Colegio Nacional
El Colegio Nacional se encuentra en uno de los lotes de lo que fue el antiguo Templo Nuestra Señora del Pilar "La Enseñanza" en la Calle de Donceles número 104, en la Colonia Centro - Centro Histórico de la Alcaldía Cuauhtémoc. El acceso principal se ubica hacia la vieja calle de Cordobanes, hoy Donceles, y tiene otro hacia la calle de Luis González Obregón. Este edificio ha cambiado de función, siete veces en doscientos años. Fue concebido por Ignacio Castera a fines del siglo XVII para colegio y noviciado. Esta institución agrupa a los artistas y literatos mexicanos más destacados con el propósito de preservar y dar a conocer lo más importante de las ciencias, artes y humanidades que México ofrece al mundo.
Descripción[editar | editar código]
El Colegio Nacional es una institución pública dedicada a la divulgación de la cultura científica, artística y humanística, de forma gratuita, de libre acceso y sin ninguna restricción curricular o de registro.
Tiene su sede en Donceles 104, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, aunque también realiza actividades en el interior del país y, en ocasiones, en el extranjero. Cada año se llevan a cabo cerca de 250 actividades académicas y culturales, y se reciben alrededor de 30 mil visitantes en sus instalaciones.[1]
Historia[editar | editar código]
Época Colonial
Esta institución ocupa la parte oriente de lo que fuera el Antiguo Colegio de la Enseñanza, fundado en la época colonial por monjas catalanas a quienes les encomendaron establecer una escuela para hijas de españoles.
Convento
María Ignacia de Azlor y Echeverz, hija de los marqueses de Aguayo, José de Azlor y Virto e Ignacia Javiera de Echeverz, con la licencia del rey Fernando VI y del virrey Juan Francisco de Güemes introdujo 1752 en la Nueva España la orden religiosa de la Compañía de María Nuestra Señora, dedicada a la instrucción de las mujeres. Poco después, con la aprobación del arzobispo de México, Manuel José Rubio y Salinas, dispuso la construcción de un convento, iglesia y escuela para niñas, según las reglas prescritas por la fundadora para los edificios en Europa, y cuya principal característica consistía en integrar los tres recintos en un sólo complejo arquitectónico. El conjunto original fue obra del fraile agustino Lucas de Jesús María, quien adaptó las dos casas compradas por María Ignacia en las calles de la Encarnación y Cordobanes (hoy Donceles). Los trabajos comenzaron el 23 de junio de 1754 y concluyeron el 1 de noviembre; el 30 de diciembre ingresaron las primeras internas y el 11 de enero de 1755 empezaron las clases para externas. María Ignacia dirigió la institución hasta su muerte en 1767.
Años más tarde, las monjas decidieron renovar sus instalaciones. La construcción del nuevo templo dedicado a la virgen del Pilar, se presume, fue encargada a Francisco Guerrero y Torres, empezó el 23 de febrero de 1772 y es una obra maestra del barroco novohispano. El nuevo convento-colegio, obra de Ignacio Castera, de estilo neoclásico, empezó a construirse en 1789 y se concluyeron en 1807.[1]
Siglo XIX
En 1863, durante la Reforma, se decretó la exclaustración de las monjas y el convento-colegio fue clausurado. El inmueble fue vendido en tiempos del Segundo Imperio, pero al triunfo de la república el gobierno anuló la enajenación y durante un tiempo sirvió de prisión para colaboradores de Maximiliano.
Derivado del proceso de secularización, el 21 de junio de 1867 se consideró necesario reunir en un sólo espacio la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Superior de Distrito, los juzgados de lo civil y los menores, las oficinas públicas de escribanos y el archivo judicial. El conjunto arquitectónico de La Enseñanza reunía los requisitos necesarios, así que se le hicieron las reformas apropiadas y en 1868 los tribunales de justicia y los juzgados se instalaron en Donceles 100, mientras que la Suprema Corte de Justicia se instaló en el exconvento, donde el 14 de noviembre del mismo año se le destinó en el ala norte un pequeño espacio a la Escuela de Ciegos. La Suprema Corte de Justicia permaneció en Donceles 104 hasta 1906; poco después los tribunales se ampliaron a este edificio, hasta el 15 de octubre de 1964, en que se trasladaron a su nueva sede en la colonia Doctores y el conjunto pasó a ser administrado por la SEP.[1]
Siglo XX
En 1968 los locales que rodeaban los dos patios que dan hacia la calle de Donceles fueron ocupados por el Archivo General de Notarías, hasta 1988, en que se trasladó a su nueva sede en la Candelaria de los Patos. Por su parte, la sección que da hacia la calle de Luis González Obregón fue Casa del Estudiante y en el sexenio de Lázaro Cárdenas se alojaron ahí las Juventudes Socialistas Unificadas, posteriormente fue ocupado por dependencias de la SEP y del IPN. A partir del 15 de mayo de 1943, el piso superior se convirtió en sede de El Colegio Nacional.
Posteriormente se instaló ahí el Archivo de Notarías que, a partir de 1943, comparte el espacio con el Colegio Nacional, que ocupa todo el edificio desde 1988.
Fundación del Colegio Nacional
El Colegio Nacional fue creado por el gobierno mexicano el 8 de abril de 1943 mediante un decreto del presidente Manuel Ávila Camacho. La idea de su fundación fue del filósofo Antonio Caso como una acción en favor de la cultura y la civilización contra la barbarie de la Segunda Guerra Mundial y fue inspirado, a su vez, en el Collège de France. Su lema es “Libertad por el saber” y su escudo lo conforma un águila en actitud de arrancar el vuelo, símbolo de la libertad del pensamiento, sobre un sol de fuego que representa la luz de la sabiduría.
En el artículo segundo del decreto de creación se establece que el propósito de El Colegio es impartir enseñanzas que representen la sabiduría de la época, esforzándose porque el conocimiento especializado de cada una de las cátedras concurra, fundamentalmente, a fortalecer la conciencia de la nación.
Fue inaugurado el 15 de mayo de 1943, en su sede en la Ciudad de México, por Octavio Véjar Vázquez, secretario de Educación Pública. Sus fundadores fueron Mariano Azuela, Alfonso Caso, Antonio Caso, Carlos Chávez, Ezequiel A. Chávez, Ignacio Chávez, Enrique González Martínez, Isaac Ochoterena, Ezequiel Ordóñez, José Clemente Orozco, Alfonso Reyes, Diego Rivera, Manuel Sandoval Vallarta, Manuel Uribe Troncoso y José Vasconcelos, quienes designaron paulatinamente a los miembros restantes hasta completar 20, que era el número previsto en el decreto.[2]
Inauguración
El sábado 15 de mayo a las siete y media de la noche se llevó a cabo el acto inaugural de El Colegio Nacional en la calle de Luis González Obregón 23. El discurso oficial estuvo a cargo de Alejandro Gómez Arias, secretario particular de Octavio Véjar Vázquez, quien presidió la ceremonia en representación del presidente de la república Manuel Ávila Camacho. Asistieron los miembros fundadores, con excepción de Alfonso Caso, quien se encontraba fuera del país. El programa del acto consistió en dos números de música interpretados por el Cuarteto Lener, discurso oficial a cargo del licenciado Alejandro Gómez Arias, declaratoria de la inauguración y entrega de los diplomas por parte del secretario de Educación Pública. A la ceremonia asistieron ministros de la Suprema Corte de Justicia, miembros del cuerpo diplomático, presidentes de sociedades científicas y representantes de las universidades de Guadalajara, Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Yucatán, entre otros. Los locales asignados por el secretario Véjar Vázquez para sede de El Colegio Nacional se ubicaban en el último piso de la porción del exconvento que da a la calle de Luis González Obregón, alrededor del patio de los naranjos. La ceremonia de inauguración se llevó a cabo en un local que a partir de entonces funcionaría como Aula Mayor —actual Sala de Consejo— y cuya entrada en aquellos días estaba junto a la escalera.
Ampliación del Colegio Nacional
En 1960 El Colegio Nacional buscó ampliar su sede o mudarse a una nueva, por lo que en 1981, al enterarse de los planes para reubicar el Archivo General de Notarías, se hizo todo lo posible por obtener esa porción del edificio. El sismo del 19 de septiembre de 1985 dañó algunos locales del Archivo, comprometiendo la seguridad del Aula Mayor, lo que brindó al Consejo la oportunidad para solicitar su pronta reubicación, solicitud renovada en 1987. El 21 de noviembre de 1988 el presidente Miguel de la Madrid Hurtado firmó el acta de entrega del exconvento, aunque la donación formal la decretó Carlos Salinas de Gortari el 17 de junio de 1993.
El permiso y los recursos para la renovación del edificio se obtuvieron a finales de 1992, fecha de inicio de las obras. Desde esa fecha hasta 1994, el arquitecto Teodoro González de León, quien ingresó como miembro de El Colegio Nacional en noviembre de 1989, se hizo cargo de la última restauración y remodelación del edificio. Entre otras acciones realizadas, se rescataron 20 arcos y 49 nichos de piedra cortada; se dotó de más luz al edificio, para lo cual se instalaron tragaluces y huecos que iluminaron la planta baja; y se construyó una nueva Aula Mayor, considerada la intervención más compleja y delicada de toda la obra.
La entrega de las nuevas instalaciones, que contó con la presencia del presidente Carlos Salinas de Gortari, se llevó a cabo el 22 de noviembre de 1994.
Arquitectura[editar | editar código]
En 1992, el arquitecto Teodoro González de León fue el encargado de realizar los trabajos de adaptación del edificio. Debe destacarse que en la intervención arquitectónica se manifiesta un concepto de contemporaneidad, que para algunos conservadores ortodoxos fue demasiado fuerte. El Colegio Nacional cuenta con un auditorio, así como con una biblioteca de gran importancia que está abierta a todo el público, y una librería en dónde se pueden adquirir las diversas publicaciones realizadas por los miembros.[3]
Restauración
Desde su restauración, el edificio ha recibido mantenimiento constantemente, por lo que su aspecto exterior permanece prácticamente igual que en 1994, sorprendiendo de manera positiva a todo aquel que se interna por primera vez en sus aulas, patios y corredores por su elegancia, sus apacibles espacios y la funcionalidad de su mobiliario.
La distribución de las áreas principales ha cambiado poco desde entonces. La Sala de Consejo, el Comedor, la Secretaría, el Aula Mayor, la Biblioteca y la Galería conservan su ubicación original, con excepción de esta última, la cual se ha ampliado para albergar nuevos cuadros.
La situación del resto de los locales ha variado notablemente en los últimos años, y es posible que siga cambiando, por ejemplo, la Librería se ha convertido también en Cafetería, el espacio planeado como galería-cafetería ha sido ocupado por oficinas, una de las aulas pequeñas se ha acondicionado como Hemeroteca y los locales destinados a intendencia, bodega y recepción de libros han dejado su lugar al Archivo Histórico y la Mediateca, resultado de la diversificación de las actividades del Colnal.
Referencias[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Tomado de: https://colnal.mx/institucion/
- ↑ Tomado de: https://colnal.mx/institucion/
- ↑ Tomado de: Javier Villalobos Jaramillo. Los 100 Sitios y Monumentos más importantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. En coordinación con la Delegación Cuauhtémoc y el Gobierno de la Ciudad de México.