Centro Urbano Presidente Alemán CUPA
El Centro Urbano Presidente Alemán, coloquialmente se ubica como El CUPA o El Multi, se encuentra ubicado en la Alcaldía Benito Juárez, en la colonia Del Valle, es uno de los conjuntos habitacionales más grandes de la Ciudad de México, en su época, revoluciono la forma de la vivienda económica y la densificación, así como la diversidad de equipamiento, brindando en las plantas bajas, locales de venta de insumos, escuelas y logrando amplias áreas verdes.
Datos
Historia[editar | editar código]
En México, la idea de multifamiliar fue propuesta para sustituir la vivienda precaria de la población obrera con ingresos económicos bajos, al mismo tiempo que su aparición en la ciudad dio lugar a la transformación de las relaciones colectivas, el paisaje urbano y la valoración del espacio. Con ideas higienistas, historicistas y espíritu posrevolucionario, los precursores serían el Parque Lascuráin, El Buen Tono (1911) y el Edificio Condesa (1917).
El CUPA fue más que “un gran experimento humano”. Producto de tres factores clave, se trata del conjunto urbano mejor logrado del siglo XX en nuestro país. Construido en 1947 e inaugurado dos años después, el CUPA fue promovido por el primer Presidente Civil de México, el licenciado Miguel Alemán Valdés (1900-1983) a los 47 años de edad (con 77.9% de los votos obtenidos en las elecciones de 1946). Fue diseñado por el arquitecto Mario Pani (1911-1923) a los 36 años y construido por Ingenieros Civiles Asociados (ICA) dirigido por Bernardo Quintana Arrioja (1919-1984), con 28 años de edad.
Siguiendo los pasos de Le Corbusier, Pani desarrolló este conjunto habitacional de 1080 viviendas. A la par Le Corbusier estaba haciendo la unidad de Marsella de 300 viviendas. Estos son los primeros proyectos inspirados en la teoría de Le Corbusier de la ciudad radiante. Pani acabó primero el CUPA por lo tanto nadie sabía qué esperar, fue un experimento social, económico, arquitectónico y urbanístico sin precedentes. En su momento la crítica no era favorable ya que era una nueva escala, los acabados eran aparentes y la densidad muy alta.
Al principio el proyecto era para hacer 200 viviendas para personas que trabajaran en el gobierno, pero Pani propuso hacer 1080 viviendas utilizando solo el 20% del terreno dejando lo demás como espacio público / áreas verdes y en planta baja comercios / servicios.
Gracias a la aceptación y el éxito del proyecto se desarrolló el conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco con un presupuesto mayor al que se asignó a este proyecto. Debido al terremoto del 85 muchos de los multifamiliares que había sufrieron muchos daños estructurales y otros se cayeron por completo, el CUPA sobrevivió a esta catástrofe dándole más confianza y aceptación a la gente de vivir ahí.
El conjunto se hizo en los entonces límites de la ciudad de México, actualmente la mancha urbana ha borrado estos límites dejándolo inmerso en la ciudad.
A pesar del paso de los años el multifamiliar sigue funcionando para lo que se diseñó, algunos cambios se han hecho por los inquilinos como la apropiación y privatización de las áreas públicas, las rejas, la unión de 2 departamentos o más y el sin fin de coches estacionados en la periferia.[1]
El 1 de septiembre de 1949 se consumó el vaticinio retroactivo de Carlos Monsiváis: “los multifamiliares son la utopía moderna del México sin vecindades”. Así fue el inicio de la expansión urbana hacia el sur de la ciudad y el combate a las “calamidades de la ciudad moderna e insalubre” por “un pequeño mundo futurista en una nueva ciudad burocrática, gallarda y magnífica”. Esta fue la ciudad multifamiliar, descrita así en el documental promocional “Nace una ciudad”, donde “los sueños también pueden volverse realidad amable”.
Arquitectura[editar | editar código]
El proyecto consiste en 9 edificios de 13 pisos y 6 edificios de 3, los edificios altos están acomodados en forma de zig zag para darles orientación norte-sur a la mayoría de las viviendas. Además de las 1080 viviendas que se construyeron, en toda la planta baja se hicieron panaderías, mercados, escuelas, guarderías, entre otras cosas, de las cuales todavía siguen existiendo muchas.
Fue el primer centro urbano con infraestructura y servicios para una nueva forma de habitar. “Una proposición en concreto” como versaba la campaña presidencial del Presidente Alemán. Representó un cambio de paradigma para vivir la modernidad, con diversidad habitacional (48, 57, 61, 70 y 76 metros cuadrados), densidad y un vasto equipamiento urbano: dispensario, zona comercial, lavandería, supermercado, guardería, club deportivo, teatro, biblioteca, alberca, administración, iglesia, jardín de niños, guardería y hospital. Los tres factores trazaron tres diagonales fundamentales en el zigzag: la visión política y social de un naciente Estado Benefactor con políticas proteccionistas, la interpretación de ideales modernos de la arquitectura mexicana y la innovación estructural de una generación de ingenieros contumaces.
Representa para los trabajadores al servicios del Estado un generoso ensayo de solución de los problemas de la vivienda familiar, y para el organismo oficial que lo llevó a cabo, el cumplimiento eficaz de una política dirigida no a la acumulación de recursos inertes, sino a la inversión de sus reservas y disponibilidades en obras materiales que mejoran la vida del burócrata y la hacen más cómoda y saludable”. El proyecto reflejó el discurso del Estado para dejar el caballo de la Revolución y su militarización para entonces volcarse a la industrialización y modernización del país. El cambio rural a urbano de forma inminente.
La obra se estimó en 24 meses y se terminó dos semanas antes de lo solicitado; fueron 12 meses para la excavación y construcción de la estructura de concreto, y el resto para instalaciones y acabados interiores y exteriores. Se trató de uno de los primeros ejemplos de funcionalismo a gran escala, tanto por los materiales como por la optimización de recursos. Trabajaron más de 1,800 colaboradores diariamente e implicó el desarrollo de capacidades constructivas y estructuras desafiantes.[2]