Biblioteca de la Ciudadela
Datos
Sala Alí Chumacero Biblioteca de la Ciudadela
La Biblioteca de la Ciudadela, también conocida como la Biblioteca de la Ciudad de México, está ubicada en la Colonia Centro - Centro Histórico, dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc, inaugurada en 1946. Es llamada "De la Ciudadela" ya que es una construcción vecina al Mercado de artesanías La Ciudadela, además de estar localizada en la calle homónima, misma que forma parte de la colonia Centro. Esta Biblioteca es un inmueble memorable debido a que su construcción representó la posibilidad para que el talento en el ámbito de la literatura y la poesía, encontrara un espacio de confianza, que promoviera el debate y la discusión de piezas de arte. Salvador Novo y Xavier Villaurrutia fueron asiduos de esta biblioteca.
Sumario[editar | editar código]
- Historia
- Personajes Célebres
- Eventos emblemáticos
- Referencias
Historia[editar | editar código]
Siglo XX
Inaugurada un 27 de noviembre de 1946 bajo el gobierno del entonces presidente Manuel Ávila Camacho, este edificio es pionero de la Biblioteconomía en México es decir, un espacio encargado de fomentar, distribuir y facilitar el acceso al conocimiento, estudio y diferentes narrativas impresas en los múltiples títulos aquí expuestos.
Posterior a su construcción y oficial apertura, este lugar fue temporalmente cerrado ya que el arquitecto y pintor Abraham Zabludovsky intervino ampliando su espacio, siendo re inaugurada hasta el año de 1988, cuando el presidente Miguel de la Madrid ocupaba la presidencia.
En aquellos días el escritor mexicano Eduardo Lizalde reconocido por sus obras poéticas como: La Mala Hora, Odesa y Cananea y La Sangre en General, solo por mencionar algunas, se mantuvo al frente de la biblioteca con el claro objetivo de posicionarlo como Centro Cultural y de lectura, integrando nuevas tecnologías (razón por la que actualmente su patio principal, cuenta con computadoras, así como cada una de las salas que la conforman).
Siglo XXI
Debido a la popularidad que este lugar logra con el arduo trabajo de su equipo, consigue ser (hasta la fecha), un referente obligatorio de la lectura, las letras, la poesía y los documentos de investigación. Desde comienzos del 2011 y hasta finales del 2012, se definieron dentro de ella las Bibliotecas Personales (también llamadas salas) de: José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis.
Personajes Célebres[editar | editar código]
Los nombres aquí enlistados corresponden al nombre de cada una de las salas al interior de este inmueble.
José Luis Martínez: Originario del estado de Jalisco este académico, poeta, ensayista, historiados, cronista, bibliógrafo, editor y humanista mexicano fallecido en el año 2007 con 89 años, fue también director del Fondo de Cultura Económica hasta el año de 1982. Junto a otro personaje posteriormente aquí mencionado, fundó la revista Tierra Nueva. Dentro de su amplia lista de textos y ensayos publicados, se destacan: Elegía por Melibea y otros poemas, La emancipación literaria de México y Cruzar el Atlántico.
Antonio Castro Leal: Este emblemático personaje es mayormente conocido por su cargo como rector de la Universidad Nacional de México nombre con el que fue fundada la actual Universidad Autónoma de México. Formó parte del grupo llamado "Los Siete Sabios", mismo que estaba conformado por otros grandes de las letras como Alberto Vásquez del Mercado, Alfonso Caso y Vicente Lombardo Toledano, solo mencionando algunos. Este grupo tenía como principal objetivo propagar la cultura entre los estudiantes mexicanos, a través de conferencias y conciertos. Algunos de sus textos publicados más famosos son: Las ideas de Salvador Díaz Mirón, La Novela de la Revolución Mexicana, Alejandro de Humboldt y el arte Prehispánico, La Novela del México Colonial y Las tragedias de Shakespeare. Cabe destacar su notable conocimiento del idioma inglés, el cual le permitió traducir oficialmente el libro Introduction to Economics del economistas inglés Maurice Herbert Dobb, para el Fondo de Cultura Económica.
Jaime García Terrés: Editor, ensayista, cronista traductor y también poeta como sus contemporáneos, dirigió el Fondo de Cultura Económica en el periodo de 1983 a 1988. A través de su trabajo abordó temáticas heroicas y de homenaje a ilustres de la literatura universal, además de exponer la degradación de la realidad y la banalidad en la vida cotidiana. Su trabajo está compuesto por múltiples traducciones de obras escritas por: Malcolm Lowry, Exra Pound, T.S. Eliot, Friedrich Hölderlin, entre otros. Durante su dirección al frente del Fondo de Cultura Económica se incluyeron 12 colecciones y 1417 títulos. Una de sus antologías más famosa es: Letanías Profanas, escrita en 1980.
Alí Chumacero: Fue principalmente un poeta originario de Acaponeta Nayarit. Páramo de sueños, Imágenes desterradas y Palabras en reposo fueron escritos que por un tiempo no fueron reconocidos. Su trabajo editorial fue de gran aporte, relacionándose con el círculo élite del México del siglo XX, como Octavio Paz, Alfonso Reyes, Luis Cernuda y Gilberto Owen. Cabe destacar que él fue un escritor reconocido en múltiples ocasiones, recibiendo el Premio Internacional Alfonso Reyes en 1986, el Premio Nacional de LingüÍstica y Literatura en 1987, el Premio Estatal de Literatura Amado Nervo en 1993, la Medalla Belisario Domínguez en 1996, el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde en 1999 y el Premio de Poesía Jaime Sabines en 2003.
Carlos Monsiváis: Aceves como se le conocía en el medio fue un escritor y periodista principalmente enfocado a la crónica, originario de la Ciudad de México. Si bien sus estudios fueron concretados en la Facultad de Economía y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México, concluyó su etapa educativa asistiendo al Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Harvard. La exposición de su trabajo abarcó medios como: Novedades, El Día, Excélsior, Unomásuno, La Jornada, El Universal, Proceso, Siempre!, Eros, Nexos, Letras Libres y Este País. Desde sus inicios profesionales escribió libremente sobre su postura política, razón por la que se convirtió en un referente sobre las temáticas englobadas en esta área. De ahí su participación en el movimiento estudiantil de 1968, al cual le fue tan fiel que por su ideología también progresista, rechazó todas las posiciones autoritarias, promoviendo a su vez los derechos de la sociedad (principalmente la clase baja), así como lineamientos educativos de índole nacional, la diversidad sexual y los derechos de los animales. Entre los premios que recibió destacan: Premio Nacional de Periodismo en 1977 y en el 2009, el Premio Mazatlán de Literatura en 1989, el Premio Xavier Villaurrutia en 1995, el Premio Anagrama de Ensayo en el 2000 y el Premio de Literatura Iberoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 2006.
Eventos Emblemáticos[editar | editar código]
Visitar este inmueble es toda una experiencia desde su construcción hasta el arte que resguarda en cada una de sus salas, misma que honran el trabajo de cada autor, exhibiendo gran parte de su trabajo, aunque muchas de las piezas no son originales, ya que a no ser por cesión, herencia o regalo del propio autor, estas piezas aún forman parte del acervo personal de cada uno de los involucrados.
Los calendarios de eventos son exhibidos repetidamente en cada uno de los corredores de piedra que existen en la Biblioteca, esto se debe a que los registros apuntan que son familias y estudiantes de diferentes grados, los principales visitantes.
"Es como una fortaleza del siglo pasado", coinciden varias personas que ya la han visitado. Aquí los eventos no se detienen, pues por lo general ofrecen diferentes actividades relacionadas al arte, en cualquier día de la semana.
Partidas de ajedrez en el patio principal, lectura a voz alta en el salón de recitales, presentaciones de estrenos literarios en colaboración con algunas editoriales (principalmente pequeñas y de nicho), y actividades para colorear y cuenta cuentos para los más pequeños, son comunes en la Biblioteca de la Ciudad de México, misma que esta junto a la Plaza de la Ciudadela donde todas las tardes se reúnen personas de la tercera edad para bailar danzón con grabadoras a todo volumen.