor densidad, los cuales no corresponde a vivienda de tipo unifamiliar técnicamente. El primero se encuentra a la entrada de la calle Fernández Leal es un pequeño edificio de no más de 3 pisos, el estilo es más departamental; al finalizar esta calle se encuentra un fraccionamiento privado, el cual alberga en su interior 7 viviendas. Por último, entre la 3ª. Cerrada de Heliotropo y el Callejón Heliotropo se encuentra otro complejo privado el cual tiene en su interior 6 viviendas.

A principios de los años 2000 con la creación de este tipo de vivienda, el Barrio se ha visto como receptor de población.

Referencias[editar | editar código]

Bibliografía[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 Cubillo, Moreno Gilda, "Una versión etnohistórica de Coyoacán, del señorío tepaneca en los tiempos de la conquista a la gran jurisdicción colonial"Arqueología Mexicana núm. 129, pp. 49-54.
  2. 2,0 2,1 Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, "Los barrios de mi ciudad" Ediciones Beu, Colima, año 1, número 3, noviembre/diciembre de 1997, p. 5
  3. https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~1306~90117:Mexico-y-Sus-Cercanias-;JSESSIONID=babe91dc-423e-42c9-8bf0-53958e4e3b4b?showTipAdvancedSearch=false&showShareIIIFLink=true&showTip=false&helpUrl=https%3A%2F%2Fdoc.lunaimaging.com%2Fdisplay%2FV74D%2FLUNA%2BViewer%23LUNAViewer-LUNAViewer&title=Search+Results%3A+List_No+equal+to+%272693.013%27&fullTextSearchChecked=&dateRangeSearchChecked=&advancedSearchUrl=https%3A%2F%2Fdoc.lunaimaging.com%2Fdisplay%2FV74D%2FSearching%23Searching-Searching&thumbnailViewUrlKey=link.view.search.url
  4. Peñafiel, Antonio, "Nombres geográficos de México. Catálogo alfabético" Dirección General de Estadística de la República Mexicana, Secretaría de Fomento, México, 1885, pp. 372
  5. Archivo General de la Nación, Leg. 101, exp. 261, 12 de diciembre de 1712, obtenido por Enrique Rivas Llanos.
  6. 6,0 6,1 Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, "Los barrios de mi ciudad" Ediciones Beu, Colima, año 1, número 3, noviembre/diciembre de 1997, p. 4
  7. Jáuregui, Francisco, "Aquél Coyoacán", Ed. ILSA, México, 1951 citado en Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, Op. Cit.
  8. Matos Ayala, Andreina, "Traza urbana, características y tipos", Lifeder, disponible en: https://www.lifeder.com/traza-urbana/#Epoca_colonial
  9. Manuscrito proporcionado por Don Álvaro Rosas, citado en Rivas Llanos, Enrique, et. al. "Celebración del día de muertos. Barrio del Niño Jesús, Coyoacán" Comité Vecinal del Barrio de Niño Jesús, Coordinación Agrarista de México A.C., folleto de la colección Pueblos y Barrios de Coyoacán No 4, 2000
  10. 10,0 10,1 Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, "Los barrios de mi ciudad" Ediciones Beu, Colima, año 1, número 3, noviembre/diciembre de 1997, p. 7
  11. Testimonio proporcionado por la Sra. López Piña
  12. 12,0 12,1 Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, "Los barrios de mi ciudad" Ediciones Beu, Colima, año 1, número 3, noviembre/diciembre de 1997, p. 6
  13. Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, "Los barrios de mi ciudad" Ediciones Beu, Colima, año 1, número 3, noviembre/diciembre de 1997, p. 9
  14. 14,0 14,1 14,2 Bassi, Gianluca y López Razgado, Irma, Ibídem.
  15. Testimonio verbal de la Sra. Concepción López Piña, habitante nativa del Barrio
  16. Romero Puga, Juan Carlos, "El prestanombres del Chapo Guzmán" Letras Libres, 06 de noviembre de 2015
  17. Coyoacán: Negligencia peligrosa, Proceso, 30 de junio de 2001, disponible en: https://www.proceso.com.mx/185911/coyoacan-negligencia-peligrosa
  18. 18,0 18,1 Peralta de Legarreta, Alberto, "Objetario de la Ciudad de México" disponible en: http://www.alberto-peralta.com/objetariocdmex/reciente.html
  19. https://www.gob.mx/cultura/prensa/presentan-el-libro-manuel-alvarez-bravo-una-tarde-de-1989-y-recuerdan-el-legado-del-fotografo-mexicano
  20. https://www.gob.mx/cultura/prensa/jose-chavez-morado-uno-de-los-grandes-pintores-y-muralistas-mexicanos
  21. https://www.gob.mx/sep/acciones-y-programas/jose-chavez-morado
  22. https://fundacioncolmex.org.mx/interes
  23. http://museoblaisten.com/Artista/144/Francisco-Diaz-de-Leon
  24. https://colnal.mx/integrantes/manuel-toussaint/
  25. http://www.academia.org.mx/academicos-1955/item/manuel-toussaint-y-ritter  
  26. Montero, Martha Patricia, "Una virgen para el mar" Archivo Tomás Montero Torres, 2013, disponible en: http://archivotomasmontero.org/site/2013/01/28/una-virgen-para-el-mar/
  27. https://www.jpharmsci.org/action/doSearch?searchType=authorLookUp&author=Bachstez,%20Marcel&prod=HA
  28. Rivera, Niza, "Develan placa por el 61 aniversario de la toma del cuartel Moncada" Revista Proceso, 24 de julio de 2014, disponible en: https://www.proceso.com.mx/378208/develan-placa-por-el-61-aniversario-de-la-toma-del-cuartel-moncada
  29. https://enriquedussel.com/Inicio_cas.html
  30. https://www.facebook.com/josecarlosrodriguezactor/
  31. https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fmx.linkedin.com%2Fin%2Fpilar-boliver-3b332756&psig=AOvVaw2_nZr23XeTya2IiDc23AIi&ust=1585887841214000&source=images&cd=vfe&ved=0CAIQjRxqFwoTCKDp3eLyyOgCFQAAAAAdAAAAABAa